jueves. 18.04.2024
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Encuentros y desencuentros

Rosa Delia Guerrero

Encuentros y desencuentros

 

Me doy cuenta de que los europeos debemos explicar muchas cosas sobre Europa a los mexicanos. Lo primero es que Europa es una comunidad que vive en paz, donde durante por siglos nos hemos peleado como las bestias, y ésta es una lección para todo el mundo. Hemos estado dispuestos a morir pero sobre todo a asesinar a los otros de la manera más atroz. Durante un siglo entero tuvimos un solo aterrador objetivo: autodestruirnos y destruir a los demás con sistemas increíblemente inhumanos. Pero han pasado ya sesenta años y formamos una unidad; algo que parecía una utopía.
Alessandro Baricco

Fin de año, época para festejar, también para hacer una alto en el camino y recapitular, balance, recuento de metas y objetivos alcanzados, ver el punto en el que nos encontramos, tomar conciencia de nuestros aciertos y de los errores, de las circunstancias que no pudimos superar. Ello resulta un ejercicio que año con año, conforma un rito. Días para estar con los seres queridos, momentos de unión, amistad y amor por el otro, los otros, incluidos nosotros mismos.  

Hacer un análisis existencial para saber hacía dónde vamos, observar el punto geográfico del mapa de nuestra vida, el momento histórico y la circunstancia, encontrando un resultado a favor o simplemente negativo. Flotando en un mar de posibilidades y perspectivas, ya sean subjetivas u objetivas.

Fin de un ciclo. Un año más y el comienzo de otro. Un re-nacer, una oportunidad para realizar anhelos, construir y re-diseñar  la propia vida. Con ello, la de nuestro entorno, la de la sociedad donde vivimos, la de nuestro país, la del mundo.

Es de llamar la atención el marcado espíritu positivo en las redes sociales. Donde todo es bonito, recibe decenas o cientos de “likes”, la vida de muchos parece perfecta en un idealismo exacerbado que raya en la irrealidad. Frases con sentencias como: Sólo a la gente positiva hay que tener por amiga y ocuparte de ella aparecen en los muros de muchos. Pensar que en tiempos difíciles todo es maravilloso y vivir en un optimismo sin límites, quizá resulte enfermizo.

La realidad, eso que sucede en la vida real, dista mucho de tener vidas perfectas o personas perfectas. Incluso, entre más perfecta es la apariencia, puede ser que oculte lo que en verdad sucede.

El tiempo, más que filosófico, es de suma importancia. Planear, aprender de los errores, de la experiencia, es parte del camino.

Lo sucedido en 2013, entre amor y desencuentros, guerra y paz, esa polaridad de lo paradójico, el hambre y los excesos, la pobreza y la riqueza, la desigualdad social, los crímenes, el aumento de inseguridad, las carencias y la opulencia en cualquier sentido, no podemos verlas a través de una óptica facebookera, donde sólo hay la opción del like.

Algo que se antoja urgente e importante es hacer una revisión a los conceptos. En México qué es la corrupción, la impartición de la justicia, lo válido, los roles, la sociedad como tal, la política, los intereses creados y una larga lista de ángeles y demonios que hemos dado por construir. El ocultamiento de la realidad, la falta de conciencia y no llamar a las cosas por su nombre, no nos llevarán a buen puerto.

El juego del poder, la fuerza, pensada para el bienestar de unos cuantos, ¿será un acierto? ¿Caer en un romanticismo de redes sociales, donde los hechos que no merecen like  simplemente no existen y en donde la vida es el paraíso perfecto?

Nelson Mandela fue un fiel representante de la filosofía Ubuntu. El término procede de las lenguas banta de Sudáfrica. La expresión en xhosa es ubuntu ngumuntu ngabantus. Entre sus significados están:

  • Soy porque nosotros somos.
  • Una persona es en razón hacia otras personas.
  • Yo soy lo que soy porque todos somos.
  • Esta creencia es un vínculo universal que nos conecta a toda la Humanidad.

 “La ética Ubuntu es la base hacia una moral inspirada en la cooperación, la compasión y la vida comunitaria, en la implicación sobre los intereses colectivos, sobre los demás y en el respeto a la dignidad de las personas”.

Esperemos que en 2014 nos acerquemos al sentido de “comunidad”. Apostémosle a un futuro, construyéndolo y planeando conscientemente con trabajo y certidumbre.

Si no lo hacemos, sólo será la repetición cada vez más gastada de un mundo aparente, donde incluso el sentido de lo humano se habrá perdido.

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