Mañana será un nuevo día, un año nuevo… una vida que ha de escribirse con sílabas de otra saliva. Quizá ya sea demasiado tarde para preguntarte todas las cosas que quizá te urgía escuchar que te las dijera en silencio o a voz en cuello.
​​Jorge F. Hernández

Apenas un viento de resaca invernal me empujó a escribir de las filias y las fobias de este año. Apenas, porque una vez que asoma la nostalgia, vienen en racimo las cosas que no hice, o que dejé colgadas en el calendario. La nostalgia no sirve para nada (grito). Entume las neuronas, con ella queda uno empantanado en un sitio cinerario, pisando costales de arroz mojado. Entonces sacudí las imágenes de mis muertos, de mis proyectos sin realizar, de la cita a la que jamás acudí, y sobrevivo a la marea de los deseos insatisfechos como un explorador.En el recuento, en la resaca de 2013, me quedo varado en la literatura de la región, en las explosiones creativas que han dejado huella honrosa y de gran calado para beneplácito de muchos a quienes nos gusta la literatura.

Debo subrayar que este año hubo una carretada de publicaciones y autores que están apostando por las editoriales regionales y, sin salir de casa, están generando una posibilidad real de creación y divulgación, sin la necesidad de emigrar a las grandes editoriales de catálogo o a la ciudad de México para sentirse escritores y sentir que han trascendido con sus obras, (uso esa palabrita por una inercia estulta, porque la trascendencia literaria no se halla en el cliché de irse a la ciudad de México; sin embargo hay quien lo cree),

La fuerza y el acervo de escritores en el ámbito local es ya un presente que ofrece resultados concretos; una generación que muestra la posibilidad de lanzar una y otra vez la piedra y enseñar la mano.

Tuve la oportunidad de presentar varios libros a lo largo de 2013. Celebrar a un guanajuatense que se alzó con el premio nacional de literatura (lo que ya ha sido factor estadístico para resaltarlo, porque en casi tres años consecutivos los guanajuatenses han sido distinguidos con los premios nacionales de literatura convocados por el estado de Guanajuato). He podido coordinar una revista de cuento que ha sido alimentada en 80% con letras de casa. Han nacido editoriales locales y esfuerzos muy íntimos que hacen una apuesta importantísima para la conservación del patrimonio literario e intangible del estado y de México.

Se dibuja una franja donde Guanajuato ya debe hacerse un distingo de calidad y alzar la voz sin miedo. Una franja donde conviven los escritores con una larga trayectoria y los escritores noveles. La parte fundamental y más dura ya se está ejerciendo. Se observan los contenidos. Leemos poesía, narrativa y ensayo de buena factura.

En esta franja no incluyo la actividad de las instituciones de cultura, porque en los ámbitos de creación literaria poco pueden hacer. Sin embargo, la encomienda es clara. La promoción. Si el escritor genera su trabajo desde la soledad y a pesar de cualquier institución, como una actividad que no depende ni de estímulos ni de pasarelas institucionales, es evidente que la apuesta de las instituciones para la literatura es la promoción y la divulgación de las obras, así como el refuerzo en la formación de la escritura. En esta apuesta  para el porvenir se debe consolidar una ruta crítica donde los guanajuatenses, en principio, seamos conocidos por los guanajuatenses. Ya no podemos aceptar el asiento de segunda clase en las ferias de libro locales, ni el segmento de tercera en los medios de comunicación del estado (radio y tv).  

2013 deja una estructura donde podemos observar un buen estado de salud de la literatura regional; una posibilidad para disfrutar de buenas obras este año que viene.