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La comedia en la FeNaL: Usted también puede lograrlo

La comedia en la FeNaL: Usted también puede lograrlo

León,Gto. La FeNaL entregó en un evento “sui generis” el reconocimiento al Compromiso por las Letras Guanajuatenses a Ediciones La Rana, presea que recibió el director del IEC, Juan Alcocer.

Para evitar que mi editor considere lo que todo mundo sabe, que mi manera de procrastinar es abundante, me voy a la feria del libro a ver cosas y sucesos, y vengo y escribo esto para su solaz información. Esta vez me fui a sentar donde estaban dando un reconocimiento a Ediciones La Rana.

Sin embargo, seré honesto, antes de llegar ahí me salí a fumar un cigarro y vi varios camiones que transportaban a las personas del evento FeNaL Bus. De metiche, pregunté a uno de los choferes qué onda, él qué hacía; sólo me dijo que él iba a una dirección, abría la puerta y subían personas que llevaba a la feria y las regresaba un rato después. En ese momento ya estaba esperando a su grupo para llevarlos de regreso a su colonia. Todo eso me recordó a aquellos años ochenta. Todo era igualito, hasta extrañé los filtros para ver la realidad como fotografía viejas, casi polaroid.

Entonces, ya preparado, me acerco y me siento el patio de los cuentos. Estaba hablando Sebastián Serra. Dio una enumeración de por qué era importante entregar un premio que no estaba en un primer momento en la lista de reconocimientos, pero sí en el programa general. Vamos, un reconocimiento se le puede pasar a cualquiera. Aunque había algo así como dos tercios de público, los aplausos no fueron muy efusivos.

Después habló Juan José de Giovanini, director de la editorial. Fue bueno su discurso y breve, recordando que lo bueno y poco, dos veces bueno. Agradeció el reconocimiento y explicó de manera sucinta el avance actual de la editorial del estado. Los aplausos subieron un poco.

Llegó el momento de la entrega de la presea, la recibió el director del Instituto Estatal de la Cultura, la entregaron el presidente del Consejo del ICL y el director general del mismo instituto. En ese momento las porras, los chiflidos y los gritos no se hicieron esperar. Juan Alcocer elevó el premio, pensé en cuando un equipo gana un campeonato. Volví a recordar aquellos años ochenta donde los políticos llevaban sus acarreados para gritar vítores. Sentí un poco de tristeza imaginando que eran la gente de FeNaL Bus, creyendo que ese era su papel, que a eso los habían llevado. Juan Alcocer dio su discurso. Agradeció el premio, habló de los avances en cultura del libro con una analogía extraña: todo aquello era familia, o mejor dicho, un conjunto de familias reunidas alrededor de la producción de los libros. Durante el discurso hubo un par de interrupciones por las porras de los asistentes. Al final del discurso me enteró que no son las personas de las colonias marginales, no. Habían llevado a los bibliotecarios de varios lugares para que acompañaran la recepción del premio.

Dos instantáneas imperdibles: Juan Alcocer en el podio levantando el premio; la segunda, una foto grupal, los bibliotecarios con el director del IEC en medio, levantando en una mano el mismo premio y todos ellos alrededor de él; y el director de La Rana atrás, al fondo del grupo, tratando de ocultarse.

Durante este último momento tan emotivo, traté de hacer una entrevista a Juan José de Giovanini, pero a algunos de los bibliotecarios les molestaba que les quitara presencia. Como había dicho su director general, ellos eran la familia principal que hacía reunir al lector con el libro. O eso supongo.

A ver qué veo; después les sigo contando.