martes. 16.04.2024
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La Dolce Vita

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Los intereses temáticos del cine están cambiando tan vertiginosamente, que pocos directores se están salvando de la quema y la mayoría al parecer, se aprecian rebasados por sus transformaciones.

Si ya hace unas semanas se había advertido de la escasa repercusión que despertó Big Eyes de Tim Burton, tal parece que el ocaso se le está haciendo presente al camaleónico Johnny Depp; cuyas más recientes incursiones histriónicas carecen del impacto de sus celebradas colaboraciones para con su mentor. Y que le han obligado a retomar su más famoso, explotado, lucrativo y carismático esperpento: Jack Sparrow.

Claro, abona bien poco para la leyenda, haber elegido trabajar en una segunda ocasión bajo las órdenes de David Koepp, un artesano mediocre más aguzado en la escritura de guiones entre las que destacan Death Becomes Her, Parque Jurásico, Carlito’s Way y Misión Imposible; en oposición a una modesta filmografía que dio inicio con la desconocida The Trigger Effect, continuó con el petardo Stir of Echoes hasta llegar a elaborar, sabrá Dios porqué extrañas circunstancias, otras tres películas donde se encuentra el fiasco de La Ventana Secreta, estelarizada por el icono norteamericano.

Mortdecai, para considerarla en términos diplomáticos, parece más una de esas comedias estilizadas a la que es proclive Wes Anderson, aventuras protagonizadas por antihéroes de apariencia bonachona pero de moral cuestionable con cierto encanto para el espectador. Se puede decir que hasta los villanos de la película tienen ese pathos muy propio de la escuela screwball; comedia loca para los no iniciados. Sin embargo, incapaz de desarrollar una proposición que le salga de la tatema, Koepp se limita a trabajar bajo los modelos caricaturescos del autor norteamericano, dejando de lado cualquier seña personal. Así, al menos en el aspecto visual, hasta logra pergeñar algunos devaneos a la simetría tan caros en la estética de Anderson, logrando ratificar una incómoda sensación de remedo.

Sin duda, resulta raro comprobar esa tendencia al fusil de parte de un escritor establecido en la industria, con cierto crédito, entrándole a registros humorísticos que estaban ausentes en su filmografía, a excepción de GhostTown protagonizada por el coágulo de Ricky Gervais. Para ser el responsable de un argumento lleno de litros de mala leche, cualquiera hubiera esperado una caricatura mordaz y sin piedad sobre ricachones presuntuosos, mercaderes de arte sin escrúpulos bajo la fachada de la respetabilidad de alta alcurnia.

Sin duda, Depp logra conseguir que el espectador se convierta en cómplice a través de su Bon Vivant, un flemático inglés de inteligencia limítrofe al nivel de Tribilín, incapaz de perder la postura o intentar repeler la violencia de su entorno. Sorprende por otra parte, la participación de Paul Bettany con una caracterización simpática que lleva el servilismo a niveles inverosímiles, un apunte que no se explora con mayor contundencia.

Mortdecai carece de cualquier atisbo crítico, salvo los chistes a costa de políticos gringos o londinenses por igual. Y se niega a metaforizar el estado de las cosas, asunto que si hace su aparición en gran parte de la obra del plagiado, que admite lecturas más profundas. Sin duda habrá algunos que encuentren graciosa esta película tibiamente bufonesca, una sátira desdentada por la actitud benigna de parte de sus responsables. Sin llegar al extremo de la ridiculización sobre una casta divina que se niega a perder sus privilegios –entre ellos su particular sentido de la dulce vida-, el filme es una comedia que mina su efecto humorístico por su tendencia a la corrección política. 

Mortdecai (Mortdecai: El Artista del Engaño)/ D: David Koepp/ G: Eric Aronson basado en la novela de Kyril Bonfiglioli/ F en C: Florian Hoffmeister/ E: Derek Ambrosi y Jill Savit / M: Mark Ronson y Geoff Zanelli/ Con: Johnny Depp, Gwyneth Paltrow, Paul Bettany, Ewan McGregor, Olivia Munn, Jonny Pavolsky y Jeff Goldblum/ P: Mort Productions, Infinitum Nihil, Mad Chance Productions, Oddlot Entertainment. Reino Unido-EUA. 2015.