Guanajuato, Gto. Adéntrate en la zona arqueológica de Plazuelas y descubre la grandeza escultórica de Federico Silva a través de la exposición “Volumen, Espacio y Movimiento”.   

En estas vacaciones de verano, el Instituto Estatal de la Cultura pone a disposición de todos los visitantes dicha exposición en su Centro de Atención a Visitantes (CAV).

Lugar donde iniciará tu gran aventura por Plazuelas, que está situada en las estribaciones sureñas de la sierra de Pénjamo, al suroeste de la sierra de Guanajuato, donde se hallan los vestigios de una de las ciudades más complejas de esta región.

Sobre tres laderas que separan dos barrancas –Los Cuijes al oeste y Agua Nacida al este–, los edificios fueron construidos de manera dispersa, comunicándose entre sí a través de largas calzadas y veredas que suben y bajan entre los cerros, y en donde un manantial, El Agua Nacida, es el punto de confluencia de ellos.

La ocupación de este sitio se dio entre 600 y 900 d.C., periodo en el que el territorio del actual estado de Guanajuato alcanzó su mayor densidad de población. Plazuelas es la primera zona arqueológica del estado abierta al público (2006).

El horario de visita es de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas (último recorrido a las 17:00 horas). Y tiene un costo de recuperación de 30 pesos para mayores de 12 años y de 10 pesos para mayores de 5 y menores de 12 años.

Se recomienda llevar zapatos cómodos, sombrero o gorra, protector solar y agua. Se prohíbe entrar con alimentos y bebidas embriagantes, cigarros, pipas y armas; mascotas, el uso de equipo de fotografía y filmación profesional; entrar con carreolas, bicicletas, motos y cualquier otro vehículo no autorizado.

No puedes dejar de visitar la exposición de Silva, quien en 1995 fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes; su constancia y fértil labor creativa le han forjado una historia que ya no es enteramente suya, porque en su incansable búsqueda en el infinito universo de lo creativo, ha dejado a su paso los testimonios de una mente creadora que ha sabido entender e interpretar su momento y sobre todo, ha sabido compartirlo otorgándole a su producción artística un generoso sentido social que la hace doblemente meritoria.