Berlín. Fue en esta ciudad donde Bowie se exilió después tener varios problemas mediáticos y de lidiar un largo tiempo con su adicción a la cocaína. Un Bowie destrozado llegó a Berlín, cansado de sus alter egos, con una pobre inspiración y a comenzar una desintoxicación.

Se instaló en el distrito de Kreuzberg en Berlín Occidental, junto con Brian Eno y Tony Visconti emprendieron la famosa Trilogía Berlín integrada por los álbumes Low, Heroes y Lodger, donde el sintetizador juega el rol principal y él les da vida.

No fue coincidencia que el primer álbum es titulado Low (bajo), que es lo que Bowie deseaba en ese momento: un perfil bajo, que le permitía caminar con tranquilidad y anonimato por las calles de un Berlín dividido.

Ahora Bowie regresa con la exposición David Bowie is, con apoyo de las autoridades culturales alemanas, que decidieron llevarla a Berlín después ser un éxito en Londres el año pasado y que ahora coincide poéticamente con la ciudad que le ayudó a liberarse de Ziggy Stardust y The Thin White Duke.

La  exposición multimedia dedica una sala completa a recordar la etapa berlinesa del cantante. Muestra más de 60 objetos como dibujos, bocetos para portadas de discos, además de letras de canciones garabateadas, recuerdos personales y retratos pintados por Bowie junto a un óleo del pintor expresionista Erich Hackel, que sirvió de inspiración para la portada de Heroes.