Esto no es una pipa, es una comedia romántica, sin lugar a dudas.

Una adaptación de un best-seller del 2012, The Fault in Our Stars de John Green, algo muy común en la actualidad, en que lo taquillero proviene de esta combinación, como en el caso de TwIlight. Pero tranquilos… Bajo la misma estrella no es Twilight.

El director Josh Boone, con la ayuda de Scott Neustadter y Michael H. Weber en el guión, encargados de (500) Days of Summer, nos presentan la historia de dos adolescentes perspicaces, que se conocen en un grupo de apoyo de enfermos de cáncer: Hazel Grace Lancaster (Shailene Woodley) y Augustus Waters (Ansel Elgort). Ellos visitan Amsterdam junto con la mamá de Hazel (Laura Dern) para conocer al autor de su libro favorito, Peter Van Houten (Willem Dafoe), en un viaje que les deja duros aprendizajes.

 Los que vivimos llenos de prejuicios tal vez no la podamos disfrutar como se debería (ir al cine, derramar una lágrima y seguir tu camino).

El director sabía que hacía una comedia romántica y nos contó una buena película de amor, actual, divertida, ingeniosa, inteligente, con muy buenas actuaciones. Con el ya conocido Willem Dafoe y Shailene Woodley la revelación, prometedora y carismática de Hollywood, en actuaciones que no permiten que la película caiga en un trampa de miel.

Tal vez le sobren 20 minutos al final, y como siempre los títulos en español sean horribles (me quedaría con la traducción literal), pero una película que tenga referencias a René Magritte, Peter Gabriel, Shakespeare y Ana Frank, y nos saque un poco de nuestra banalidad cotidiana, tiene mi atención.

The fault, dear Brutus, is not in our stars,
But in ourselves, that we are underlings.
Shakespeare