Hace unas semanas tuve la oportunidad de ver una conmovedora película llamada “Once” (2006), del director Irlandés John Carney. Mi gran sorpresa que en cines se encuentra su más reciente película llamada “Begin Again” (Empezar otra vez), la cual sigue la misma línea narrativa de su antecesora: Música, amor, desilusión, capitales mundiales y resurrección. Pareciera que es la segunda parte con estrellas de Hollywood y mayor presupuesto, pero no.

En “Begin Again”, una desilusionada pero talentosa pueblerina Gretta  (Keira Knightley) se enfrenta a  New York con todas las pretensiones que la ciudad puede ofrecer, y al novio Dave Kohl (Adam Levine), recién ascendido a súper estrella del pop.

Dan (Mark Ruffalo), descubridor de talentos venido a menos y visionario de la industria musical, se encuentra en medio de un caos familiar con su hija Violet (Hailee Steinfeld), su ex esposa Miriam Hart (Catherine Keener) y laboral con su socio musical, que lo está llevando a un colapso. En una noche desesperanzadora, él y Gretta se encuentran, comenzando una colaboración en los más hermosos paisajes de la ciudad que nunca duerme.

El intrépido Carney pone a cantar a la talentosa Keira Knightley y ella lo hace muy bien, con un tono suave e hipnotizador. El soundtrack puede llegar a parecer el más reciente disco de una estrella en ascenso; son temas pegajosos y digeribles. Adam Levine hace su debut en un film interpretándose a sí mismo: un talentoso, guapo, sexy, cantante pop, así que nada podía salir mal. ¿Qué puedo decir de Mark Ruffalo que no sepamos? ¿Hay algo que haga mal? definitivamente no; lo vuelve a demostrar con la interpretación de un personaje demolido y encantador.

Una película pegajosa, sí. Encantadora, también. Pasable, sí. Ideal para los que amamos los soundtracks, las historias simples y hermosas. Como una buena canción pop.