viernes. 19.04.2024
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Simple Minds y Killing Joke: del postpunk a destinos diversos

Simple Minds el jueves 20 en Pepsi Center WTC CDMX y Killing Joke viernes 21 en El Plaza Condesa CDMX

Simple Minds y Killing Joke: del postpunk a destinos diversos

Un par de grupos surgidos a finales de los setenta visitan nuestro país para presentar sus respectivas propuestas sonoras, sobreviviendo al paso del tiempo, de las modas y de sus propias rupturas. Un fugaz recorrido por sus respectivas trayectorias, rondando los cuarenta años.

Transitando entre dos mundos

Formada en Glasgow hacia 1978 por el guitarrista Charlie Burchill y el vocalista Jim Kerr, surgidos del grupo Johnny and the Self-Abusers y miembros permanentes, la banda se complementó en un inicio con Tony Donald en el bajo, pronto suplido por Derek Forbes; Brian McGee en la batería y Mick McNeil en los teclados. Simple Minds se ubicó en el artrock y el pop, con fuerte presencia de sintetizadores: debutaron con el discreto Life in a Day (1978) que sentó las bases para Reel to Real Cacophony (1979) y Empires and Dance (1980), un par de notables discos pletóricos de creatividad pop con lances de oscuridad que bebían de la tradición setentera de Roxy Music, Brian Eno y David Bowie.

En tesitura más popera, el originalmente álbum doble Sister Feelings Call / Sons and Fascination (1981) empezó a recibir la influencia de la new wave, mejor asimilada en New Gold Dream (81-82-83-84) (1982) disco con el que se dieron a conocer al otro lado del Atlántico. Tras la salida de McGee y el ingreso de Mel Gaynor, presentaron Sparkle in the Rain (1984) con la producción clínica del afamado Steve Lillywhite. Las comparaciones con U2 se fueron haciendo inevitables y la fama se presentó vía el sencillo Don't You (Forget About Me), incluido en la película El club de los cinco (The Breakfast Club, Hughes, 1985) que curiosamente rechazó Bryan Ferry y que no terminó de gustarle del todo a Kerr.

Como para evitar que se les considerara one hit wonder (aunque no lo eran para quienes conocían su producción anterior), grabaron el notable Once Upon a Time (1985), integrando su capacidad melódica con la sofisticación en el despliegue de sintetizadores de largo alcance entreverados con una refinada rítmica propia de su origen más arty. La década ochentera cerró con Live in the City of Light (1987) y el político Street Fighting Years (1989), concluyendo una etapa de pleno reconocimiento masivo. Para los años noventa se diluyeron un poco en alineación, producción y presencia: presentaron Real Life (1991), Good News from the Next World (1995) con el sencillo She's a River como estandarte y Néapolis (1998), que marcó el regreso de Forbes.

A diferencia de muchos grupos muy conocidos en los ochenta que simplemente desaparecieron, Kerr y Burchill no se iban a dar por vencidos tan fácilmente. Como para recuperar confianza, grabaron Neon Lights (2001), disco de covers en el que rendían homenaje a algunos de sus grandes referentes como Joy Division, Patti Smith, Neil Young, David Bowie, Roxy Music, Velvet Underground, The Doors y Van Morrison, entre otros. Cry (2002) denotaban muestras de recuperación creativa y tras el recopilatorio Our Secrets Are the Same (2003), volvieron a grabar nuevas canciones agrupadas en Black & White 050505 (2005), en las que consiguen articular su estilo cimentado veinte años atrás con aditamentos de las nuevas tendencias.

Graffiti Soul (2009) significó el regreso de Gaynor y la demostración de que el regreso había valido la pena; continuaron con Big Music (2014), abriéndose a nuevos sonidos sin extraviar el recorrido emprendido en estos años recientes. Acoustic (2016) se conformó por piezas clásicas de su repertorio interpretadas a pie y que antecedió a Walk Between Worlds (2018), integrado por dos partes claramente distinguibles: una referida al estilo propuesto durante sus primeros años, entre sintetizadores de diversa intención y estallidos pop, y la otra de carácter más orquestal, apostando por ciertos destellos de grandilocuencia. Muy buena caminata para inflamar el ánimo.

De pilón para no matar el humor

Surgieron a finales de los setenta en Nothing Hill, Londres, justo cuando el postpunk estaba en su apogeo, a partir de una orientación hacia el rock industrial con apuntes metaleros, por momentos entroncando en pasajes doom. Coincidiendo en la Matt Stagger Band, el baterista Paul Ferguson y el vocal/tecladista Jaz Coleman se salieron para formar Killing Joke, reclutando al bajista Youth y al guitarrista Geordi. Debutaron con el EP Almost Red (1979) y el largo homónimo Killing Joke (1980), planteando desde un inicio sus coordenadas sonoras, esotéricas y políticas, siempre al filo de la polémica contestataria, expresadas también en What's THIS For...! (1981) y Revelations (1982), creando espacios para el baile convertido en batalla cuerpo a cuerpo.

Ya más asentados tras una estancia en Islandia y con Paul Raven en sustitución de Youth, grabaron Fire Dances (1983), seguido por Night Time (1985), en el que se incluyó el clásico gótico Love Like Blood, los desapercibidos Brighter than a Thousand Suns (1986) y Outside the Gate (1988), y el extraño The Courtald Talks (1989), en el que Coleman recita pasajes demonológicos con breves irrupciones sonoras, después del cual hubo una breve ruptura: regresaron con bríos renovados hurgando en sus pininos vía Extremities, Dirt & Various Repressed Emotions (1990), incluyendo a Martin Atkins (PIL) en el control de las baquetas para apoyar la muscular estructura de las canciones.

Tras un receso, presentaron en formato de trío - Coleman, Geordie y Youth de vuelta- el industrialmente intenso Pandemonium (1994), con todo y toques egipcios mezclados con riffs propios del trash, seguido por el brutal Democracy (1996), confirmando que el poder de la banda estaba recuperado con participación equitativa y distribución justa. Tras una larga pausa, volvieron con Killing Joke (2003), otro disco ídem con Dave Grohl como invitado especial, y Hosannas from the Basement of Hell (2006), apostando por la fiereza propia del metal para pregonar la presencia constante del averno entre nosotros.

La muerte de Raven en el 2007 volvió a unir a la alineación original para producir el más bailable y electrónico Absolute Dissent (2010) y MMXII (2012), dirigiendo sus dardos hacia el capitalismo salvaje y retomando las usualmente malinterpretadas profecías mayas. Apareció el recopilatorio The Singles Collection: 1979-2012 (2013) con buena selección de canciones correspondientes al periodo considerado y Down by the River (2014), capturando a la banda en vivo. Ingresaron al estudio con el cuchillo entre los dientes para entregar Pylon (2015), décimo quinto álbum con la energía recargada para seguir adelante, al menos en vivo.