Guanajuato, Gto.- “La Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología y Cultura, ha procurado dotar de herramientas y sensibilizar a la comunidad educativa para que se procuren ambientes favorables para el proceso de enseñanza aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes del Estado de Guanajuato”, señaló la diputada Estela Chávez Cerrillo.

Esto, al hablar en Tribuna ante el Pleno del Congreso local, donde se aprobó el dictamen relativo a la iniciativa de reformas a la Ley para Una Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar para el Estado de Guanajuato y sus Municipios.

Apuntó que “esta reforma es integral, pues comprende la sistematización de los mecanismos de prevención, detección, atención y seguimiento de los casos de violencia escolar. Así como la asignación de responsabilidades puntuales a las autoridades educativas, a los padres de familia, docentes y personal de las instituciones educativas, tanto públicas como particulares”.

Chávez Cerrillo destacó el trabajo para el análisis de la iniciativa, que contempló tres mesas de trabajo en las que participaron representantes de las asociaciones de padres de familia, Secciones sindicales de maestros, Autoridades de seguridad pública en temas de prevención de la violencia, y Autoridades educativas del Estado”.

“De este ejercicio se detectaros nuevas causas y consecuencias de la violencia en el entorno escolar. Algunas de las consecuencias detectadas fueron que los educandos sufren de estrés, ansiedad, ira, impotencia, pérdida de confianza en sí mismos, temor, estados depresivos y bajo rendimiento escolar, por mencionar algunos”, refirió la legisladora.

Refirió que partir de este ejercicio de interlocución también surgieron múltiples propuestas; se abordó el tema de los límites y fronteras de actuación de las autoridades escolares, y el papel que deben realizar las autoridades auxiliares en casos de violencia al exterior de las escuelas; se discutió ampliamente sobre los mecanismos anónimos de denuncia entre educandos. De tal manera que se facilite y provea de una esfera de protección a los espectadores para denunciar a algún compañero que violentar a otro”.

“Asimismo, se ha concluido que dotar a la Secretaría de Educación de Guanajuato para celebrar convenios de colaboración con las diversas dependencias y entidades del Gobierno del Estado, traerá efectos positivos e incrementará los resultados de las acciones que se realizan en materia de prevención de la violencia”, abundó.

Chávez Cerrillo enfatizó en que, “en general, se ha reorientado el enfoque de atención de la violencia en el entorno escolar hacia uno fundado en el desarrollo de habilidades de socialización y en el fomento de la convivencia pacífica entre educandos”.

En lo relativo a propuestas, como la relacionada con el ciberbullying o violencia cibernética, dijo que “la realidad es que cada vez es más común el uso de redes sociales y comunidades virtuales por parte de las niñas, niños y adolescentes y que a través de estos se han realizado acciones que vulneran la armonía de los espacios educativos”.

Citó como ejemplos del ciber bullying el Acoso por (Whatsapp, Messenger, Facebook, SMS); publicaciones ofensivas en Blogs, foros, sitios web y redes sociales, y la realización de encuestas de popularidad para humillar o amedrentar a las víctimas.

Por tal motivo, se incluyó en el dictamen la definición de un concepto que atendiera esta problemática directamente, concluyendo en que esta “es la violencia que se ejerce mediante el uso de cualquier medio electrónico o tecnologías de la información cuando una niña, niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado o avergonzado por otra niña, niño o adolescente, a través de las redes sociales y medios virtuales”.

De esta manera, se reconoce como un factor que vulnera la integridad de los educandos los actos que tengan por objeto denigrar o humillar por medios virtuales a los educandos. Adicionalmente, a fin de abordar el reto que representa la regulación de los espacios virtuales, se adicionó el tipo de violencia por usurpación de identidad, pues existen casos en los que se crean identidades virtuales utilizando datos o imágenes, pertenecientes a los receptores de la violencia, para identificarse a nombre de otra persona, y en nombre de esta última realizar actos que ridiculizan o denigran a la propia persona o a terceros.