martes. 23.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

Jornaleras agrícolas de San Quintín: más allá del surco

La vida cotidiana de mujeres indígenas migrantes que trabajan en San Quintín

Jornaleras agrícolas de San Quintín: más allá del surco

Ensenada, Baja California. Despierta en la madrugada, cuando el sol todavía no se asoma, y se levanta a preparar alimentos para ella y sus hijos, antes de partir al trabajo.

A las seis de la mañana sale de su casa. Va en busca del transporte que la trasladará hasta los campos de cultivo de fresa, donde el capataz le indica las labores que realizará durante la jornada que se prolonga al menos hasta las cinco de la tarde.

En ese periodo, podrá tomar un breve descanso para comer sus alimentos a la orilla del surco. Al finalizar la jornada por la que recibe una remuneración entre 150 y 180 pesos, tomará nuevamente el transporte que la lleva de regreso a casa.

Ya en su hogar, empieza una nueva jornada de trabajo: las labores de limpieza y preparación de alimentos para su familia, que ocupan el resto de su día. Podrá descansar casi hasta la medianoche.

Es la vida cotidiana de mujeres indígenas migrantes que trabajan como jornaleras agrícolas en San Quintín y que ha sido documentada por un grupo interdisciplinario de investigadoras de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), agrupadas en el Cuerpo Académico Sociedad y Gobierno de la UABC.

San Quintín es un centro de población localizado al sur del municipio de Ensenada, Baja California, que destaca por sus actividades agrícolas, concentradas principalmente en el cultivo de tomate, pepino, calabaza, coliflor, bró- coli y, más recientemente, fresa.

“Los cultivos se caracterizan por utilizar tecnologías modernas, fundamentalmente de riego, con uso intensivo de mano de obra proveniente de otros estados como Oaxaca, Chiapas, Puebla, entre otros”, señala el documento Panorama general de zona San Quintín, Baja California, 2015, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado de Baja California (Sedagro).

Con datos del Censo de Población y Vivienda 2010, el documento refiere que la región de San Quintín cuenta con una población conformada por 42 mil 411 habitantes, de los cuales, seis mil 246 se dedican al sector agropecuario.

Exposición a plaguicidas

El desempeño de sus labores como jornaleras agrícolas expone a pesticidas a cientos de mujeres indígenas de San Quintín, agroquímicos poco regulados que pueden ocasionar daños en la salud reproductiva y mental.

La doctora Evarista Arellano García, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias de la UABC, estudia los riesgos y efectos de la exposición crónica de las trabajadoras agrícolas a plaguicidas.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la investigadora relató que desde 2009 ha documentado el daño genético de los plaguicidas en alrededor de 300 jornaleros, a través de pruebas citológicas.

“Estamos usando una metodología considerada como una de las mejores pruebas para monitorear el daño genético, que es la prueba de micronúcleos en epitelio bucal”.

La prueba consiste en realizar un raspado en ambas mejillas del paciente, después un extendido en laminillas que posteriormente se fijan en etanol; tras 48 horas, se sumergen en colorantes.

“Esto hace un contraste entre el material cromosomal y el citoplasma, entonces cuando uno los ve al microscopio, puede ver los cromosomas completos o puede ver los núcleos y si el núcleo está dañado o no”.

La doctora Evarista Arellano refirió que el parámetro estándar es que una persona adulta presente hasta cinco micronúcleos en el epitelio bucal; sin embargo, en los jornaleros han detectado entre 30 y 40 micronúcleos.

Estos resultados se relacionan con la actividad laboral de los pacientes a través de relatorías de los propios jornaleros, obtenidas mediante técnicas de investigación social.

Salud reproductiva

La salud de las mujeres indígenas de San Quintín ha sido un tema abordado por el Cuerpo Académico Sociedad y Gobierno, no solamente desde el ámbito de la genética, sino también desde una perspectiva antropológica.

La doctora Christine von Glascoe, investigadora del Departamento de Estudios de Población de El Colef, narró que por medio de talleres participativos reunieron a mujeres en edad adulta y edad avanzada con jóvenes de nivel preparatoria.

Estos talleres tuvieron por finalidad documentar las prácticas sociales relacionadas con la salud reproductiva de las mujeres objeto del estudio y permitieron a las investigadoras detectar la forma en que las actitudes y el conocimiento se han ido transformando en cada generación.

“Ahora vemos que las mujeres más grandes están reconociendo sus errores porque no hablaron con sus hijas sobre sexualidad, los cambios que iban a experimentar, cómo interactuar con un muchacho y cómo cuidarse, entonces se va transmitiendo de generación en generación y va cambiando el conocimiento y las actitudes y las prácticas y la transmisión de información”.

A partir de esta evolución del conocimiento en torno a la salud reproductiva, las mujeres indígenas de San Quintín ahora promueven en sus hijas la escolarización hasta niveles profesionales y orientar sus labores hacia afuera del sector campesino.

Mujeres y liderazgo

La precarización a la que se enfrentan cotidianamente las trabajadoras del campo en San Quintín, ha generado iniciativas de organización social que hoy se ven reflejadas en la constitución formal de dos asociaciones civiles: Tejiendo un Nuevo Amanecer y Mujeres en Defensa de las Mujeres.

La maestra Concepción Martínez Valdez, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (Fcays) de la UABC, comentó que a través de las asociaciones civiles han estudiado los procesos de organización y liderazgo de las jornaleras agrícolas.

“Por ejemplo, uno de los grupos empieza haciendo bordado y en ese contexto de estar reunidas bordando, empiezan a reflexionar, a hablar sobre sus condiciones de vida, sus condiciones de trabajo, y de ahí empieza a surgir también esta inquietud de qué hacer, cómo podemos cambiar esto”.

Sus actividades han derivado en beneficios comunitarios como una Casa de la Mujer Indígena (Cami), que sirve como punto de reunión para impulsar temas que son de interés público.

“Tienen ya la oportunidad de contar con un espacio para realizar su trabajo, ese es el comienzo; lo que nos llamó mucho la atención es cómo surge de ellas ese deseo, de no estar satisfechas con sus condiciones, de realmente querer hacer un cambio”.

Visión interdisciplinaria

La detección de liderazgos entre mujeres indígenas de San Quintín es un proyecto que se desarrolla por el Cuerpo Académico Sociedad y Gobierno, como parte de la Red de Estudios Sociales Transfronterizos del Norte de México.

La doctora Lourdes Camarena Ojinaga, profesora investigadora de la UABC, apuntó que este trabajo se deriva de proyectos de investigación que se han desarrollado desde 2009 con la colaboración de aproximadamente 600 mujeres de San Quintín.

La población de mujeres con que han trabajado son indígenas mixtecas, triquis y zapotecas y todas se dedican al campo.

“Nuestros proyectos han sido siempre privilegiando la voz que tienen las mujeres. Lo hemos visto como un continuo porque las diferentes temáticas que hemos ido trabajando a lo largo del tiempo han sido dadas al momento que estamos en un proyecto anterior”.

Es así que las investigadoras del Cuerpo Académico Sociedad y Gobierno han enlazado temas relativos a condiciones y exigencias laborales, derechos de las trabajadoras, exposición a agroquímicos, calidad de vida, salud sexual y reproductiva y liderazgos.

“Es un encadenamiento, no son investigaciones con un inicio y un fin”, aclara la doctora Lourdes Camarena, quien considera que en los estudios desarrollados ha sido primordial contar con un grupo interdisciplinario para abordar los temas desde distintas perspectivas del conocimiento, lo que deriva en un análisis multifactorial que incluye la observación de las políticas públicas que inciden en la vida de las jornaleras agrícolas de San Quintín.