viernes. 19.04.2024
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Liguilla Guardianes 2020 [III]: rugidos en las semifinales

Fernando Cuevas de la Garza
Liguilla Guardianes 2020 [III]: rugidos en las semifinales

Se desarrolló la antesala para el enfrentamiento definitivo del torneo, con dos partidos que terminaron con un gol de diferencia: un empate como visitante y un increíble regreso de local, fueron definitivos para los ahora finalistas, en un duelo de felinos que ocuparon el primero y segundo sitio de la tabla general. Mientras que Guadalajara hizo lo que pudo con lo que tenía, Cruz Azul vuelve a convertirse en ese ominoso verbo y repite una historia que ya parece maldición.


El León sí es de su condición

En la primera parte del enfrentamiento entre Guadalajara y León sólo hubo una llegada clara a puerta, y terminó en gol. El trámite resultó mucho más técnico y estratégico que elusivo, con predominancia de los verdes pero sin generar demasiada llegada; a los anfitriones les faltaba mayor capacidad para ir al frente, en el entendido de que se enfrentaban a un mejor equipo. Hacia el final de la primera parte el tico Campbell, vuelto el mejor jugador de la serie, desbordó a un par de defensores para trazar una diagonal que llegó justo a los pies de Navarro, quien definió con precisión para adelantar a su equipo. Más equilibrada, la segunda mitad se dinamizó, sobre todo a partir del empate por conducto de Macías, aprovechando un penal imprudente del arquero Cota. El resto del tiempo vio desfilar opciones para ambos lados, incluso una al final que increíblemente detuvo Gudiño en dos ocasiones ante Mena.

Con el empate a su favor, los Panzas Verdes recibieron a las Chivas sin mayores apuros, sobre todo después de que Campbell coronara una punzante combinación de Navarro y Mena, forzando a la visita a anotar dos goles: transcurrió la primera parte sin que el Rebaño sagrado lograra traducir en acciones las intenciones ofensivas plasmadas en la alineación y el acomodo en el campo. Para la segunda mitad, se intensificó un poco el ataque, reflejado en un disparo de Antuna que acabó en el poste, pero conforme avanzaba el reloj, el cauce era el esperado con un anfitrión controlador, e incluso generando algún peligro y una visita que llegó al límite de su capacidad, despidiéndose del torneo con los cuernos en alto.


El regreso del puma malherido

Si los Pumas dejaron dudas a pesar de avanzar, parecían confirmarlas en el primer partido pero rebatirlas en el segundo. En contraste, el Cruz Azul de inicio confirmó su mejoría en el momento justo, tras superar un declive en los partidos finales de la semana regular, sólo para regresar a su ya prolongado karma. La eliminatoria parecía definida antes de que se cumplieran los primeros quince minutos: saltando del vestidor, Alvarado puso el primero después de un tiro de esquina; Baca soltó un sablazo de fuera del área para el segundo y Romo culminó lucidora jugada sentenciando el tercero al ’13, aprovechando una mala salida de la desconfiada zaga universitaria. La virtud de la Máquina fue mantener la intensidad y concentración el resto del partido, nulificando al rival y todavía clavando una aparente puntilla pasados los 90 minutos, nuevamente a través de Romo.

Después de la goleada en el primer partido, el equipo de la UNAM saltó al campo sin sentirse derrotado y empezó a hacer justo lo necesario para regresar a la eliminatoria: anotar en forma tempranera y sostener el cero en contra. Incluso después del tanto de Dinneno y ver cómo el Cruz Azul equilibraba el trámite y empezaba a generar peligro, el mismo jugador argentino logró el segundo, confirmado por el VAR y, aprovechando el descarrilamiento de la Máquina, anotaron el tercero hacia el final del primer tiempo, por conducto de González. El segundo lapso se convirtió en una especie de gol gana, en el que la visita optó por cuidar y el local por intentarlo sin mucha profundidad. Todo parecía controlado hasta que el fantasma se volvió a presentar: Vigon resuelve cerca del final, y el cuarto gol le da el pase a los de casa.