León, Guanajuato. Se anunció este sábado que el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG) retiró una cantidad considerable de recursos para el municipio de León.

Con una reducción del 42.8 por ciento, de 67 millones 068 mil 747 pesos con los que contaba la ciudad, hemos quedado en la cantidad de 38 millones 330 mil 656 pesos, eso equivale a una disminución de 28 millones 738 mil 091 pesos.

El Presidente Municipal de León, Héctor López Santillana señaló su preocupación por esta reducción anunciada por el Gobierno federal: “La prioridad de la Administración Municipal es la seguridad, por lo que esta reducción en los apoyos de FORTASEG sin duda impactarán en las acciones del programa que estamos llevando a cabo”.

Fortalecer a las policías municipales es indispensable para lograr la paz y la tranquilidad de las familias guanajuatenses.

Desde la trinchera municipal y con el apoyo del Gobierno del Estado, seguiremos fortaleciendo el Programa de Seguridad Pública de León con acciones integrales para el bienestar de la población.

Se hace un atento llamado a la ciudadanía a participar a través de la denuncia. Trabajando juntos, sociedad y gobierno, seguiremos construyendo en León una paz duradera”, precisó el Alcalde.

El FORTASEG es un subsidio que se otorga a los municipios y, en su caso, a los estados, para el Fortalecimiento de los temas de Seguridad Pública.

Con este apoyo, se cubren aspectos de evaluación de control de confianza de los elementos operativos de las instituciones policiales municipales, su capacitación, recursos destinados a la homologación policial y a la mejora de condiciones laborales de los policías, su equipamiento, la construcción de infraestructura, prevención del delito y la conformación de bases de datos de seguridad pública y centros telefónicos de atención de llamadas de emergencia.

Este subsidio tiene como principal objetivo la profesionalización, certificación y equipamiento de los elementos de las instituciones de seguridad pública.

La reducción del mismo implicaría dejar de invertir lo necesario en la profesionalización del personal: menos recursos para formación, para nivelación académica, evaluaciones de habilidades y del desempeño, entre otros temas.