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80% SON DE IRAPUATO, ABASOLO, PÉNJAMO, CUERÁMARO, PUEBLO NUEVO Y HUANÍMARO.

Vuelven de Canadá mil 200 trabajadores agrícolas temporales guanajuatenses

Dedican 8 meses a trabajar en el vecino país
Vuelven de Canadá mil 200 trabajadores agrícolas temporales guanajuatenses

Irapuato, Gto. La Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable buscar garantizar que la movilidad laboral de nuestros guanajuatenses que migran por trabajo sea segura, leal y ordenada, así lo aseguró el Subsecretario de Empleo y Formación Laboral, Juan José Álvarez Brunel, en el marco del evento de Bienvenida a los Trabajadores del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá, PTAT.

Actualmente son 1 mil 200 trabajadoras y trabajadores guanajuatenses que viajan por ocho meses a diferentes regiones de Canadá como Ontario, Quebec y Columbia Británica; el programa ha permitido que año con año puedan participar en el presentando poca deserción de este.

Es importante mencionar que, del total de beneficiarios del programa, el 80 por ciento son Irapuato y la región, incluyendo municipios como Abasolo, Pénjamo, Cuerámaro, Pueblo Nuevo y Huanímaro

Los trabajadores que regresan al estado han sido calificados en especialidades como en el cultivo y cosecha de verduras, frutas, cereales, tabaco, árboles y pasto, así como labores en horticultura, apicultura, sector pecuario, y la importante industria de la hidroponía; y entre ellos cultivos específicos se encuentran las berrys, ginsen, jitomate, pepinillo, fresa, y chiles dulces.

Por ello, el Subsecretario anunció que esta dependencia los buscará para aprovechar su conocimiento, el cual se busca que apliquen aquí en Guanajuato, en aquellos cultivos en los que se coincide, como lo son las berrys.

Este programa binacional no solo garantiza un buen trato y el respeto a los derechos humanos de los guanajuatenses que se van para apoyarles en el campo, sino que a partir de ocho años de servicio acceden a la seguridad de una pensión al momento de su retiro; además de que las remesas que generan se invierten en el patrimonio de la familia; por su propia naturaleza regulada, donde el migrante vuelve cada ocho meses, sus familias son familias integradas, que permanecen unidas.