Coleccionando a los Beatles: el Álbum Blanco
Beto Cronopio
Dedicado, con todo mi afecto, al Dr. Ralf.
El famoso “álbum blanco” fue publicado bajo el sello Apple Records en Inglaterra (mezcla monoaural) el 22 de noviembre y en EU (solo mezcla estéreo) el 25 de noviembre, en el año de 1968. Nos encaminamos a conmemorar su 50 aniversario.
El álbum tuvo un tiraje inicial de 5 millones de ejemplares, el cual contiene las palabras The Beatles (el título original) en realce y el número de serie impreso en color negro. Con el tiempo si se expuso a la luz, tiende a decolorarse por lo que se ve como gris oscuro. Fue un álbum con dos discos long-play de 12 pulgadas, un póster y cuatro fotos a color, cada una con el respectivo rostro de un beatle en esa etapa.
Los más coleccionables son, claro, los números de folio bajos. Un ejemplo es la copia personal de Ringo Starr con el folio número 0000001, que fue vendida en 2015 por un precio de $790,000 dólares. Nada más. Pero hay que tener mucho cuidado, pues hubo una convención de ventas de Capitol Records en San Francisco donde a cada invitado se le regaló un ejemplar del disco con el folio número 0000001, en primera edición en estéreo, norteamericana.
Dentro de los vinilos de 12 pulgadas coleccionables podemos incluir los siguientes (¡ojo: siempre en primera edición!):
La edición rusa, además del nombre del grupo en aquel idioma, contiene un póster diferente.
Los discos prensados en China y Taiwán, separados en aquella época aparecieron con una portada que viene laminada con una bolsa de plástico delgada. Contiene las letras de canciones en (lo que supongo que es) chino.
Arriba se muestra el disco chino (¡nada que ver con Enrique y Ana!) y abajo, el taiwanés. Como se ve, la portada no es blanca y reproduce las fotos que la edición original incluye como insertos. En aquellos países el mote de “álbum blanco” no tendría mucho sentido…
Del mismo modo, el prensaje chileno, que salió en 1969, fue en dos discos long-play. La portada también reproduce las fotos – y los títulos de las canciones aparecen entre ellas, en el mismo estilo que en el disco original.
En el disco tailandés, la portada no es ni blanca ni las fotos, sino las imágenes del poster. Por eso es que ese apodo de “el álbum blanco” es muy occidental. ¿Es una muestra de horror vacui? Y, en todo caso, todo esto habla mucho de la época. ¿Se imaginan que un disco de Beyoncé u otro astro pop (si es que siguen sacando discos) tuviese diseños distintos dependiendo del país donde se prensa?
Y el mercado Beatle es obscenamente amplio. Tenemos de este disco cincuentón, desde luego, los test pressings (discos de prueba de prensaje), las distintas ediciones (las hay con el sello de Apple, las hay con el sello de Capitol o, en otras partes del mundo, con el logo de la disquera que los distribuía), si es mezcla monoaural o estéreo, y los hay en distintos pesos (para los audiófilos el ideal es 180 gramos). ¡Y esto sólo en vinilo, pues no contamos aquí con las numerosísimas ediciones en cassette, carrete de cinta, 8-track, disco compacto o cualquier otro formato! Y, claro está, también tenemos los vinilos coloreados. Lo lógico sería que fuesen blancos, pero en lugares como Japón se han prensado, incluso, en vinilo rojo.
Coleccionar no es sencillo, pero vaya que es divertido (y algo más). Y como este gran disco cumple 50 años, es un gran pretexto para volver a estos artefactos. Arte-objeto. Y si le sumamos que la música que contienen es maravillosa, se entiende la fascinación que muchos sentimos por The Beatles, el “álbum blanco”, el disco doble de los de Liverpool.
Gracias y continuamos.
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Beto Cronopio (Cd. de México). Fan de The Beatles y del rock mexicano de los años 70, incluyendo el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro. Ávido lector de dichos temas.
