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EL OCCIPITAL DE EINSTEIN (CIENCIA)

Frankenstein Moderno

Jesús Madrigal Melchor

Tachas 07
Tachas 07
Frankenstein Moderno

I

¿Quién no recuerda la historia de Frankenstein, escrita por la Inglesa Mary Shelley en 1818, las películas mexicanas del Santo, en las cuales se juega con la creación, y los alcances de la ciencia para generar vida a partir de la muerte?  Resulta que en la edición de Nature del 4 de julio de 2013 se publica un reportaje sobre los trabajos de diferentes grupos de investigación que desarrollan estudios sobre cómo crecer nuevos órganos, los cuales pueden ser usados para trasplantes humanos. El reportaje es realizado por Brendan Maher, editor de reportajes de Nature, el cual citamos a continuación:

Doris Taylor no toma como un insulto cuando la gente la llama Dr. Frankenstein. “En realidad es uno de los elogios más grandes que he recibido”, ella comenta —es una afirmación de que su investigación esta empujando a las fronteras de lo posible. Dada la naturaleza de su trabajo como investigadora de medicina regenerativa en el Instituto Texano del Corazón en Houston Texas, Taylor tiene que admitir que la comparación es apropiada. Ella regularmente toma órganos como corazones o pulmones de seres recién muertos, los reconstruye a partir de las células e intenta regresarlos a la vida, esperando que ellos puedan latir o respirar de nuevo en vida.

Taylor está en la vanguardia de la investigación que busca diseñar nuevos órganos, que permitan trasplantes sin el riesgo de que sean rechazados por el sistema inmune del receptor. La estrategia empleada es bastante simple, en principio. Primero se remueven todas las células del órgano muerto —el cual no tiene que ser de un humano—, luego toma el órgano andamiaje (proteinscaffold) y lo repuebla con células madre inmunológicamente emparejadas al paciente que los necesita. ¡Voilá¡ La escasez de órganos para trasplantes ha terminado.

En la práctica, sin embargo, el proceso está plagado de enormes desafíos. Los investigadores han tenido cierto éxito en el cultivo y trasplante de órganos huecos, relativamente simples, tales como tráqueas y vejigas. Pero el crecimiento de órganos sólidos como el riñón o pulmones significa obtener docenas de células tipo exactamente en la posición correcta, y crecer al mismo tiempo redes completas de vasos sanguíneos para mantenerlos con vida. Los nuevos órganos deben ser estériles, capaces de crecer si el paciente es joven, y por lo menos nominalmente capaces de repararse a sí mismos. Lo más importante es que tienen que trabajar —idealmente, para toda la vida ….

Taylor, quién dirigió algunos de los primeros experimentos exitosos en la construcción de corazones de ratas, es optimista acerca del desafío que existe en la ingeniería de tejidos, "Creo que es eminentemente factible", dice ella, agregando rápidamente: "Yo no creo que sea muy sencillo. Sé que algunos compañeros son menos optimistas”. Paolo Macchiarini, cirujano torácico y científico en el Instituto Karolinska en Estocolmo, que ha trasplantado tráqueas obtenidas por biotecnología en varios pacientes, dice que si bien la ingeniería de tejidos podría convertirse en una rutina para la sustitución de las estructuras tubulares tales como tráqueas, arterias y esófagos, que "no es seguro de que esto va a suceder con los órganos más complejos ".

Sin embargo, el esfuerzo puede valer la pena, incluso si fracasa, dice Alejandro Soto Gutiérrez, investigador y cirujano de la Universidad de Pittsburgh, en Pennsylvania. "Además de que el sueño de tener órganos para trasplante, hay muchas cosas que podemos aprender de estos sistemas", dice —incluyendo una mejor comprensión básica de la organización de células en el corazón y las nuevas ideas acerca de cómo reparar una.

Lo citado es una parte del artículo completo que se puede encontrar en Nature en su número correspondiente al 04 julio de 2013.

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