jueves. 18.04.2024
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Astillas de espejo 2

Víctor Hugo Rodríguez Bécquer

Tachas 10
Tachas 10
Astillas de espejo 2

_Mi padre se derrumbaba si algo me hacía falta || Yo no entiendo su ausencia | no comprendo nada || Sólo sé que su pérdida sobrenada en mis venas || A punto del destierro de la memoria de mi madre | el patriarca es una hoja de afeitar en mi cuello | o es mi madre | o la sombra de sus palabras || Que se queje el pulso a cada pregunta sobre las huellas de mi padre_ ¿porqué no conocí Xochimilco? | ¿Será Cuernavaca el paraíso? || Pero conoció el mar y nunca comprendió por qué las masas nos empeñamos en invadirlo con hipócritas desnudeces || Degustó mariscos con salsas meretrices para cautivar paladares vírgenes porque él siempre fue de tierra adentro y "en el bolsón de Mapimí lo más exquisito son las tórtolas en caldo de cerveza" ||Amaba la letra E y sus pláticas iniciaban -siempre- con esa vocal que nunca obtuvo el primer lugar de la lista || Así era él | el segundo de abordo | sobre todo cuando hablaba mi madre | pero él enmendaba las peroratas de ella con una mirada sola||  Y así pudo ser ella | la matriarca | cuando las razones de mi padre no se sobreponían nunca a las de Ángela | pero las sazonaba con énfasis infaltable desde una eme alargada_ aprobatoria |  negativa| discriminatoria |eme al fin como una extensión de su vocal favorita.

eh_

_Salvador era su nombre y sí lo era_ de todos mis fantasmas |aunque  una nulidad en mis tareas de Mate || "La Historia Sagrada es mejor que ese garambullo de números |-Cómo han de ser los paréntesis de las vidas personales de quienes diseñan tamaños problemas en un lenguaje diferente para que sólo ellos lo entiendan" (?) el paréntesis/ interrogante es mío (de Salvador | mi padre |no lo es |él sí sabía que el valor de Pi es inexacto como un Caracol oculto en las trompas de Falopio sólo porque Eustaquio lo dijo)

_Estoy convencido que algún día Salvador vendrá a mí para que le explique por qué demonios están sus cenizas flotando en el mar y no sus huesos roídos por los animalitos del Paraíso que él  descubrió un día en Cuernavaca_ "átame al bosque| junto a un árbol que dé sombra y deja en la bolsa de mi camisa un billete para que nadie me desamarre ni moleste" 

_No he cumplido| cabalmente| esta voluntad de un minero casi analfabeto| porque no se me dio la maldita gana de abandonarlo a su promiscua muerte de compartirse con tantos bichos pululando esos bosques infectos y por alguna sabia opción acerté en esparcirlo  -a pleno alta mar- lo más cercano posible a Puerto Marqués| donde él gustaba de los huachinangos bien fritos| en Acapulco_

Julio 2013