Es lo Cotidiano

Cambio de semáforo

Juan Carlos Mares Páez


A Patxi

 

Puede ser esta lluvia de junio el pretexto perfecto para utilizar la tinta remanente de la vida
Tengo la edad exacta para arrancarle palabras a la nostalgia; esa perra que me acecha ahora, dulcemente me acecha y no tarda en darme su mordisco habitual.
Camino por calles y bulevares de esta ciudad y me doy cuenta que apenas la conozco, como la felicidad que me vendieron en aquellos cafés juveniles
de la melancolía.
La mano de mi padre se ha ido hace un par de años y él sigue caminando sin mí
Como yo ahora de mí mismo,
Espero cruzar la calle y el semáforo en rojo no cambia; las esperas han liquidado cualquier esperanza de continuar como ahora, como hoy
Como este día de junio
Como estas horas de junio
Como estas cuatro y persistentes ausencias
Como la mía propia
Y este hastío de las once y treinta de la mañana
Este correr encabronado de diario hacia ninguna parte
Esta puta búsqueda de la calle correcta
De encontrar la señal adecuada
Las ternuras necesarias a la vuelta de las esquinas
La lluvia no cesa, afortunadamente no cesa y sigo detenido
Esperando el cambio de color del semáforo
Esperando el color verde que me diga que puedo continuar aunque no sepa a dónde
Tengo todas las horas precisas de la vida atadas al cuerpo
Sé que debo continuar a pesar de haber visto la sonrisa de la muerte en Campo de Fiori apenas a tres mesas de distancia; dulcemente sonreía, bailaba su samba favorita para atraerme a sus brazos, a sus labios delgados pero aplacé su beso definitivo
Y estoy aquí con los sonidos de la ciudad sobre la piel
Con los acordes de las melodías favoritas de mis hermanos en los oídos; George Harrison ha dejado de cantarle a su dulce señor, como tú César, cuando pasabas por el túnel de la abstención obligada de la mariguana;
Daniel Santos ya no le canta a su virgen de medianoche, como tú Antonio
Cuando el alcohol te faltaba en la madrugada y tu cuerpo era la réplica del desaliento
Por eso escribo, tal vez por este vicio de querer un amor que nunca ha llegado, por esta necedad de agotar la tinta y el enésimo dolor
Por eso quiero, a pesar de todo, recuperar el aliento que me heredaron
Por eso quiero cantar en medio de la lluvia, escuchar la voz de mi padre festejarlo y oírlo deletrear I am singing in the rain
No quiero que las hojas en blanco me rompan la madre, que esta lluvia disimule mis lágrimas
Pues hoy quiero cantar y llorar
Cruzar calles o bulevares; aquí, en Barcelona o París da lo mismo, cualquier ciudad cincela el atrevimiento de vivir sin el apuro obligado del poema
De pervivir por la quimera ocasional de la palabra
La que diga que estoy aquí
Bajo esta lluvia fría y pertinaz
En espera del cambio de semáforo
Y siento que me lleva la chingada.

 

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Tachas 010
Cambio de semáforo