viernes. 19.04.2024
El Tiempo
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Dos o tres verdades

Juan Manuel Bonilla Soto

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Tachas 010
Dos o tres verdades

Digo horóscopo y de nada sirve la simulación,
  porque lo que en realidad quiero decir
  es una tarde con toda la magenta que la iluminaba,
  con todos sus pasos, con todas sus palabras.

No hubo necesidad de pronunciar algunas cosas,
  te multiplicaste en miradas
  y tu tacto fue la más firme constancia,
  era cárdeno, cardinal y no tuvimos miedo de extraviarnos
  a pesar de la temperatura que todo lo abrasaba.

Ahora digo zafiro y es la noche de casi todo mayo,
 es la hora en la que la efeméride
 se convirtió en refugio de una sola mente
 y el café trastoca alguno de sus últimos rituales.

Ahora digo ¿pero qué demonios digo?,
 si esta calma no es palabra
 y la palabra silencio es una tiranía,
 y la palabra ausencia es una cábala con ocho ojos,
 es una emboscada de la que no escapa ni un solo minuto
 y la cafetera es una confidente de una sola taza.

Tengo que decir azabache
 porque el calendario cumple su promesa
 y estoy en medio de una vorágine llamada junio
 y el verano corre a mi encuentro,
 con sus zancadas húmedas,
 con sus recuerdos escurriendo,
 a salvo en la cornisa de esa calle poco transitada,
 y no puedo conjurar la lluvia, ni sus bendiciones, ni sus riesgos,
 ni todos los años de torrente y,
 por si el presagio que se cumple fuera poco,
 los regateados 5.8 grados Richter de anoche
 nos encontraron expiando nuestro propio sismo,
 temblando de miedo, de frío, de orgullo, de soledad.

Temblando de ausencia.