martes. 23.04.2024
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¡Viva Aguascalientes!

Elena Bernal Medina

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Tachas 010
¡Viva Aguascalientes!

No soy de aquí ni soy de allá
No tengo edad ni porvenir
Y ser feliz es mi color de identidad.

Alberto Cortez

Cuando a uno le presentan a una persona, generalmente pregunta ¿en qué trabajas?... ¿eres de aquí o de otra ciudad?... en fin… preguntas que parecen fácil de contestar pero que a fin de cuentas te cuestionan sobre tu identidad.

Uno es de la ciudad en la que nace, en la que vive y en la que convive por una o varias circunstancias; así que desde este punto de vista, yo soy de México, D.F., por nacimiento, de Aguascalientes por ser la ciudad donde vivo y me he formado como artista, como profesionista y ser humano y también podría decir que soy hija adoptiva de Zacatecas, por mi arraigo genético, pues mi abuela materna era de Jerez, por mi filiación artística y académica con personas que son zacatecanas o viven y aportan su semilla en esa hermosa ciudad.

Entonces como dice la canción: no soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidadl

Ahora me pregunto, ¿qué es lo que te hace ser de un lugar?... el día 13 de julio asistí a la boda de mi prima Karen y por tal motivo vinieron familiares del D.F., Natalia, la hija de mi prima Kiki, de aproximadamente seis años, le dijo a su mamá que cuando fuera grande se iba a casar en ese mismo salón, entonces mi tía Cristy, su abuela, le preguntó que si con uno de Aguascalientes y ella inmediatamente dijo  —No, porque los de aquí hablan “Naranaranaaaaaaaaaara”, y no les entiendo. Lo que nos quiso decir es que los hablantes de aquí, alargamos mucho las palabras, que mejor se iba a casar con uno de México.

Es justamente el acento una de las características de los integrantes de una ciudad, además de los famosos regionalismos que le dan sabor a la conversación y en muchas ocasiones sólo entienden los del lugar, quién más, que alguien de Aguascalientes,  puede comprender cuando en vez de decir que algo está revuelto o complicado, se dice que está bien “reborujado”, o cuando se cierra la frase con un “Saaaaaaaaaaaaaaaaaaaabe”, infinito, como si ‘x’ persona fuera a responder ‘sí, yo sé’; o cuando para decir ‘me gusta muchísimo’  en su lugar se dice “me gusta bien mucho”, para que no quede duda.

Pero son justamente los fuereños, las personas que notan estas particularidades del hablante en la ciudad que visita, que dicho sea de paso, también ellos aportan sus frases al platicar, para hacer en el momento, buenas combinaciones o préstamos lingüísticos.

La ciudad es un ente vivo que se transforma todos los días sin que uno se percate de ello; cambia los aromas, de fisonomía, de colores, se mezclan los sabores culinarios con las personas que llegan para quedarse o estar de paso, sin dejar de lado sus platillos predilectos que encontramos en el puesto de la esquina y  el mercado; entonces uno puede ver el típico puesto de birria, con su salsita de jitomate, su cebollita picada y sus tortillas hechas a mano, junto a un puesto de sopes estilo D. F., que son como los famosos huaraches, con frijolitos y carne de bistec, cubiertos de salsa de tomate o chile mora; a un lado de las típicas gorditas rellenas de diversos guisados, ya sea lengua, costilla, mole, arroz, nopales con papas, con queso asadero o solas, según sea el gusto del cliente, ya sean normales, ‘picadas’ o ‘chiqueadas’ como también se les dice cuando se fríen en manteca; y no se diga de esa mezcla internacional que también se da, al encontrarnos  en la misma calle, un restaurante de cocina china, donde nos ofrecen una variedad de platillos orientales pero con un toque latino, porque las cocineras son mexicanas y se incluye el picante para sazonar el arroz oriental.

Aguascalientes es policultural, como su internacional feria de San Marcos, donde se permite todo durante tres semanas consecutivas. En un mismo día podemos asistir a una fiesta parroquial y ver a los danzantes venerando a la virgen o al santo que se festeje, también podemos asistir a ver un grupo de música rock que se presenta en un espacio cultural, como a la “Orquesta sinfónica de Aguascalientes”, donde apreciaremos un concierto de Vangelis o Mozart con la dirección de un director invitado y la ejecución de músicos extranjeros.

Aguascalientes es también, una mezcla arquitectónica de tradición, con su templo de San Antonio, su jardín de San Marcos, su desolada estación de ferrocarriles, donde trabajaron muchos de nuestros antepasados; en las calles del centro podemos apreciar casas antiguas de muros de adobe y paredes altas, con zaguán y patio en el centro de las recámaras, y si somos más sensibles podremos percatarnos hasta de los fantasmas que han habitado ahí por generaciones; en contraste con una planificación urbana en la periferia de la ciudad, de colonias y más colonias con casas de 90 mts., cuadrados, construidas con economía de materiales, con una o dos recámaras donde sólo cabe la cama, en la cocina se excluye el refrigerador y en el baño, el lavabo. Casas que forman parte de delegaciones con características propias donde habitan niños que jamás han ido al centro de su ciudad y creen que Aguascalientes es hasta donde llega su vista, su léxico hasta los vocablos que conocen de su mínima realidad y comida hasta donde llega su escasa economía.

Pero Aguascalientes es con los personajes de antaño y los de ahora, los que también le dan un toque especial a la ciudad, como el inolvidable “Juan sin sueño”, que vive en la memoria de todo aquél que en alguna madrugada tuvo ganas de un dulce, un chocolate, un cigarro y fue a la calle Rivero y Gutiérrez, casi esquina con Juárez, a buscarlo, en busca de su antojo, seguro de que lo encontraría, sin importar que fuera la una de la madrugada; claro que estoy hablando de un tiempo donde no había OXXOS, ni tiendas de este tipo.

Otro personaje que viste y calza es el inconfundible Zenaido Muñoz, promotor cultural independiente, quien siempre trae carteles y programas de mano de todos los eventos que se presentan de arte y cultura, sin olvidar su cámara para registrar fotográficamente  obras de teatro, espectáculos dancísticos, entre otros.

Zenaido es un personaje que también actúa en teatro, cine y televisión y que además por las noches se pone a botear dándole vida a alguno de sus títeres, mientras espera que algún funcionario le destine un espacio para su galería artística de carteles y programas, que ha almacenado por tantas décadas.

Les digo, Aguascalientes es lo que se mira a simple vista y lo que se dice entre dientes, en frases cortadas, para que lo entiendan sólo algunos, también es lo que se vislumbra en la mirada de la gente,  en el caminar lento o apresurado de los transeúntes cuando van a su trabajo, a una cita o simplemente caminan por las calles de la ciudad, donde puedo intuir un mundo subterráneo que casi nunca sale a la luz.