jueves. 18.04.2024
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EL PARIETAL DE CHOMSKY (COMUNICACIÓN Y LENGUAJE)

Disponibilidad léxica en el nivel secundaria de Zacatecas

Mónica Muñoz

Disponibilidad léxica en el nivel secundaria de Zacatecas

Son cotidianas las publicaciones en los diarios con la vieja noticia: “Bajo rendimiento en español y matemáticas”, anunciaba a ocho columnas el diario; como subtítulos la nota tenía los enunciados “urge que las autoridades educativas replanteen las estrategias en educación primaria y en nivel secundaria; los resultados son muy preocupantes” y “Zacatecas, con los puntajes más bajos”.[1]

        Recuerdo —hace más de dos años— cuando la misma noticia fue dada en el estado de Zacatecas el escándalo, la pena, los nuevos planes de acción, que se armaron. Como estrategia política a los resultados de la bajísima comprensión de lectura que se diagnosticó en nivel nacional, en nuestra entidad tomó fuerza aquello de fomento a la lectura y a partir de entonces, una vez al mes, una estrella —que desde luego perteneció o pertenece al canal de las estrellas— visitó la capital de Zacatecas para leer poemas en una pequeña sala de un museo o de una cafetería, donde no cabían más de 20 personas. Y así se combatieron los vergonzosos resultados que dejaron a nuestro sistema educativo por los suelos.

        En fin, ayer —por mera curiosidad o quizá por el mero morbo de saber qué se argumentaría para justificar el viejo encabezado— compré el periódico. El contenido de la nota me pareció tan impreciso, tan ineficaz, que no puedo dejar de contárselos hoy. Como dice mi madre qué Dios nos agarre confesados porque la explicación y las soluciones al ineludible —pero siempre postergable— problema, aunque estaban escritas en español, había que ser chino para entenderlas (lo que pasa es que también soy parte de aquellos bajos índices, dirían algunos) porque eran del tipo:

La humanidad está ahora inmersa en la era de la comunicación universal, y sin embargo, se vive en un mundo sujeto a muchos riesgos (…) La realidad incoherente en que se encuentra y el crecimiento económico sin futuro promisorio para la humanidad no pueden considerarse más como el camino fácil hacia la conciliación del progreso material y la equidad (…) Si Zacatecas realmente “quiere conjurar el déficit de conocimientos tan radicalmente vinculado al subdesarrollo, al fracaso escolar y al rezago sociocultural”, se debe dar prioridad al reglón educativo (…) Es imperativo que la escuela asuma las funciones sustantivas que la encadenen al progreso social: contribuir al desarrollo sostenible, a una nueva cultura social, científica y educativa.[2]

                                                                           

Y en concreto, qué se dijo en tal nota  —en serio, al final no lo supe— o no supe más de lo que siempre se dice al respecto en el discurso político donde los culpables y los capaces de dar solución siempre serán los otros, los otros a los que nadie conoce.

La nota no me habría alarmado si hubiera estado basada en declaraciones políticas, sin embargo fue escrita a partir una investigación académica de docentes del nivel superior ¿y qué se dijo?, nada, enunciados en doble sentido que no tienen ni principio, ni fin; la culpa y la solución está en “los malosos, los sacadólares, los saqueadores, los extranjerizantes, los oscurantistas y los mensajeros del pasado (…) expresiones que no significan, significaron, ni significarán nada en este amado país.”[3]

Así que me enorgullezco de pertenecer a un grupo que investiga, que propone mucho más allá que discursos al vacío. Un grupo que con la idea de una mejor calidad de vida a partir del conocimiento, de la escuela, se sumerge en los problemas concretos pero no para ahogarse sino para ofrecer caminos de solución, dentro de estos caminos se encuentran las aplicaciones de la disponibilidad léxica

        Juan López Chávez, dice al respecto:

Resulta, pues, que el léxico disponible se obtiene por medio de una encuesta directa —que como ya se ha visto se basa en el principio psicológico de la asociación de ideas—: se le pide al informante que produzca todos los vocablos que pueda relacionar con un centro de interés dado en una cantidad fijada previamente —como hacían los franceses— o durante un determinado lapso de tiempo —tres minutos en las investigaciones mexicanas.[4]

    

El léxico fundamental se divide en léxico básico y léxico disponible, puede definirse como “el conjunto de palabras que los miembros de una comunidad determinada conocen. (…) por un lado tenemos los vocablos que utilizamos para comunicarnos en cualquier circunstancia y sobre cualquier tema, vocablos que tienen una alta frecuencia de aparición en casi cualquier contexto; y por el otro están las palabras familiares que si bien son muy conocidas por la comunidad hablante sólo se emplean en circunstancias determinadas al tratar temas específicos: se trata de palabras cuya frecuencia es baja —excepto en contextos muy específicos.”[5]

Al léxico disponible corresponden las palabras que aparecen sólo en determinados contextos, el hablante únicamente las utiliza —de vez en cuando—, por lo cual, contrario a las del léxico básico, se les llama inestables. El léxico disponible está integrado de manera especial por sustantivos, así como por algunos verbos.[6]

La forma de investigar el léxico disponible incluye los llamados centros de interés, los cuales son “estímulos que permiten que los informantes lleven a cabo un proceso de recuperación de memoria para traer a la luz las palabras que en su mente estén relacionadas con el tema —por decirle así— que tal centro de interés propone.”[7]

Así, tenemos como objetivo de nuestra investigación estudiar el comportamiento del léxico disponible de los estudiantes de secundaria de Zacatecas, de acuerdo al sistema de educación media básica que cursan. De tal manera que el universo es conformado por la Secundaria Técnica 34, ubicada en la calzada Jesús Reyes Heroles; la Secundaria Federal Salvador Vidal, de la colonia Hidráulica de la ciudad de Zacatecas y —debido al reducido número de alumnos— dos secundarias privadas: el Instituto Edison y el Liceo de Guadalupe.

De cada año escolar se utilizaron para el corpus 30 encuestas, 15 de hombres y 15 de mujeres, como fue difícil encontrar dicha proporción en un solo grupo escolar ─cuando fue necesario─ se aplicó el ejercicio en otro grupo del mismo año y de la misma secundaria, lo que nos da el total de 270 informantes, 90 de cada sistema educativo de nuestro interés.

Los centros de interés

En el primer Centro de interés, “Las partes del cuerpo humano”, tomando en cuenta los vocablos registrados hasta el 75 por ciento de frecuencia acumulada, los alumnos de secundaria particular producen 34 vocablos, los de secundaria federal 30 y los de secundaria técnica 27.

  ‘Ojo’ ocupa el primer lugar en la escuela privada y en la federal, sin embargo el primer vocablo de la secundaria técnica es ‘pie’, el cual se encuentra en los sistemas antes nombrados hasta el lugar 5; tal hecho implica una forma muy distinta de concebir, por lo menos de pensar, el cuerpo humano.

  En el Centro 02, relativo a “La ropa: vestido y calzado”, los adolescentes de secundaria particular registraron 30 voces, los de federal 23 y lo de secundaria técnica 22. Aunque los tres conjuntos producen las mismas voces en las primeras posiciones, hay mayores coincidencias entre los dos sistemas públicos. Sin embargo, un encuentro entre los tres conjuntos puede ser el dado por ‘tanga’ que ocupa el lugar 23, 23 y 22.

  Vocablos que aparecen en la muestra de secundaria privada, que no aparecen ni en secundaria federal ni en técnica son ‘jeans’, que es un extranjerismo, ‘corbata’, ‘bufanda’, ‘pescador’, ‘chaleco’, y ‘guante’; voces que indican una mayor complicación —más allá de lo necesario— al vestir.

En el Centro de interés 03, “La casa el interior y sus partes”, realmente no hay una diferencia cuantitativa entre los tres conjuntos si tomamos en cuenta que la secundaria particular únicamente aventaja a las públicas con tres voces, de tal manera que ésta registró 21 vocablos mientras que tanto la técnica como la federal 18.

  ‘Baño’ se encuentra en los tres universos en el lugar 1; ‘cocina’ en el lugar 2 es compartido por la escuela privada y la secundaria técnica. ‘Recámara’ que en la secundaria particular está en la quinta posición se registra hasta el 11 en la federal y en el 7 en la técnica, secundaria cuyos estudiantes produjeron ─en cambio─ ‘cuarto’ en el tercer lugar del índice de disponibilidad léxica.

En “Muebles y enseres domésticos”, el Centro 04, nuevamente quienes tienen una mayor producción son los estudiantes de la secundaria privada puesto que registran 44 vocablos, frente a 35 de la secundaria federal y 36 de la técnica. Los tres universos tienen en el primer lugar del índice de disponibilidad léxica ‘cama’, sin embargo en adelante las coincidencias no son muchas; comparando los 3 conjuntos resulta que en la mayoría de las voces la posición es variable desde 1 hasta 4 ó 5  casillas.

  Los alumnos de la secundaria particular tienen una mayor inclinación hacia los extranjerismos, en este centro de interés sostenemos tal aseveración tomando en cuenta que ‘clóset’ está en la posición 14 y ‘ropero’ en la 20. En cambio, con los estudiantes de secundaria federal se tuvo ‘ropero’ en la posición 11 y ‘clóset’ en la 16; los muchachos de la secundaria técnica registraron ‘ropero’ en la posición 5 y ‘clóset’ en la 26.

En el Centro de interés 05, “Alimentos: comidas y bebidas”, los alumnos de secundaria particular produjeron 85 vocablos, los de secundaria federal 72 y los de secundaria técnica 60. En las tres primeras posiciones aparece ‘refresco’; luego coinciden la secundaria privada y la federal con ‘agua’ en la segunda posición; sin embargo, los alumnos de la escuela técnica en la segunda posición tienen ‘sopa’, un vocablo que aparece en sexto lugar en la escuela privada y en cuarto lugar en la escuela federal. 

En el Centro de interés 06, “Objetos colocados sobre la mesa”, los alumnos de escuela particular produjeron 50 por ciento más que los estudiantes de secundarias particulares, 15 voces frente a 10.

  Los tres conjuntos tienen en la primera posición ‘plato’; sin embargo, en el espacio siguiente la escuela particular produce ‘tenedor’; la federal ‘vaso’ y la técnica ‘cuchara’. Los vocablos que los alumnos de secundaria privada producen, a diferencia de los de escuelas públicas son ‘copa’, ‘jarra’, ‘taza’, ‘cubiertos’ y ‘vela’.

En el Centro de interés 07, “La cocina y sus utensilios”, los resultados varían de manera significativa en comparación con otros centros, ya que la secundaria privada produjo 14 vocablos, la secundaria federal 26 y la secundaria técnica 25; es decir que quien había llevado la delantera en este centro queda atrás contundentemente. El orden de la aparición de voces demuestra que la secundaria privada omite lo que produjo en el centro anterior, de manera que registra utensilios poco comunes, poco populares, si se compara con las otras dos escuelas, tales son ‘medidor’, ‘cocineta’, ‘molinete’ y ‘ensaladera’ en las primeras cuatro posiciones.[8]

  Los universos restantes lo que registran es ‘cuchara’ y ‘estufa’ en los dos primeros lugares, en el tercero la secundaria federal produce ‘cuchillo’ y la secundaria técnica ‘plato’. Desde luego, en el resto de las voces las coincidencias están entre las instituciones públicos y —por el contrario— hay grandes diferencias con la escuela privada.      

En el Centro 08, “La escuela: muebles y útiles”, los alumnos de la secundaria privada llegaron al 75 por ciento de frecuencia acumulada con 45 vocablos, los de la federal con 29 y los de la técnica con 36. Por primera vez hay mayor cercanía entre la escuela particular y la técnica —cuantitativamente hablando—; la federal queda atrás, a pesar de que hasta este punto de nuestro análisis era quien más había compartido con los otros dos universos.

  Sin embargo, de manera cualitativa, hay un mayor encuentro entre las escuelas públicas. En la muestra de secundaria particular se registra en primer lugar ‘lápiz’ y ‘pizarrón’ en el segundo; en las públicas los vocablos se producen de forma contraria, primero ‘lápiz’ y después ‘pizarrón’. ‘Pluma’ se encuentra en tercer lugar con los alumnos de privada, en cambio se registra hasta los lugares 5 y 6 con los otros dos universos.

El Centro de interés 09, “Electricidad y aire acondicionado”, hay una mayor cantidad de voces de los alumnos de escuela particular, específicamente 39 frente a 33 de los de secundaria federal y 28 de los de la técnica. ‘Televisión’ se encuentra en primer lugar con los alumnos de secundaria privada, en segundo con los de escuela federal y en tercero con los de escuela técnica. En la segunda posición se localiza ‘foco’ en el universo de institución particular; tal vocablo se encuentra en la primera posición en las escuelas públicas.

  Indudablemente la disponibilidad léxica tiene una relación directa con el conocimiento del mundo y ─por lo tanto─ con la forma de vida de los informantes, por ello entendemos que sean voces exclusivas de la secundaria particular ‘i-pod’ y  ‘laptop’, además de  ‘energía’ y  ‘cargador’; mientras que en la escuela federal lo es ‘switch’; la institución técnica no produce exclusividades. 

De manera cuantitativa, también en el Centro 10 la secundaria particular lleva la delantera puesto que produce 80 voces, frente a 68 de la federal y 67 de la técnica. En los vocablos de mayor índice de disponibilidad léxica, los de las primeras posiciones, hay coincidencias en los tres conjuntos, sin embargo no coincidencias idénticas ya que, a pesar de que se trata de las mismas voces, varía el orden de aparición.

En el centro de interés 11, “La naturaleza”, la producción de alumnos de escuela privada es de 75 vocablos, mientras que las dos secundarias privadas empatan con 44 voces. Este es quizá el Centro donde el número de vocablos de ventaja es especialmente significativo, ya que se trata de 31 voces. ‘Arbol’ se encuentra en los tres universos en la primera posición.

  En el Centro de interés 12, “Medios de transporte”, existen mayores coincidencias cuantitativas entre la secundaria privada y la secundaria federal ya que la producción de voces de la primera es de 21 y la de la segunda es de 19, en cambio la secundaria técnica sólo registra 15.

  Y en lo referente al Centro de interés 13, “trabajos de campo y jardín”, la secundaria particular produce 58 vocablos, frente a 51 de la secundaria federal y 52 de la técnica; tomando en cuenta el alto número de voces en los tres universos la diferencia de 6 es mínima.

En el centro de interés 14, “Los animales”, los adolescentes de la escuela privada producen 61 vocablos, los de federal 46 y los de secundaria técnica 45. ‘Perro’, ‘gato’, ‘caballo’ se mantienen en las primeras posiciones en los tres conjuntos, sin embargo este último vocablo se encuentra en lugar 4 en la secundaria particular, en el 1 en la federal y en el 3 en la técnica.

En el centro de interés 15, “diversiones y deportes” la producción de vocablos fue de 60 por los alumnos de secundaria privada, 50 para la escuela federal y 47 para la técnica. En las tres muestras ‘futbol’ y ‘basquetbol’ se encuentran en las dos primeras posiciones, luego tienen lugares muy cercanos ‘volibol’ y ‘basquetbol’.

Voces exclusivas de la escuela privada son ‘snowboard’, ‘spining’, ‘críquet’, ‘surf’, ‘waterpolo’, ‘esquí’, ‘cachibol’ y ‘matatena’, como puede verse, se trata primordialmente de extranjerismos.

En el centro de interés 16, “Profesiones y oficios”, los alumnos de escuela privada producen 76 vocablos frente a 54 de la secundaria federal y 47 de la técnica. En los tres grupos de encuestados los primeros dos lugares están ocupados por las voces ‘maestro’ y ‘doctor’, además el 75 por ciento de frecuencia acumulada es alcanzado con ‘pediatra’ por la secundaria particular y la federal, mientras que tal vocablo no aparece en la institución ‘técnica’. Las voces exclusivas de la escuela privada son ‘químico’, ‘senador’, ‘sexoservidora’, ‘basquetbolista’, ‘científico’, ‘gobernador’, ‘modelo’ ‘striper’ y ‘matemático’, mientras que las realizaciones únicas de la secundaria federal son ‘prostituta’, ‘luchador’, ‘biólogo’ y ‘maistro’. La voz producida únicamente por la secundaria técnica es ‘teibolera’, un extranjerismo.

Queremos agregar una cita de Juan López Chávez mediante la cual puede entenderse lo que arriba hemos explicado; nos referimos al hecho de que en 15 de los 16 centros de interés la institución particular llevó la delantera,

No me parece (…) que la diferencia entre la competencia lingüística de los alumnos de escuela oficial y de escuela particular se deba precisamente al tipo de escuela. Quiero decir que no hay evidencia que demuestre que los contenidos o los métodos de lo que se enseñe en ellas sea lo que incida sobre tan clara divergencia. Lo que parece influir directamente en eso es la diferencia sociocultural previa —por decirlo de alguna manera— de los sujetos que estudian en los dos tipos de escuela. Lo que estoy diciendo concretamente es que mi hipótesis se desarrolla en el sentido de que la escuela —sea como sea— es poco eficaz para conseguir que los alumnos incorporen vocablos a su competencia lingüística. De esta manera, lo que aprenden en el terreno léxico escasamente proviene de la escuela en que estudian. Si hay, entonces, una diferencia entre la competencia léxica de estudiantes de un nivel sociocultural favorecido y de otros que no lo son, esa divergencia se mantendrá independientemente del tipo de escuela a que acudan.[9]

 

 

Podría pensarse que lo dicho en la cita anterior salva a las instituciones públicas, puesto que los bajos resultados en disponibilidad léxica serían un reflejo del entorno sociocultural que el individuo vive y no de la secundaria a la que asiste; pero es precisamente eso lo que da mayor responsabilidad a las escuelas oficiales. Y lo cierto —y concreto— es que el crecimiento del léxico en el nivel secundaria es muy bajo, incluso dentro de las instituciones privadas.

Así, es cierto que cada individuo es resultado del nivel sociocultural que le tocó vivir, pero ya que el mundo igualitario sólo se ha visto realizado en la Utopía de Tomás Moro, la escuela, que presume de ser laica, gratuita y pública, o sea hecha para todos, debería preocuparse realmente por proporcionar al individuo las herramientas para vivir que la cuna no le dio. Desde luego, mucho más allá del discurso y de las soluciones ramplonas, sólo entonces el estudiante podrá alcanzar el dominio de un vocabulario que le permita comprender y crear su mundo, independientemente de su extracción social.

 

No sé si sería necesario abundar en lo grave y peligroso que resulta que los alumnos de escuelas oficiales tengan un desempeño lingüístico significativamente inferior a los de escuelas particulares, pero que éstos, asimismo, presenten un desarrollo pobre comparado con el que podrían tener.

No olvidemos, por último, que la única posibilidad, entonces, que un estudiante de nivel sociocultural bajo tiene de incrementar su competencia lingüística y pertenecer a la norma de prestigio —lo que es fundamental por razones diversas— es la escuela, puesto que su entorno no favorece tal. Si la escuela no lo hace, no le queda camino alguno en este sentido.[10]

 

Así que vamos a invitar —a todos los se quejan y se atisban por los diagnósticos terribles que en las dos inteligencias escolares: el español y las matemáticas, tenemos— a tomar la responsabilidad que a cada cual le toca, a marcar pasos objetivos.

 

Seguimos sin saber cuál fue el error de diciembre, pero como no podemos entenderlo, en vez de reconocer la frustración que eso nos provoca y la impotencia en que nos hunde, lo agarramos a choteo. ¿Será porque la cultura popular dice que los mexicanos nos reímos de todo? Quién sabe. Lo que sí sabemos es que gracias a estas ambigüedades lingüísticas seguimos nadando en un mar de palabras huecas que ahuecan nuestro espíritu. Nadie puede cultivar su parcela si no conoce el tipo de tierra que hay en ella. Y nosotros ni siquiera sabemos qué terreno pisamos.[11]

       

 

[1] Juan Castro, El sol de Zacatecas, 1 de octubre de 2007, p. 1.

[2] Ibidem, p. 9.

[3] Rosaura Barahona, “Palabras huecas”, en Leer para pensar, Alambra, México, 1995, p. 16.

[4] Juan López Chávez, ¿Qué te viene a la memoria? La disponibilidad léxica: teoría, métodos y aplicaciones,  Unidad Académica de Letras, Universidad Autónoma de Zacatecas, Zacatecas, Zac., 2003, p. 35.

[5] Ibidem, p. 33.

[6] Elizabeth Luna Traill et. al. en el Diccionario básico de lingüística definen el léxico básico como el conjunto de vocablos de mayor estabilidad y muy alta frecuencia que se utiliza en cualquier situación al hablar de cualquier tema; al léxico disponible lo explican como el conjunto de vocablos ampliamente conocidos por los hablantes y absolutamente familiares para ellos, pero que aparecen únicamente en determinados contextos. Elizabeth Luna Traill, et. al., Diccionario básico de lingüística, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2005, p. 133.

[7] Juan López, Chávez, op. cit., p. 31.

[8] Queremos aclarar que las instrucciones a la hora de aplicar el cuestionario de disponibilidad léxica fueron exactamente las mismas en los diferentes grupos, específicamente nos referimos al momento en que se hizo hincapié sobre que podían repetirse los mismos vocablos en distintos centros de interés por lo nos sorprenden todavía más las grandes diferencias entre un universo y otro en “La cocina y sus utensilios”.

[9] Juan López Chávez, op. cit,. p. 67.

[10] Ibidem, p. 67.

[11] Rosaura Barahona, op. cit., p. 17.