sábado. 20.04.2024
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EL PARIETAL DE CHOMSKY (COMUNICACIÓN Y LENGUAJE)

Destrezas y vocabulario

Gabriela Cortez Pérez

Destrezas y vocabulario

 

La enseñanza del español como lengua materna contempla cuatro destrezas básicas: hablar-escuchar y escribir-leer, las dos primeras se adquieren por el entorno, las últimas son una continuación que debe ser proporcionada por instituciones, las cuales deben brindar la enseñanza de la lectura y escritura de manera gradual en cuanto a complejidad, para que, conforme vaya avanzando en las diferentes etapas de educación, el alumno obtenga una correcta comprensión y producción de lo que redacta y de lo que lee, porque

los jóvenes acceden a la enseñanza universitaria sin poseer las debidas estructuras de vocabulario, gramaticales y de discurso, por lo que se ven limitados seriamente en sus estudios, puesto que muchos son incapaces de comprender a cabalidad lo que leen y de hacerse entender adecuadamente por escrito.

Pienso que la mencionada incapacidad se debe a que la enseñanza del español como lengua materna ha estado marcada por la falta de delimitación del objeto que se enseña, por la carencia de un orden secuencial en lo enseñado y, como consecuencia de lo anterior, por la ausencia de una planificación conveniente y cuidadosa, que prevea qué, cuándo y cuánto se va a enseñar.[1]   

Si el propósito primordial de la escuela es dotar a los alumnos de competencia lingüística, ésta no se logra, en gran parte, porque la enseñanza se torna insuficiente debido al léxico, esto es, si el hablante no puede cambiar de registro o estilo conversacional no es porque no quiera adecuarse al contexto o no tenga la necesidad de hacerlo, sino porque no puede, pues desconoce los términos de ese ámbito.

Para hablar del dominio aceptable de una lengua en cuanto a léxico es preciso remitirnos a los vocablos que conoce, comprende y utiliza el hablante, es decir, a su competencia léxica, que en Sobre la enseñanza… se define como:

el conocimiento que cada hablante tiene del lexicón de su lengua, es decir de la totalidad de las palabras que integran el vocabulario de dicha lengua. Hablamos del saber internalizado del individuo sobre las propiedades léxicas de las palabras, del grado en que el hablante participe del inventario total de vocablos de su idioma natal.[2]

El alumno que egresa de la universidad debe conocer alrededor de nueve mil vocablos, pero, de acuerdo con un conteo rápido, los alumnos de bachillerato de la Universidad Autónoma de Zacatecas ingresan a la licenciatura con poco más de la mitad de lo que se ha contabilizado del léxico básico;[3] respecto al léxico disponible está ya Un modelo para la planificación de la enseñanza del vocabulario con fundamentos en el léxico disponible de universitarios zacatecanos de Hernández Solís. En lo referente a los cultismos y terminologías no hay estudios cuantitativos. Si tomamos esto como referencia, los aspirantes a una licenciatura deberían aprender unos cuantos miles de vocablos durante las vacaciones.

Si tomamos en cuenta que un total de 9000 mil vocablos del léxico fundamental de la lengua —5000 vocablos del léxico básico, 3000 del léxico disponible, más 1000 del léxico culto y las terminologías— debe programarse a lo largo de doce años de enseñanza preuniversitaria, estamos pensando en subconjuntos de aproximadamente 750 vocablos por año; pero la división aritmética no resuelve el problema lingüístico, pues no se habrán considerado la selección y los ordenamientos de las listas de vocablos que habremos de ofrecerles a nuestros alumnos, y mucho menos se habrán evaluado las transformaciones que el lexicón mental sufre con los procesos de adquisición de la lengua. [4]

Así, la incorporación del vocabulario de manera gradual, planificada y totalizadora, podría dotar a los alumnos del léxico que les permitirá desenvolverse adecuadamente en el ámbito académico, laboral y cotidiano.

 

[1] Marina Arjona Iglesias, “Sustentos básicos para la enseñanza del español” en Paedagogium, México, Centro de Investigación y Asesoría Pedagógica, Núm. 5, mayo-junio 2001, p. 29.

[2] Juan López Chávez y Marina Arjona Iglesias, Sobre la enseñanza del español como lengua materna, edĕre, México, 2001, p. 24.

[3] Durante la elaboración de mi tesis de licenciatura, para el apartado de léxico, hice un conteo con una muestra representativas de los vocablos que conocían los estudiantes de bachillerato de la UAZ de acuerdo con la lista de 5 000 palabras del Frecuency Dictionary of SanishWords. Los alumnos conocían un poco menos de tres cuartas partes de los vocablos presentados.

[4] Juan López Chávez, “Léxico y enseñanza de la lengua materna”, en Actas del I encuentro sobre problemas de la enseñanza del español en México, UNAM,México, 1995, p. 96.