martes. 23.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

EN CAPILLA

Hacer poesía con todo el cuerpo | Sergio Luna

Francisco Rangel

Hacer poesía con todo el cuerpo | Sergio Luna

Hablar de Sergio Luna es hablar de un poeta, algo así como cuando habla uno de un vendedor y resulta que éste te regala el producto que te llevas pero te cobra la risa, el suspiro, el tropezón al entrar a la tienda. Es un tipo extraño, sí, pero es de una paz salvaje, un oxímoron en pleno. pero qué les cuento; mejor platiquemos con él.

¿Qué es un poema?

Una revelación, un espacio donde la palabra nos conduce a una nueva claridad de sentido.

¿Cómo se hace un poema?

Con todo el cuerpo, con la voz afinada en todo el cuerpo.

¿Qué es preferible, la emoción, la musicalidad, la idea o la imagen dentro de un poema?

Lo que ocurra primero.

¿Cómo se hace un poeta?

Es un misterio para mí. Es como si uno supiera cómo una persona se hace astronauta o arquitecto o proctólogo.

Cuando trabajaba de taxista se subió una vez un policía y le pregunté porqué se había hecho policía. Me dijo que andaba sin trabajo y que había visto en el periódico que estaban solicitando un ayudante de herrero, entonces se fue en busca del taller de herrería y rumbo a su supuesto destino, pasó por las oficinas de la policía; afuera había un letrero de que había vacantes para policías, y como le quedaba más cerca de su casa pues se metió y ya, se hizo poli. Entonces te puedo contestar con este truco: me hice poeta por cercanía, porque estoy más en corto con lo que siento que es mi casa.

¿Cómo se educa un poeta?

No lo sé tampoco. Tus preguntas son incontestables porque puedo decir cualquier cosa, echarte un choro interminable o ponerme chistoso o crítico o a la moda, es decir, provocador. Algo que sí creo es que el poeta es un tipo al que le gustan las palabras, cómo suenan, cómo se ven (de ahí que varios se metan a hacer edición de libros y a escoger la tipografía, etc), qué dicen, qué le dicen a uno y a los demás. Entonces, un poeta se educa leyendo y se clava en las palabras sin importar si esas palabras son un poema de Octavio Paz o es una pinta en la pared del barrio (recordé un anuncio cercano a la casa de mis papás: Se pintan casas a domicilio).  Hay un libro de Auden, La mano del teñidor, donde si no mal recuerdo, proponía una escuela para poetas, y las clases iban desde jardinería hasta matemáticas.

¿Cómo supiste qué harías poemas?

Yo era deportista, muy bueno, corredor de media distancia, es decir era alguien a quien le gustaba el movimiento. Un día me lesioné y duré bastante tiempo en cama. Como no podía mover mi cuerpo busqué otro movimiento; más bien, mi cuerpo se siguió moviendo de otra manera. Entonces me descubrí escribiendo. Ya leía desde muy joven, pero no literatura, no poemas, pero en ese tiempo de mi lesión tuve un librito de García Lorca y descubrí esa claridad nueva. La poesía me dio ojos para mirar de otra manera. En fin, por un mero accidente supe que haría poemas.

¿Hacer poemas es fácil, difícil, emocionante, sufriente? ¿Cómo la pasas mientras haces tus textos?

Yo puedo disfrutar escribir pero también lo puedo padecer. A veces me descubro muy divertido o con cierto placer. A veces me siento aburrido cuando estoy escribiendo. Incluso he tratado de evitar esto a lo que mi hermano Gustavo llama la escribidera, pero la comezón de escribir vuelve y ahí me tienes. Lo bueno de escribir poemas es que no pasa nada si no los escribes. Entonces, cuando escribo tiendo al disfrute.

¿Por qué alguien termina haciendo poemas, qué lo lleva a ello?

A mí me llevó una lesión deportiva a escribir poemas. A otros, supongo que el desamor o las ganas de triunfar o la pasión.

¿Si alguien te pidiera que le ayudes a construir un poema, qué pasos o método le propondrías?

Yo me siento incapaz de decirle a alguien cómo hacer un poema. Yo estrictamente no tengo ninguna formación académica, así que no conozco lo que es un método. Si alguien me pidiera asesoría, mi posible método es que escriba luego de una lesión deportiva. (Risas grabadas.)

¿Qué recomiendas leer?

Te doy mi respuesta new age: el universo. Yo leo lo que se me antoja. Casi siempre literatura, sobre todo novelas. Así que recomiendo que lea, el interesado en leer, lo que se le antoje, lo que le haga divertirse, lo que le haga sentirse vivo, lo que le haga resonar.

¿Qué textos hay tuyos, dónde te pueden seguir o leerte?

Tengo hasta ahora cuatro libros de poemas: Puerto del aire, Corredor de fondo, Vertedero y Alrededores. Algunos los encuentras en las librerías Educal, en ferias de libros, en tiraderos, en bibliotecas. Tengo un blog abandonado, casi no colaboro en revistas ni periódicos, no me intereso mucho en el asunto de que piense que algún lector se muere por leerme. Hay gente que ha dado con alguno de mis libros o poemas y ha sido para mí muy gratificante, y me gusta esa idea, que el libro encuentra a sus lectores. La promoción o autopromoción no se me da bien, más bien ando clavado siempre en otros quehaceres.