Hombrecito, ¿qué quieres hacer con tu cabeza?
¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo?
¿Castrar al potro Dios?

Pero Dios rompe el freno y continúa engendrando
magníficas criaturas,
seres salvajes cuyos alaridos
rompen esta campana de cristal.
Rosario Castellanos, Dos meditaciones

El loco es quien nos mira desde el espejo. Nos señala con dedo flamígero los derroteros de la bacanal de nuestras neuronas. “Debauchery” intelectual, aunque el ánima se prenda en vilo, en deseo de ser y estar. Pero el cuerpo no es una ínsula, ni el deseo es un Robinson esperando las huellas sobre la arena. Nos mira, sí, pero no ve. Las páginas de nuestra vida no pueden ser escritas desde el revés de un destino desconocido. En el Diezmo de Palabras nos reunimos cada semana un nutrido grupo de aspirantes a decir algo que los demás puedan leer, poemas y ficciones del diario acontecer que, a veces, se escriben solas. No es obra de locos, es trabajo de cuerdos. En esta muestra de lo que se hace en el taller, bajo la dirección del escritor y cronista de la ciudad, Herminio Martínez, las mujeres han sido cada vez más protagonistas. Su poesía y narrativa tienen un sentido muy particular. Son, en su mayoría, mujeres que trabajan o estudian, además de atender un hogar con hijos y un marido que a veces no las entiende y menos las apoya. Por eso escriben “locuras”, para decirle a quien las quiera leer, que son, antes que todo, mujeres en toda la extensión de la palabra.

Paola Klug, o como ella misma de llama, La Pinche Canela, es una de las escritoras más leídas en redes sociales; sus cuentos han sido traducidos a otros idiomas. Se considera autodidacta, anarquista, contestataria; en sus propias palabras, “apoyo la sororidad femenina y el respeto y comunión entre los individuos sin importar creencias, preferencias, color de piel o idioma”. Aquí tenemos una muestra de su poesía sobre un tema por demás indignante, pero Paola lo trata magistralmente sin dejar de denunciar con dureza la falta de interés de las autoridades. #Regresoacasa [http://goo.gl/QcplDK]

Macaria España es periodista de profesión y por vocación; feminista, cronista de lo cotidiano a través de un estilo único, irónico y burlón. Pero a pesar de su compromiso con la verdad y la denuncia sin compromisos, su narrativa, cuentos, ensayos o poesía, nos muestran siempre la esperanza de que la literatura nos puede volver mejores personas. Su libro más reciente ha obtenido excelentes críticas en cada presentación de su “show cómico-mágico-musical de La Generación del Desencanto”. #Losqueestamosaquí [http://goo.gl/aYJlWo]

Berenice Patiño, estudiante de Letras en la UAM, pasa sus días “en azul” mientras comparte su tiempo entre la gran urbe y su amado Cortazar, el Machigua de Herminio Martínez,  “de quien tanto he aprendido. Cómo explicar que gracias a él aprendí que la lujuria puede ser azul, y agradecer el que haya llenado de metáforas mis lecturas, el retornar la vista al pasado para entender que todo el universo está en las raíces, en el aire, en aquel lugar en el que mis abuelos también vivieron”. #Habitardeluciérnagaslospárpados [http://goo.gl/HCym7Y]

Paola Juárez es una ávida lectora de la vida. Irónica y erótica, lúdica y espontánea. Ama la literatura y escribe con pasión sobre el amor, el sexo, la mujer y la familia. Es una observadora muy aguda del entorno social dentro y fuera del mundo cibernético, pero también una activista en favor de ser mejores ciudadanos, mejores escritores, mejores amigos. Su poesía comienza a ser reconocida y apenas hemos atisbado lo que se vislumbra tiene un prometedor futuro. #Nacídesnudanacímujer [http://goo.gl/RQBHNP]

Rosa Delia Guerrero, viajera incansable, ha logrado plasmar en sus cuentos, ensayos y fotografías, su melancólica visión y cosmogonía del mundo. La microficción es uno de sus recursos favoritos, siempre destacando en diferentes medios, con publicaciones que la han llevado de un lado a otro del planeta. Pero lo mismo escuchamos la originalidad de su voz en prosa como en fotografías. Leer sus textos es adentrarse en un ambiente de misterio, elegancia, sorpresa y asombro en medio de sueños lúcidos, o realidades que parecen producto de la imaginación. Su fotografía quizá sea un excelente ejemplo de cómo escribir ficción sin usar una sola palabra. #Collage [http://goo.gl/mEuVqH]

José Luz Rentería González, el último guachichil, como lo llama el maestro Herminio, es un joven lleno de luz. Escribe cuento y poesía con un estilo místico pero pleno de gnosis; antiguo en el sentido de venir de muy lejos, de donde los sueños nacen y forman torrentes de palabras que llenan los cuencos irisados del joven guachichil, quien habla con suavidad y escribe con fuerza. Sus cuentos son bellas y misteriosas estampas de una imaginación muy particular. Veremos mucho más de él en el futuro, estoy seguro de ello. #Réquiemparauncorazónmarchito [http://goo.gl/lpdxPS]

Martín Campa, El Poeta, el pelón de hospicio, a quien le duelen los amaneceres sin poesía y se le clavan en el alma las espuelas de la desigualdad social, es un entrañable narrador de lo bello y lo sorprendente. Describe la realidad con metáforas que dispara desde el alcázar de su corazón. Y escribe “La lengua es más ponzoñosa / que todos los demonios /que duermen en el averno”, pero la poesía de Martín muerde la indiferencia, y si tiene veneno es sólo aquél que logra inocular en la fealdad de un mundo sin letras. La minificción es su otra forma de hacer poesía. #Buenapuntería [http://goo.gl/ZAU9i1]

Rafael Palacios. Irreverente, explorador del eterno femenino, escritor de situaciones que, de tan reales, parecen inverosímiles. El universo de su literatura está poblado de seres que se interrogan a sí mismos, que luchan con sus demonios internos, que viven, aman, respiran y después de hacernos amarlos, el autor los desaparece en la bruma de su inquietante imaginación. Para leer a Rafael se debe, más que nunca, “suspender la realidad” y permitirle hurgar en los recónditos laberintos de nuestra locura. #Viernesdiciembre [http://goo.gl/g2ZETL]

Estrella Méndez Méndez fue la primera niña publicada, junto con otros autores, en la antología de cuentos fantásticos de la Universidad de Guanajuato. Con una imaginación fértil y pletórica de historias de misterio y terror habla de lo que tantos hemos olvidado: los niños también sueñan. Sus historias tienen con frecuencia vueltas de tuerca donde nada es lo que parece, o a lo mejor sí, pero nunca lo sabremos. Su pasión por los personajes la ha llevado a recrearse a sí misma como protagonista del llamado Cosplay para vivir, por algunos momentos, dentro de sus cuentos. #Elvestido [http://goo.gl/sC0Uv4]

Julio Edgar Méndez de niño quería ser pintor, músico o escritor. Finalmente logró ser él mismo. #Cristal [http://goo.gl/vwdACH]