miércoles. 24.04.2024
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18 de Mayo

Claudia Islas Coronel

De las estrellas del cielo
tengo que bajarte dos
Una para saludarte
otra para decirte adiós.
“Las Mañanitas” Canción Popular Mexicana

El paso silencioso de los días nos despertará temprano sobre la “Cama de Piedra” sin haber sintonizado el “Fonógrafo del Recuerdo”. Vestidos de sombras saldremos a la calle y cruzaremos la ciudad montados sobre la modernidad del segundo piso, seremos una masa opaca embijando el rojo del metrobús cuando desandemos nuestros pasos hacia tu casa. Ausentes, sin que nos recuerdes sobre la postura, estaremos sentados frente a un escritorio intentando chatear con algún desconocido para distraer al sentido que irremediablemente pasea por las calles de tu Coyoacán.

Sin saborear las delicias del mercado, tu hija recorrerá los empedrados del ayer, ahora llenos de películas blue ray piratas. Tus marchantes reconocerán su mirada y sin preguntar le regalarán pilones de flores para ti. Los merengues que don Pancho te guardaba fresquecitos sobre un piropo, esperarán todo el día bajo nuestra lluvia ácida. Las rodillas de tus nietas se asomarán entre las hebras de sus jeans en lugar de vestir con manteles blancos para hacer buñuelos. Las ollas de tamales, empolvadas, se oxidarán vacías pues ya no habrá que distraerte para poner la mesa sorpresa… en lugar de eso pediremos una hamburguesa a domicilio y jugaremos al Melate “levantando la canastita a Dios” en busca de un futuro más dulce, pues ya casi no recordamos el sabor de los pasteles decorados con las flores de tu jardín. Recibiremos un twit sobre el último avionazo y buscaremos en la pantalla de la laptop el vacío del último beso de chocolate que nos dejaste para endulzar las tristezas. 

Este año el soldado coloradito transitará por las calles buscando Zetas en vez de luchar contra nuestra guerra de canicas, la muñequita bailará perfumada en un table mientras la cajita de Olinalá guarda la respuesta a las adivinanzas infantiles que nos enseñaste de pequeños. La cuerda de salto, en la que siempre nos ganabas, se irá pudriendo como el horizonte que cruzamos el día que el reggaetón se escuchó desde la casa de tu comadre, la que ponía los nacimientos.  El mármol frío se cuarteará esperando cosechar la manzana que sembraste hace unos años; nosotros desearemos ver florecer tus abrazos Margarita.

Con los cables enredados en las orejas, encenderemos el iPod para ver si hallamos una canción que traiga de vuelta el regocijo de escuchar el eco de tus silbidos impreso en las paredes de tu casa, ahora escombros. Platicaremos con el buzón de voz en el celular bebiendo un caballito de recuerdos hasta embriagarnos de anécdotas, extrañando tu voz incansable. Atónitos, pasearemos la mirada entre fotografías amarillentas, rostros que incompletos recrean la dulzura de tu cara. Jugaremos a las escondidas con los fantasmas de la gran urbe, entre bytes nos preguntaremos ¿por qué el mundo ha cambiado tanto desde que te llevaste las historias que nos arrullaban?

El calendario aún con un gran círculo rojo, hoy nos recuerda que es día de fiesta y con unas canas más en la cabeza intentaremos dibujarte en la mente de tus bisnietos. Envueltos con nubes blancas, enviaremos nuestros abrazos por telegrama para consolarnos con esta vida que respira tu ausencia. Así, desde tan lejos, estaremos todos juntos, pidiendo que una estrella baje a despedirnos desde el zaguán del 102,  soñaremos con aquellos días mientras llueven flores moradas.



Claudia Islas Coronel (Veracruz, 1974). Es Licenciada en comercio internacional y autora de los poemarios Frágil (2011) ySueños de plumas negra (2010), además del cuento infantil Los asustadores del ruido (2010). Autora y diseñadora del poema-objeto KOINOBORI(2012). Es egresada de la Escuela de Escritores de SOGEM en la generación XLIII y fue coeditora y fundadora de la revista Zarabanda, El Espacio Sogemita, así como organizadora del Encuentro Tsunami de Arte en Los Cabos 2012.