Es lo Cotidiano

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Carlos Chávez

Es el corazón un fruto colgante, 
en medio del bosque enjaulado por costillas,
y las tinieblas en que vive, donde no hay luna, 
hacen ciego todo intento de sentir.
Si es verdad que en los mares del estómago se digiere la sonrisa,
prefiero secarme, religioso, con el sol,
mis pulmones abatir, que llorando a inhaladas
glorifican el suplicio.

Entonces, seré dos veces salmón,
para nadar contra corriente
en las batallas de sus ojos sudorosos,
y desembocar a trago amargo
en la infinitud de lo abismal.
En la barca, pescadores con sus redes,
ancla en puñetazo partiendo el mar.
Con el peso de las aguas basta,
para entrelazar mis dedos espinosos
semejantes a la risa de un costillar anémico,
porque he nacido de las brocas que construyen la fragata,
y en sumidero me han formado.

Es mi cajón que está enlutado y se reviste de vacío,
pesan en yunque mis latidos
al verla reducida entre cielo y mar,
porque el cielo pesa,
también pesan sus zancadas, que su trote está en mis ojos.
Y es que nos aplasta:
deambular entre los muros como eco,
o ser secreto musulmán en las paredes huecas,
sus paredes-mis lamentos.
Que suspiro y me invade me infesta,
que me cala en sus caricias me quiebra me esguinza
Es corpiño en mi mudanza de emociones,
ya me lleva faraón en sus atuendos,
estoy dentro,
en el puño que se aprieta, impotente, por la ira,
y por quien anhela lo volátil, capturado.



Carlos Chávez. Subdirector de la Editorial Circo Literario. Autor del libro Devorando Sentimientos. Ha participado en diversas antologías, revistas y periódicos culturales. Es promotor cultural; ha organizado algunos de los eventos con mayor trascendencia en la Cuidad de México, dentro del ámbito de la poesía contemporánea, como son los Macro-Slam’s de poesía.