viernes. 19.04.2024
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GUÍA DE LECTURA

Cambios, de Mo Yan

Jaime Panqueva

Cambios, de Mo Yan

¿Tuvimos alguna vez compañeros de escuela? ¿Es posible visitar nuestro pasado sin recordarlos ni entrelazar sus vidas al desarrollo de nuestra personalidad o, con una mayor amplitud de miras, al cambio de nuestra sociedad? ¿Qué tanto cambiamos con el paso de las décadas? ¿Existe un destino que finalmente hace que tras separarnos nuestras vidas vuelvan de forma ineluctable a encontrarse? Soy de los aquellos que cree con firmeza que provenimos de aquel lugar donde cursamos la preparatoria (en mi caso, el bachillerato), esa es nuestra verdadera patria, el punto donde definimos con nuestra fresca capacidad de discernimiento lo que seremos el resto de nuestras vidas. No me refiero sólo a la profesión, sino a la actitud que tomaremos frente a la vida, donde se consolidan nuestras filias y fobias.

Preparo un largo viaje al otro lado del Gran Charco, y trato de acercarme en términos literarios a China, que será mi país anfitrión. En la búsqueda cayó en mis manos Cambios (Seix Barral, 2013), un libro de Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012. Entre la crónica y la novela, la historia autobiográfica se lee en una sola sentada. Mo Yan nos habla de sus compañeros de colegio y cómo desde su juventud la vida de su amigo He Zhiwu y de su compañera de pupitre, Lu Wenli, se fueron entrelazando en una China que transitaba de la revolución cultural hacia el despegue capitalista que la ha convertido en el nuevo imperio emergente. Es una novela que apela a los contrastes, tanto personales como nacionales y, sin querer serlo, una guía muy acertada para comprender los cambios que han convertido a este país en una potencia de primer orden.

Mo Yan es comparado por algunos críticos como el Kafka, Faulkner o García Márquez chino. De estos últimos dos, el autor ha reconocido su fuerte influencia. Cambios es una novela reciente, publicada originalmente en 2010. Sus obras más reconocidas son Sorgo Rojo (1987), de la cual se realizó una adaptación cinematográfica homónima, y Grandes pechos amplias caderas (1996), que será mi siguiente objetivo (literario, por supuesto) pues condensa la historia de China a lo largo de un siglo desde el punto de vista de una mujer. Mo Yan en el discurso de aceptación del Nobel se calificó a sí mismo como un cuentacuentos, y achacó a éstos su premio. Es una lástima que no se consiga traducción alguna de sus cuentos al español.