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Spider Woman: Mucho más acá del sexismo

José Luis Pescador

Spider Woman: Mucho más acá del sexismo

A estas alturas todos los lectores de cómics y cinéfilos atentos saben que en 2016 se estrenará la película Superman vs Batman: Dawn of Justice, del director Zack Snyder, una esperada cinta donde se reúnen por primera vez en la gran pantalla los dos personajes icónicos del universo DC Comics. A la ecuación se suman Wonder Woman, el tercer personaje icónico del universo DC, encarnado por la actriz Gal Gadot; Aquamán, interpretado por Jason Momoa, y otros personajes como Cyborg, Lex Luthor y Martian Manhunter, preparando el terreno para dar paso en las siguientes secuelas a La Liga de la Justicia, el equipo definitivo de superhéroes, el dreamteam del universo DC, para delicia de los fans.

No obstante, estos espectadores –que son legión- elevaron sus protestas por la elección de Gal Gadot como WW, pues no corresponde a la imagen rompedora que muestra en los cómics. Gal G, reina de belleza israelí, es más bien delgada y estética, y no la amazona musculada que todos querían ver, especialmente si se tiene en cuenta el potente estilo de dibujo de artistas como Ed Benes y Tony S. Daniel en las series The New 52 y WonderWoman-Superman; la molestia de los fans-consumidores sería irrelevante –tampoco les gustó Ben Afleck para Batman- si no es porque estas reacciones pueden leerse desde otra óptica, desde una perspectiva de género.

En primer lugar, el lector promedio de cómic y cine norteamericano en aquel y en este lado de la frontera está habituado a consumir una imagen hipersexualizada de la mujer. Labios hinchados, senos turgentes, largas piernas, peinado impecable, maquillaje intacto, columna arqueada y desde luego, atuendo minúsculo, son la lista de requisitos que debe tener una protagonista femenina, aun en un papel secundario, si ha de salir a escena. Ese sector de consumo, aparentemente mayoritario, heterosexual, WASP –y su equivalente mexicano-, es el mercado al que va dirigido el producto. ¡Qué más da si las Tortugas Ninja son un bodrio, cuando ahí sale Megan Fox! El prestigio y la capacidad de Luc Besson como escritor y director y guionista de la cinta Lucy no bastan para que ésta sea un éxito; por ello se añadió a Scarlett Johansson, aceptada de antemano por el público geek, que no puso objeción alguna cuando la misma actriz encarnó a Black Widow en Avengers. Las que sí pusieron objeción fueron las autoras de The Hawkeye Initiative, http://thehawkeyeinitiative.com/, un interesante grupo feminista, con colaborador@s de ambos sexos, que señala las conductas sexistas en los cómics de Marvel y DC y re-dibuja portadas y poses sensuales de personajes femeninos con sus contrapartes masculinas. Otros grupos feministas que señalan el sexismo en las industrias punteras del cómic en EU son Friends of Lulu, de la periodista Valerie D´Orazio, y The Mary Sue.

Desde luego, no es el público mayoritario el que hará valer su opinión, sino que las decisiones en un film las toman los ejecutivos y el equipo creativo, y son ellos y nadie más que ellos, los responsables de la intención y resultado final del producto. En ese tenor, podemos preguntarnos si la elección de una actriz enclenque para Wonder Woman, el segundo personaje más poderoso del universo DC, tiene la intención de no hacer sombra al carismático Superman, a quien en las películas se le dan connotaciones de redentor, enviado por un padre celestial (Jor-El) que lo envía –a él, a su único hijo- a salvar a la humanidad, un hombre superior que, además, es americano (o sea, gringo), dando una identificación deliberada del personaje Superman como un nuevo Cristo (en un embate de Superman, Man of Steel, el personaje cae con los brazos en cruz hacia la Tierra). Adicionalmente, si se pone suficiente atención al pentágono del logo de Supermán, se verá que lo forman tres cruces dispuestas de forma simétrica, partiendo desde el ángulo inferior: un Cristo reforzado, diríamos, multiplicado por tres.

¿Por qué no elegir a alguien al mismo nivel icónico de fuerza y carisma para la heroína femenina más notable del universo DC? Se los dejo de tarea.

El Caso Spider Woman

Spider Woman, versión oficial de Marvel DC ComicsEn sentido contrario, Marvel es recientemente centro de la polémica por una portada alternativa para Spider Woman #1, realizada por Milo Manara. La discusión se desató por el contenido excesivamente erótico (sic) de la protagonista, la descafeinada Spider Woman, aduciendo que más que un traje, aquello parece un body-paint, pasando a la crítica del dibujo mismo: que si la nariz es demasiado diminuta, que no es el mejor trabajo de Manara, etc. Los críticos olvidan que Milo Manara es uno de esos artistas consagrados mundialmente y que virtualmente puede hacer lo que quiera, además de ser un maestro del erotismo, y eso es precisamente lo que se espera de él. ¿Le van a corregir la plana a Milo Manara los gringos, cuando son ellos quienes no están a la altura de su arte? Vamos, que si le pides un encargo a Robert Crumb o a Alex Ross ya sabes más o menos cómo se verá el arte final. Y eso es precisamente lo que dijo Manara en su respuesta a la polémica.

El caso, ridículo en sí mismo, deja ver el filo de ese sector doble-moralista de la sociedad norteamericana, que es capaz de escandalizarse por un derriere bien dibujado, pero defiende y alienta la posesión de armas de fuego y de organizaciones xenófobas como los Minutemen (por poner sólo un ejemplo), o bien, pide más tetas para Wonder Woman. El hecho es un botón de muestra de por qué el cómic europeo está en una edad adulta y el mainstream made-in-USA se resiste a dejar la adolescencia atrás.

Por supuesto, a Milo Manara no le faltan defensores, y las reacciones a su portada ha puesto también en la mira a La otra portada, la oficial, que en comparación es estéticamente muy pobre, ganándose las críticas en varios sitios web.

Bajo este párrafo está mi versión de esa portada. No es por presumir, pero varios podríamos hacer mejor a Jessica Drew, alias Spider-Woman.

Spider Woman - Versión de JL Pescador