jueves. 18.04.2024
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COSAS DE PINTORES

Antonio Sustaita y el Baile de las Cabezas

José Luis Pescador

Antonio Sustaita y el Baile de las Cabezas

Un fin de semana antes de empezar el 42 Festival Cervantino, Antonio Sustaita, presentó su libro El Baile de las Cabezas. Para una estética de la miseria corporal, en el café El Lechón Ilustrado de la ciudad de Guanajuato, ante un grupo compacto e interesado de personas, la mayoría estudiantes de artes visuales de la UG.

Entonces entramos a un recorrido vertiginoso acerca del tema central del libro, los motivos que llevaron al autor a discernir sobre la percepción que se tiene del cuerpo como ente social y físico, como acontecimiento y concepto, susceptible a la violencia y soporte del arte, recuperado o invisibilizado, heterótopo, consciente, estético.

Lo primero que aclaró fue el título: El Baile de las cabezas refiere a un hecho noticioso ocurrido el 22 de julio del 2006; ese día, en el bar Sol y Sombra de Uruapan, Michoacán, fueron arrojadas a la pista de baile cinco cabezas cercenadas, causando el horror de los testigos y haciéndose eco en todo el país a través de los medios de comunicación. La noticia, de la que Antonio se enteraría un día después por la radio, detonó en él una serie de reflexiones acerca de la dimensión estética de la violencia y la destrucción del cuerpo, su repercusión política, su simbología en la arena del pensamiento y su impacto en el recién estrenado siglo XXI.

El primer resultado de esta investigación lo presentó tres años más tarde en Puebla, en el III Congreso Internacional Cuerpo descifrado. El trabajo continuó y se enriqueció en los siguientes años, partiendo del pensamiento desde el cuerpo a partir de Michel Foucault, piedra de base formativa del autor (Soy foucaultiano, no puedo evitarlo, es una deformación).

La investigación, sin embargo, no tiene ni nunca tuvo como fin el indagar sobre el hecho de forma documental o periodística; jamás estuvo centrada sobre la identidad de las personas participantes, víctimas y victimarios, o los hechos que interesarían en una investigación periodística con fines de información o políticos. La investigación fue estrictamente de carácter estético, a partir de un hecho de extrema violencia. Con este principio, Sustaita recorre diversos aspectos del arte corporal de autores y obras específicas, como Günter Brus y sus ejercicios de automutilamiento, Joseph Beuys, George Grosz, Christo, Teresa Margolles. Obras literarias como La colonia Penitenciaria, de F. Kafka, Escribe o sé borrado, de Jo Spence, o El asesinato de un hombre como una obra de arte, de Chesterton, también son valoradas en este ensayo, entre muchas, muchísimas más referencias que nos harían botar la cabeza, literariamente hablando.

El libro, editado por Editorial Fontamara y la Universidad de Guanajuato, es prologado por Pere Salabert, catedrático de la Universidad de Barcelona, e ilustrado por obras de Salvador Salas Zamudio, Randy Waltz, Sara Julsrud y el mismo Antonio Sustaita. La portada es una imagen del performance Canibalismo Gourmet de César Martínez, presentado en el 41 Festival Cervantino en octubre de 2013. Se trata de los restos de una figura humana a escala 1/1 hecha de chocolate macizo, que los espectadores-degustadores consumieron. En el acto final el autor, Cesar Martínez, y el Reynito, posan con la cabeza chocolatosa.

 

Octubre 2014, café El Lechón Ilustrado, Guanajuato.