El fuego de la vida
Vincent G. Velázquez Flores
Que la música florezca,
que llueva poesía y amor
para que cese el dolor
y la vida resplandezca.
que la palabra humedezca
la memoria, el corazón,
que el poder de la intuición
nos ilumine y embriague
para que nunca se apague
LA LLAMA DE LA PASIÓN.
Que las musas y los hados
en mágico abracadabra
con el canto y la palabra
aticen fuegos sagrados,
que amores apasionados
alumbren la lontananza,
que cada paso en la danza
dibuje mundos risueños
y que enciendan nuestros sueños
LA LLAMA DE LA ESPERANZA.
Aunque exista oscuridad
y haya en el alma un vacío
la vida siempre es un río
buscando la libertad;
que el amor y la amistad
renueven nuestra energía,
que el poder de la poesía
nuestros quebrantos conjure
para que siempre fulgure
LA LLAMA DE LA ALEGRÍA.
que sea la palabra rito,
y sean sones y jarabes
como mariposas y aves
volando en un infinito
donde lo hablado y lo escrito
no sea volátil euforia,
que cada lucha en la historia
emerja de lo profundo
y perviva en todo el mundo
LA LLAMA DE LA MEMORIA.
Que los dogmas no encarcelen
el cuerpo y los sentimientos,
que los dioses irredentos
rutas prohibidas revelen
y que los sentidos vuelen
transgrediendo la cordura;
si es la vida una aventura
invitando a trascender,
en ella tendrá que arder
LA LLAMA DE LA LOCURA.