martes. 16.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

GUÍA DE LECTURA

Frankenstein - Mary Shelley

Jaime Panqueva

Frankenstein - Mary Shelley

Me apena comenzar esta recomendación confesando que a pesar de haber visto algo de la filmografía, incluyendo la versión de Kenneth Branagh de 1994, nunca me había sentado a leer el Frankenstein de Mary Shelley. La sensación fue muy extraña porque me era imposible disociar lo ya visto y grabado en la memoria con lo que estaba leyendo. Algo así como el palimpsesto que tanto gusta a los escritores postmodernos a partir de Borges y su Pierre Menard; el mío, sin embargo, sería una extraña versión en video. Como era de esperarse muchas incongruencias y desafortunados aportes al mito desarrollado por la inglesa saltaron a la luz. Ya he usado este tema de la película vs. su libro aquí; El lector de Bernhard Schlink y El gran Gatsby de Fitzgerald por mencionar sólo un par de ejemplos. En el caso que me atañe, a pesar de los casi dos siglos que nos separan, sentí una decepción doble, tanto en las películas como en la obra original. Me explico.

El moderno Prometeo, como lo bautizó la autora, se refiere al científico o creador de vida y no a la criatura, que en el texto siempre carece de nombre, al contrario de las posteriores interpretaciones que abundan en la sociopatía del monstruo. Shelley se concentra en las contradicciones y padecimientos de un Víctor muy frágil, que evoca en sus trastornos sentimentales al Werther de Goethe, para justificar su atroz castigo a manos de su creación por jugar a ser un Dios imperfecto. Su criatura deforme y repugnante es bondadosa en su origen y responde de forma despiadada al rechazo del entorno humano.

Por su parte, el cine también decepciona, pues Frankenstein (habrá que llamarlo así), es uno de los monstruos menos repulsivos, tan sólo adornado por algunas cicatrices, mientras Shelley afirma que fue confeccionado también con trozos de animales y de una estatura de dos metros con cincuenta para ahorrarle esfuerzos a su fabricante. Sin embargo, posee una gran agilidad e inteligencia, pues aprende a hablar varios idiomas y a leer de forma autodidacta. El desastre que desencadena al vengarse de Víctor lo conduce a un final literario que no corresponde a ninguna de las versiones cinematográficas, y de mucha mayor estatura moral.

Podría ampliar mi colección de reproches, pero esta es una invitación a que el lector realice su propia comparación leyendo esta novela que muchos consideran la primera novela de ciencia ficción (algo también muy discutible). La versión comentada por Joyce Carol Oates e ilustrada por Lynn Ward, editada por Sexto Piso, puede ser una excelente forma de abordar este clásico, cuyo adelanto puede leerse en: http://www.sextopiso.es/5897-frankenstein-o-el-moderno-prometeo/

Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]