viernes. 19.04.2024
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¿Palabra de dios?

¿Palabra de dios?

Paradojas de la vida. Resulta que un documental realizado hace varios años, hoy día se puede apreciar desde una actualidad contundente, ofreciendo en parte una respuesta a los sucesos contra el semanario Charlie Hebdo, en masacre acaecida por culpa de la intolerancia religiosa.

Religulous, sin traducción al español, es un juego de palabras entre religión y ridiculous. También es el título de un documental que pone de manifiesto los absurdos del pensamiento mágico que pululan entre las tres grandes religiones en confrontación constante: judaísmo, cristianismo e islam.

Realizada al alimón por Bill Maher (Real Time with…) y el escritor Larry Charles (perpetrador de los largometrajes Borat, Bruno y escritor de la no tan escatológica serie Senfield además de la comedia romántica Mad About You), dos fulanos de cuya trayectoria cualquier individuo medio sensato pondría en duda el valor, el rigor y la formalidad en un proyecto de esta envergadura. Sin embargo, para divertimento del espectador, el rodaje y su resultado final se llevó a cabo de una forma jocosa y se diría hasta con litros de mala leche en eso de dinamitar los dogmas del cristianismo y a la cual se le presta la mayor de las atenciones.

Dentro de este primer segmento dedicado a ordeñar la ubre de la ignorancia, resulta revelador de las perversas desviaciones del catolicismo ultraconservador que ha logrado edificar piradísimos parques temáticos de una inversión considerable, todo con la firme intención de minar la mirada laica y lucrar con la buena fe de los creyentes, en lo que puede considerarse un hallazgo sobre las manifestaciones de la idolatría en el mundo contemporáneo. Me cae que ya ni en México se es tan proclive a excesos como los de juntar humanos con dinosaurios en un hipotético paraíso terrenal mandando al carajo al buen Charles Darwin.

De todas las manifestaciones del fanatismo, la que genera mayor indignación e incredulidad quizá sea la que se evidencia en la severa descripción que se hace a la sucia cara de los cultos al american style, cuya avaricia y mezquindad personificada en los impresentables pastores televisivos, asombra al comprobar los esquilmos y el lucro desvergonzado que se hacen sobre la base de los sueños, miedos y esperanzas de una muchedumbre en busca de un asidero espiritual. La mirada de Maher y Charles no duda en denunciar a estos charlatanes, expuestos en la ignorancia supina sobre las sagradas escrituras y que han convertido a la fe en una industria rentable a sus intereses.

Astutos, este par de viejos zorros utilizan el humor y la socarronería para transformar a Religulous en una comedia salvaje cuya hilaridad proviene –en gran medida- de parte de la insensatez de los entrevistados. Ayuda, claro, la inserción de gags y material cinematográfico bíblico de estética naïf, para enfatizar la ironía de los lapsus pendejus. Para honrar el juego limpio, los realizadores no olvidan dar un bosquejo por los sectarismos, los anatemas y las herejías posmodernas, dando una revolcadita a denominaciones como la Cienciología fundada por Ronald L. Hubbard, más chistoso en sus ficciones pseudocientíficas; a los mormones con todo y su inverosímil mesías Joseph Smith y, por añadidura, a toda clase de abyecciones.

A la manera de la escuela que tiene por representante insigne a Michael Moore, Bill Maher se convierte en un interlocutor incómodo que no oculta su ateísmo o sus reacciones políticamente incorrectas ante la estolidez de los argumentos. Sin duda, esto es un asunto de educación; por ello resulta revelador el tiro en el pie que se auto infringe el senador del estado de Arkansas, Mark Pryor, al poner en duda la evolución darwiniana para casi aceptar como verdad absoluta la teoría creacionista del libro del Génesis.

Narrada en primera persona para establecer una sana distancia, ya que los productores no deseaban que su escepticismo se apreciara ventajoso y extensivo por contagio emocional al espectador, Religulous es un testimonio contundente de la degradación espiritual y de las creencias íntimas del hombre. Es una película a la que no le faltarán detractores de a gratis; tachando al registro de panfleto anticlerical utilizando argumentos ad hominem, como se aprecian en pantalla las agresiones verbales contra Maher debido a su pasado profesional de baja estofa. Sin embargo, las introspecciones personales de ambos realizadores la envuelven de tal forma, que a ratos genera la impresión de convertirse en la cruzada de un par apóstatas al encuentro de una verdad absoluta, racional y congruente.

En el vía crucis que representó buscar el significado real de una entidad todopoderosa, y que reclaman como propias los fundamentalismos –sea cual fuere su denominación-, la única certeza posible es que el hombre, como centro del universo, le arrebató la capacidad de destrucción a su propio creador. Y todo en el nombre de Dios. Disponible en YouTube.

    

Religulous (sin título en español)/ D: Larry Charles/ G: Bill Maher y Larry Charles/ F en C: Anthony Hardwick/ E: Jeff Groth, Christian Kinnard y Jeffrey M. Werner/ M: Canciones varias/ P: Lionsgate, Thousand Words, EUA, 2008