martes. 23.04.2024
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Aproximaciones al origen MI

Rosario Loperena

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Aproximaciones al origen MI

Vengo del metileno y del amor, si por metileno entendemos
vengo de la traición y de la fuerza centrífuga o de inercia
de un nombre roto como todos los nombres que son espejos
rotos de hombres en añicos.

Vengo del metil-atrato compuesto de explicar la estrella
causa rota causa antes de la causa para estar.

Vengo de una casa astral que fue saqueada
carta de tarot debajo de la mesa
vengo del presagio de arcanos dormidos por el tedio.

Vengo de una casta lobuna que no reconoce aullidos
otsoak hasiera que renunció al pelaje.

Vengo de la falsa posición de los órganos del cuerpo
de la ceguera del poro
del ello que era ella antes del ello y arco
arco costilla arrancado plástica del macho de iris
falo de mirra de hembra.

Vengo del benjuí calostro satén
trenza cambuja y gibara cadera
abrazo morisco mulata de aire
castizos besos de tante
al cuello lobo coyote sambaigo.

Vengo de ocote de rosa que arde
pasos de criollo enrollado
chino albarazado
torna pa´tras el salto
calpamulata de lengua cacao
canto de india no te entiendo.

Vengo de la piedad travestida
de la muñeca amaestrada
de la ternura del ventrílocuo
y su hijo de cera
del juego de olvidar lo que la casa.

Vengo del roce de los tubos de metal en el subsuelo
del desamor y la impaciencia
del amor practicado como cueva como abrigo
como oscuridad que mata.

Vengo del aceite para prender mecheros
del aceite perfumado entre los bulbos
de los bulbos que son flores y son órganos y son horas
y derraman el aceite para el viaje.

Vengo de unos pies calculados para el salto (que falla)
de una tierra hundida por el plomo
de una clase de maíz que no se come
kob grano paterno kob mazorca ahogada
no puede alimentar al ave el grano hueco
ni polvo ni agua ni alimento: maíz leche quemada.

Vengo del viento del vientre cabrío
que nutre y destroza las plantas
de la languidez y la ponzoña
de la oración revolcada
de la desaparición a cuestas
de la duplicación de la voz
que es voz falsa.

Vengo de lo visto nunca por los ojos
del crimen cometido en pensamiento
del acto muy logrado de no estar allí
de la desesperación del cuerpo
cuando pierde el cuerpo
de la necesidad de deshacer el cuerpo
de la necesidad y el vuelo
de la necedad del vuelo
del momento del choque.

Vengo del metileno y del amor, si por amor entendemos
el momento de ese choque de dos tonos del azul
que sólo podrían evaporarse: el estallido
la imposibilidad de atravesar a otro sin herir
como rocas antiquísimas que suenan en su danza de apareo.

Vengo del sonido de la carne cuando hace sonar a la carne
del hambre color púrpura que se escupe cuando la boca habla
del hambre que es palabra carnada y amoniaco
de ese milímetro de instante que podría deshacer los actos hechos.

Vengo de las ganas de estar quieta
cuando afuera está rodando
de quebrarlo todo justo por el borde.

Vengo punto negro
pulsa cuando no
y se crece.

Vengo del día vacío al que erguida y derecha

Rosario Loperena nació en la ciudad de México hace 30 años. Se dedica a escribir y a hacer fotografías. Estudió en el PEC de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Colabora en diversas revistas electrónicas e impresas. Es becaria del FONCA y tiene un libro electrónico publicado de descarga gratuita: http://goo.gl/dF6elz

Recorre la ciudad todos los días.

Tiene un blog: www.chikipunk.tumblr.com