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GUÍA DE LECTURA

Discurso sobre la servidumbre voluntaria, de La Boetie

Jaime Panqueva

Discurso sobre la servidumbre voluntaria, de La Boetie

Hace unas semanas leí en una entrevista a Marina Garcés, ensayista y filósofa española, su recomendación de leer La servidumbre voluntaria de Étienne de La Boétie, un político francés del siglo XVI. Me sorprendió que una filósofa contemporánea, por lo que pude leer en la entrevista publicada por el diario El País, con la cabeza muy bien puesta, recomendara un texto tan antiguo tras haber debatido con gran soltura sobre temas de actualidad.

A La Boétie recuerdo haberlo oído mencionar por otro grande de su época su gran amigo, Michel de Montaigne, de quien escribe en el libro primero de Ensayos un capítulo (el XXVII) denominado De la amistad, donde se refiere a La servidumbre y de cómo le duele su pérdida, pues su autor muere a la temprana edad de 33 años, poco antes de que el inventor del ensayo moderno se refugiara en la torre de su palacio. Dice Montaigne recordándolo: “Nunca hubo mejor ciudadano, ni más apasionado del reposo de su país, ni más contrario a los desórdenes y a las novedades de su tiempo. Habría empleado su capacidad en extinguirlos antes que en brindarles más motivos de agitación. Su espíritu estaba moldeado en el patrón de otros siglos que éstos.” Ya quisiera cualquiera de nosotros un epitafio de esta magnitud...

Conocido también como El contra uno por su original forma de indagar sobre las causas de la tiranía, y de los hilos que teje y la sostienen, pude entender con facilidad el porqué de la recomendación y la vigencia de muchos de sus postulados. Un discurso que no sólo anticipa el anarquismo sino también la resistencia civil: “los tiranos, cuanto más pillan, más exigen, cuanto más arruinan y destruyen, más se les da, más se les sirve, tanto más se fortifican y se hacen siempre más fuertes y más vigorosos para aniquilar y destruirlo todo. Pero si nada se les da, si no se les obedece, sin combatir, sin golpear, se quedan desnudos y son derrotados, y ya no son nada, como las ramas que se secan y mueren cuando la raíz se queda sin humores o alimento.”

Anota también Montaigne, personaje digno de todo el crédito, que el discurso fue escrito cuando La Boétie tenía unos dieciocho años. Lejos de ser literatura juvenil, creo que es una lectura indispensable para estos días de tiranías investidas de democracia.

 Fue muy fácil encontrar diferentes versiones del discurso de La Boétie, recomiendo en particular ésta por gratuita y por sus comentarios.

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