sábado. 20.04.2024
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CINE COLISEO

El soldado desconocido

Gerardo Mares

El soldado desconocido

Cada determinado tiempo, el cine se aboca a la tarea de revisar el pasado en temas bastante sensibles o casi olvidados. La producción cinematográfica ibérica emprendió, hace varios años, un catártico ajuste de cuentas con su oscuro pasado en temas de corte franquista. Soldados de Salamina, una producción de presupuesto considerable y filmada una década atrás, describe, con un notable peso dramático, un truculento capítulo acaecido en la guerra civil española.

Sinopsis: En medio de una crisis existencial, Lola, una periodista e investigadora universitaria, acepta renuente el encargo de averiguar un hecho violento ocurrido en la guerra civil española y que implicó al literato Rafael Sánchez Mazas, ideólogo, brazo derecho de José Antonio Primo de Rivera y miembro fundador de la Falange, la corriente política de tendencia fascista que aprovecharía para su beneficio el tirano Francisco Franco. Así, en una investigación accidentada debido a que varios de los protagonistas han fallecido o se niegan a hablar debido a la podredumbre del asunto, el recorrido para hallar al soldado que se negó a acribillar en medio de un bosque al notable escritor hispano se convierte, de alguna manera, en la necesidad desesperada por construir un héroe de guerra de dimensiones míticas. Al encontrar en un asilo al otrora combatiente, que se niega a aceptar su participación en tal hecho, Lola, semidestruida por sus propias pugnas, recibe un pequeño consuelo al constatar la honestidad del anciano, quien veladamente le deja una señal de su verdadera participación, comprobando que en este mundo, sí hay cabida para la existencia de héroes anónimos. 

Fusionando elementos del cine de ficción, el género documental y recreaciones en clave de docudrama, David Trueba firma una hermosa y cruda película de tono elegiaco que toca un tema que poco a poco se ha ido despojando de su esencia tabú, aún con heridas en cierto modo en la sociedad de su país. El logro, por supuesto no es solamente de su autoría. La novela de Javier Cercas, que fue un éxito editorial en España, contribuye para facilitar una premisa por demás profunda e interesante, uno de esos “grandes temas” que tanta falta hacen en el cine contemporáneo.

Sin prestar demasiada atención a la rigidez de las convenciones en la representación histórica cinematográfica o la corrección política que suele acompañarla, al inicio el metraje se muestra ideológicamente indefinido, como si se tratase de un registro de propaganda nacionalista, logrando que de inmediato embriague al espectador una molesta sensación de turbación in crescendo. Así, con todos los recursos que ofrece la ficción, el realizador puntualiza una atrocidad perpetrada por ambos bandos en guerra; un fusilamiento colectivo impactante, verosímil, sin ningún ánimo tremendista o de revancha, incluso sin temor de incomodar alguna que otra buena conciencia de izquierda.

Ayudaría en parte para el goce y la apreciación de las virtudes del filme, cierto dominio del tema en el espectador, ya que los creadores pusieron de su mano la escenificación de época y el altísimo nivel técnico de la producción de Andrés Vicente Gómez, una muestra del profesionalismo al que han accedido algunos cineastas españoles. A destacar la acertada mirada histórica –alternando stock shots bélicos y stills de época con recreaciones en blanco y negro con el estilo visual sobrio, alejado de cualquier intención preciosista- y la dirección actoral, ejemplificada en la apocada personalidad de la investigadora excelentemente interpretada por Ariadna Gil, quien lleva hasta el extremo su personaje al entrevistar a verdaderos republicanos que vieron perder su inocencia en los terribles años de juventud.

La música, melancólica como la que más, sirve para acompañar el tono sombrío del asunto, un complemento indispensable que se utiliza sin caer en el cliché melodramático. En un producto que se podría prestar a la solemnidad más pretenciosa o al chantaje sentimental, los productores no le sacan a ejercer un sano sentido del humor, ironía y sarcasmo a cargo del binomio femenino, evitando con ello caer en el acartonamiento doctrinario y preparándonos para la dolorosa catarsis final, la malograda búsqueda de un héroe de guerra que no puede existir en tiempos de paz.

    

Soldados de Salamina/ D: David Trueba/ G: David Trueba sobre la novela del mismo nombre de Javier Cercas/ F en color y blanco y negro: Javier Aguirresarobe/ E: David Trueba/ M: No acreditada/ Con: Ariadna Gil, Ramón Fontseré, Joan Dalmau, María Botto, Diego Luna, Alberto Ferreiro/ P: Andrés Vicente Gómez, Cristina Huete para Lolafilms. España 2003.

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