Hace unas semanas recibí de la escritora Lorena Amkie un librito titulado Relatos de impunidad, que reúne cuentos feroces sobre el México que lidiamos diariamente. Amkie emplea la ficción y diferentes enfoques en cuatro relatos, que van desde la confesión de una joven secuestrada que asesina a uno de sus captores para escapar, hasta una parodia sobre la antonomasia de la parodia involuntaria, el programa de Laura de América, para empujarnos sobre los límites de lo ético e ilegal, donde ni siquiera la imaginación puede redimirnos.

La violencia de sus relatos, aderezados con una mirada esperpéntica, como en Sergio Amadeo, que versa sobre un operativo absurdo en un corporativo del DF donde los resultados se camuflan entre confusas notas periodísticas diluidas en la vorágine cotidiana de los medios, o la extraña sensualidad de unos ancianos enfermos que sirven como modelos desnudos para un grupo de artistas plásticos, nos muestran una faceta quizás inesperada de la autora, de quien comenté hace unas semanas en este espacio, su thriller El club de los perdedores.

Hay mucho de desquite, de liberación consciente de la realidad a través de la mímesis trastocada, donde quizás el mecanismo de nombrar eventos y encarnar personajes ajusta cuentas con esa impunidad que hace honor al título. Para el lector puede ser un viaje a la desesperanza o un lugar de encuentro en un irónico descampado, que se parece mucho y para mal a lo que vivimos día a día.

Aquí vale la pena también mencionar que el libro es distribuido de forma gratuita en versión impresa y digital por el colectivo Brigada para leer en libertad, auspiciado por algunas delegaciones o ayuntamientos del Distrito Federal o del Estado de México. Entré para dar un vistazo a la colección y me encontré con una biblioteca de fácil acceso y completamente gratuita, que incluye libros de autores reconocidos como Paco Ignacio Taibo II, antologías de cuento y ensayo, historia de México, novelas y cuentos para niños. La lista es larga y abarca también textos sobre reivindicaciones sociales en nuestro país y en otros lugares del mundo, pues el portal sigue los lineamientos y comparte materiales de la fundación alemana Rosa Luxemburg. Las publicaciones, gratuitas y en pdf, pueden ser descargadas de aquí.

Con independencia de la ideología de cada quién, no hay duda que el internet y este tipo de programas de edición masiva acercan el material de lectura en forma eficaz. No vendría mal que más ayuntamientos siguieran este ejemplo, para aumentar la diversidad de la oferta literaria y la difusión de sus voces locales.

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