Es lo Cotidiano

Batman

Andrés Puente Gómez

(Batman, 1989) Estudio: Warner Bros. Director: Tim Burton. Intérpretes: Mictiael Keaton, Jack Nicholson, Kim Basinger, Robert Wuhl, Pat Hingle, Billy Dee Williams, Michael Gough, Jack Palance, Tracey Walter, Jerry Hall. Duración: 121 minutos.

 Viendo Batman hoy es como uno se da cuenta de que los años 80 tocaban a su fin y comenzaba una nueva década. La fantasía gótica planteada magistralmente por Tim Burton y basada en el superhéroe sin poderes especiales por excelencia, representaba ante el público sin duda la transición hacia una nueva manera de entender el cine fantástico. Burton ya había dejado entrever unas primeras pistas en su surrealista puesta de largo Bitelchús, estrenada el año anterior. Sorprendente fue la elección del propio protagonista de aquella cinta Michael Keaton como el Hombre Murciélago, habida cuenta de los papeles que había interpretado en el celuloide hasta entonces. El resultado final dio la razón al director californiano. Antes se habían planteado nombres como los de Alec Baldwin, Pierce Brosnan, Bill Murray o Tom Selleck, quien también había visto años atrás pasar por delante de sus ojos el rol de Indiana Jones. Está claro que unos nacen con estrella y otros, como el bigotudo actor, estrellados.

Sólo Burton podía conseguir que Keaton, un actor cuya imagen de despistado taciturno hacía temer lo peor, se transformara en un creíble Batman capaz de dar la réplica al malvado, al tiempo queel por momentos pretendidamente patético supervillano Joker, era encarnado a la perfección por un histriónico Jack Nicholson. Todo ello rubricado por una historia y una atmósfera oscura, capaz de atrapar a todo tipo de público, desde los más jóvenes hasta los más talluditos. No era la primera vez, ni sería la última, que los personajes creados por Bob Kane —y un ninguneado y nunca reconocido Bill Finger— serían llevados a las pantallas. Ya en los alocados años 60 existió una serie de televisión protagonizada por Adam West, que culminaría en un largometraje en 1966. En aquellos momentos el Joker estaba interpretado por Cesar Romero, actor que ha visto en los últimos años crecer su popularidad entre la muchachada gracias al espacio televisivo de humor La hora chanante. Aquella versión kitsch delirante, con onomatopeyas sobreimpresas y actuaciones al borde del ridículo (sí, algunos lo considerarán de culto, hay gente «pa to»…), poco o nada tenía qué ver con la interpretación de Tim Burton. Aunque luego se recuperó algo de aquel enfoque desenfadado con aquella especie de cruce entre Fama y el Día del Orgullo Gay al que nos sometió el director Joel Schumacher durante nada menos que dos entregas. Afortunadamente siempre nos quedarán las dos magníficas películas de Burton (Batman vuelve volvería a dar en el clavo en 1992) y la reciente saga iniciada por Christopher Nolan con Batman Begins (2005).

Podríamos decir que lo más destacable del Batman de Tim Burton fue la combinación perfecta de géneros como la acción, las aventuras, el thriller, la comedia e incluso el policiaco. Además, todo era sostenido por las sólidas interpretaciones de los actores participantes, destacando entre ellos el papelón de un Jack Nicholson que no se había visto en otra así. Esto no lo pueden acreditar todas las adaptaciones que se han hecho del cómic al cine. Recordemos, si no, las marcadamente chorras actuaciones desplegadas por los intérpretes de las dos películas de Los 4 Fantásticos estrenadas hasta la fecha. Por otro lado, en el aspecto visual todavía era evidente que el mundo aún no había entrado en la era digital exacerbada que vivimos en la actualidad, ya que el film de 1989 se basaba en efectos especiales tradicionales y numerosos trucos de maquillaje. Esto confería a Batman el toque de realismo necesario para una producción de este tipo.

En el aspecto musical, mucho había cambiado desde que aquella tonada surf con voces chillonas que repetía hasta la saciedad el nombre del enmascarado, asomara por los televisores de Estados Unidos. Danny Elfman, nombre asociado ya totalmente al de Tim Burton, era el encargado de componer un score que quedaría grabado en las mentes del público para los restos. A esto se le añadían las canciones de Prince —quien llegó a editar un disco completo con estos temas— que amenizaban de cuando en cuando la película. Valga recordar a este respecto la hilarante escena de la destrucción del museo por parte de Joker y sus adláteres fantoches.

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Andrés Puente Gómez. Nació en Madrid y es licenciado en Biología. Descubrió su atracción por la música ya en el colegio. Su primera pasión fue el heavy metal, al cual se acercó gracias a la inestimable ayuda de unos amigos y compañeros de clase. Con el tiempo buscó más allá y se fue interesando por otros estilos de música sin abandonar nunca su primer amor musical. Fue investigando en la colección de su padre como se topó con todos aquellos LPs de grupos de los cuales había oído hablar pero que jamás había escuchado. Le picó la curiosidad y fue empapándose de todos aquellos clásicos del rock al tiempo que seguía la actualidad musical. Entre aquellos discos se encontraba 'In The Court Of The Crimson King' de King Crimson, el álbum que le hizo interesarse por lo que hoy llamamos rock progresivo. Cuando comenzó a tener posibilidades económicas descubrió que rebusc,ar en las tiendas y coleccionar discos iba a convertirse en su principal afición y pasión. Internet también constituyó una herramienta fundamental para aumentar sus conocimientos e intereses musicales y fue precisamente a través de la Red como tras crear y mantener una web musical propia durante unos años, conoció a Sergio Guillén, gran compañero de aventuras a partir de entonces, quien le propuso colaborar en la revista digital 'Renacer Eléctrico'. Finalmente, surgió la idea de escribir un libro acerca del rock experimental y la propuesta le pareció fantástica.