El Lloradal
Marco Antonio Gabriel
Tenía tantas ganas de llorar
el chamaco
que se construyó un lloradal
tenía tanta sed de su sed
tanta risa contenida
tanta tarántula entre ojo y ojo
que se construyó un templo
para sus lágrimas caídas en tristeza
Ah,
horrendo monstruo el de la cobardía
horrendo monstruo que se esconde
bajo la cama
y te pide cobija
horrendo sapo
croando quedamente en tu oído más diestro
horrenda llorona
que se esconde bajo tu manto
y el llanto que no acaba
y el lloradal
con el horrendo monstruo
y el llanto que no acaba
y el lloradal
tenía tantas ganas de llorar el chamaco
que mejor se compró
una botella de güisqui
para reír sobre el lloradal.
***
Marco Antonio Gabriel. Guadalajara, 1977. Terminó la Licenciatura en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara. Ha sido antologado en Figuración de instantes y Son de Marzo (Altexto /Universidad de Guanajuato), en Poesía viva de Jalisco. Tiene publicados los libro Tornasol y el fuego y En el corazón tengo un revólver. Es director del sello editorial El viaje.