POESÍA / CARDENALES X
Décimo
Arturo Ramírez Lara
Yo le tengo miedo al olor a sol en los brazos de los hombres porque lo necesito cerca
Yo le tengo miedo a los vientres henchidos de las mujeres civilizadas con sus senos afianzados por las leyes
Detesto el sonido de mi nombre y los aromas de mi madre
Todo su pestañeo depende por completo de mis padres que ayudaron al mundo a hacerse gigante y a que no pudiera aferrar las garras a la tierra
La tierra es un pan duro de tragar
Mi dolor no palpita sino come
Y yo quiero que los hombres me coman poco a poco por dentro
Los hombres que huelen a sol no son hombres son cabezas de caballo patas de caballo ancas de caballo falos de caballo
A mí ya no me queda mucho que ofrecerle a aquellos que caminan entre sus paredes y sus puertas
Pero sigo gritándoles el vientre seco los ojos que no tienen corazón los tímpanos
Le pariría todos sus hijos a los hombres que huelen a sol
Le daría el día libre a las mujeres de los senos atados
Yo por los hombres sería el único salvaje del mundo