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Venga a BongoBooks

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Podríamos decir que hubo un acuerdo comercial entre la editorial BongoBooks y Tachas 138. Que lo firmamos vía electrónica con altos estándares de seguridad. Podríamos presumir de CEO’s, finanzas, modelos de negocios, de todo y cada una de las mentiras corporativas.

También podemos decir que fuimos hackeados, intervenidos, modificados, golpeados y estafados por un grupo de poetas locos que se dedican a molestar el mundo.

La verdad, la puritita verdad es que las dos cosas sucedieron. Es lo malo de trabajar con gente a la que le pides que te acompañe a comprar verdura para una sopa y terminas sin dinero, con un collar para perro que no necesitas, y unas escrituras que dicen que eres dueño de miles de hectáreas en Neptuno, donde puedes criar decentemente a tus hijos. Así regresas feliz a mostrarle a tu mujer aquella ganga. Ella se te queda viendo sin dar crédito a lo que escucha… puedes descubrir por la manera en que entorna las cejas lo que piensa…

Exactamente eso fue lo que pasó. Por eso les compartimos el trabajo de una editorial que no ha impreso nunca un libro, pero tiene un conjunto de textos geniales.

Empezamos con una presentación. Sabemos que alguien la realizó, pero no quién. Eso es Bongobooks.

Después sus autores se desdicen para afirmar que sí, que ellos pertenecen a esa editorial.

Así llegamos al primer autor, Luis Alberto Arellano, quien deja ver una muestra de su Destino Manifiesto.

Pasamos a una entrevista entre Costa sin mar y Luis Alberto Arellano. Pura resonancia.

El segundo libro de la editorial es Dejar de hacerlo, de Gladys González. Parajes que todos tenemos en el recuerdo; cosas que de haberlas hecho, cualquiera buscaría olvidarlas.

Andrés Villalba trata de exponer a Mauro Gatica, explicando por qué nos olemos las manos para contener el amor del amante, el fluido, la esencia de lo humano: el placer de penetrar o ser penetrado.

Mauro Gatica da una muestra de cómo vibra su libro Ex Machina.

Fernando Escobar Páez hace que no decaiga el ambiente mórbido, presentado su libro más sibarita: Escúpeme en la verga.

Otra vez aparece Costa sin mar. Una falsa charla de un amigo imaginario con Eduardo Padilla.

Eduardo Padilla nos da una pequeña muestra de Los Paladines de la autoasfixia erótica. Sí usted creía que ya lo había probado todo, pase y véalo en acción.

Las Obras Cumbres de Sergio Ernesto Ríos nos llevan a pasear por el SEMEFO. No se preocupe, al regresar se cambia.

Después Ángel Ortuño presenta a Jorge Posada. La ternura de los terneros y sus cantos de sirenos.

Jorge Posada enseña sus Canciones de la dependencia sexual. Lo suyo no tiene nombre.

No conforme con todo esto, Francisco Rangel usa de pretexto el nuevo libro de Antonio León, para darnos un paseo por la poesía humorística del país.

Giselle García sigue encarrerada en su tercera entrega acerca de vivir sola.

Ahora es turno del Colectivo Beasley, una entrada del Diccionario Biográfico del Fracaso Literario, de C. D. Rose, en la traducción de José Luis Justes Amador.

Fernando Cuevas Garza nos lleva con su Gozo Cotidiano al vertiginoso recuento de la música hecha pública en el 2015.

Infaltable, la Guía de lectura de Jaime Panqueva recomienda hoy Méjico, de Antonio Ortuño.

Sigamos la sonrisa del gato de Alicia.

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