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El festival NRMAL 2016

Fernando Cuevas de la Garza

El festival NRMAL 2016

Se fortalece notablemente el cartel para el festival de este año (12 y 13 de marzo) Este artículo aparecerá el segundo y último día de la jornada, pero más vale tarde que nunca. Sin mayores preámbulos, aquí van las semblanzas sobre algunos de los invitados.

Low: El tiempo es relativo Una matrimonio originario de Duluth, Minnesota, la tierra de Bob Dylan, formó un grupo que pronto se identificó como slowcore, aprovechando la delicadeza de los silencios y de la prolongación de las notas, detonando justo a tiempo la contenida emotividad. El cantante y guitarrista Alan Sparhawk y la baterista Mimi Parker integraron al bajista John Nichols para debutar con el hipnótico I Could Live in Hope (1994), al que le siguió el tristemente atrayente Long Division (1995), con todo y cambio de bajista. The Curtain Hits the Cast (1996) representó un paso adelante en producción y sirvió de base para Secret Name (1999), álbum que los colocó como una de las bandas esenciales del cambio de milenio, estatus que quedó plenamente confirmado con el espléndido Things We Lost in the Fire (2001), cuyo impulso entre intimista y de superado dolor terminó por alcanzar a Trust Coming (2002), que terminó de cimentar su posición en el universo sonoro de pausada profundidad. The Great Destroyer (2005) abrió una segunda etapa, ya con el reconocimiento global a cuestas sin bajar la guardia y con la convicción intacta, tal como se mantuvo en el político Drums and Guns (2007), grabado después de que Sparhawk se sobrepuso a una depresión: incluso el ímpetu le alcanzó para desarrollar The Retribution Gospel Choir, un proyecto paralelo que vio la luz en el 2008. Vendrían posteriormente C'mon (2011) con nuevo bajista y realizado con el corazón en la mano, no obstante la apariencia sosegada, y The Invisible Way (2013), grabado con la tutela de Jeff Tweedy, líder de Wilco, encargándose de la producción. Con un discreto giro hacia tonalidades un poco más luminosas, presentaron el sensible Ones and Sixes (2015), como para proponer las posibilidades anímicas del deshielo. Deerhunter: Fronteras diluidas A principios de siglo en Atlanta, el inquieto amigo del riesgo y la combinación de estilos Bradford Cox, formó Deerhunter junto con Moses Archuleta, quien igual le pega a la batería que a los teclados con la misma destreza; se fueron uniendo los guitarristas Colin Mee y Lockett Pundt y el bajista Josh Fauver. Tres años después sacaron un disco sin nombre, ahora conocido como Deerhunter (2004), al que le siguieron el más abarcativo Cryptograms (2007), con esos largos pasajes instrumentales y el EP Fluorescent Grey (2007), con las consabidas cuotas de experimentación dentro de los contornos del rock. Con Whitney Petty como nueva integrante y sin la participación de Lee, grabaron Microcastle (2008), un tercer largo que los empezó a acercar a los grandes públicos, volviéndose más accesibles pero sin perder el sustento creativo, potenciado en su continuación titulada Weirda Era Cont. (2008) y en definitiva con el sorprendente Halcycon Digest (2010), uno de los grandes discos de aquel año con todo y la mirada retro expresada en un pop de ensoñaciones típicas de adolescentes perpetuos. Volvieron a sonidos más ásperos con Monomania (2013), ya sin Fauver y con las adiciones del bajista Josh McKay y el guitarrista Frankie Broyles. Después de sufrir un accidente, Cox se recuperó para grabar Fading Frontier (2015), folkpop de cierto aliento sicodélico impregnado de nostalgia, que incluyó distinguidos invitados como Tim Gane (Stereolab) y James Cargill (Broadcast), encajando muy bien en el enfoque del álbum. Buenos por conocer Originario de Sussex, el productor y DJ Mumdance (Jack Adams) se empapó de una gran diversidad de géneros desde los años noventa para ir moldeando su propuesta musical en torno al grime hermanado con el rap, sobre una base de electrónica impermeable. Tras algunos sencillos y un EP, presentó su ecléctico disco de remezclas Fabriclive 80 (2015), reuniendo los sonidos de diversos artistas venturosamente entreverados, cual recorrido por diversas estaciones de la electrónica contemporánea. Bulbul fue primero el proyecto de Raumschiff Engelmayr para después convertirse en trío. No es común que llegue a nuestras orejas el rock austriaco, pero he aquí a estos desenfadados músicos afines a los sonidos directos y crudos que debutaron en 1997 con álbum homónimo y, en vista de la practicidad del asunto, grabaron cinco discos con igual nombre o más bien sin bautizarlos de otra forma. Vendrían después BIII BIII (2006), 6 (2008) Higmocht & Heagricht (2010) y Hirn Fein Hacken (2014) de sostenida intensidad. Formados en Brooklyn y con la presencia constante de Oliver Ackermann, A Place to Bury Strangers se desplazan entre las tinieblas de un rock oscuro que se anida entre el shoegaze (esos guitarreros que miraban en dirección de los zapatos) y el espíritu indie. Debutaron con el homónimo A Place to Bury Strangers (2007) como para sentar las bases de su sonido que se fortaleció en Exploding Head (2009), orientándose más al noise, como se advierte desde el título mismo. Mantuvieron el foco en Worship (2012) y lo encendieron en Transfixiation (2015), jugando con las posibilidades de la guitarra envueltas en rítmica inquietante.

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