Silencio, las aves pasan volando [Segunda escena]
Eduardo Celaya Díaz
Personajes
omar
david
ACTO ÚNICO
Escena segunda
omar duerme. david entra. Silencio.
david ¿Hace cuánto tiempo sabes?
omar despierta lentamente, se despereza, ve a david.
omar ¿Saber?
david Que te gustan los hombres.
omar ¿Te respondo lo que le digo a todos o de verdad quieres saber?
david ¿Qué le dices a todos?
omar “Siempre lo supe, es algo que siempre está ahí, sólo que lo niegas hasta que es inevitable.”
david ¿Y qué me dices a mí?
omar (Larga pausa de duda.) No sé, no tengo ni la menor idea. Es algo que tal vez siempre estuvo ahí o quizá lo supe esta mañana.
david Yo lo supe en la universidad. Estaba cogiendo con una mujer, muy borracho, y sentí asco.
omar ¿Te dio asco estar borracho o ella?
david Las dos. Me sentí un idiota, ahí con esa desconocida… ¡nunca supe su nombre! Habíamos bailado mucho, horas, pero no nos besamos. ¡Ni una vez! Recuerdo que ella me gustó muchísimo en aqusel momento. Pero cuando la penetré sentí que estaba haciendo de mi vida una mierda. Sentí asco de mí. Y no quise que eso se repitiera.
omar ¿Entonces eres gay por elección?
david No. Me metía con mujeres para quedar bien. A veces lo pasaba bien, pero no era lo que yo quería.
omar Yo nunca he estado con una mujer.
david ¿No? Es rico. Hay algunas que saben lo que hacen.
omar No he tenido curiosidad… ni necesidad de probarlo. ¿Para qué? Sería como engañarme, ¿no crees? Si siempre supe que no era lo mío, ¿para qué?
david Puede ser. Yo, al principio, si creía que las mujeres eran “lo mío.” La primera fue muy buena. Creo que hasta me enamoré. Pero poco a poco me di cuenta de que algo me hacía falta, me sentía insatisfecho, raro. Hasta que cogí con una lesbiana.
omar ¿Y luego?
david Fue raro. Me sentí muy a gusto, pero no quería penetrarla. ¡Ni siquiera habíamos bebido! Estábamos juntos y ya. Ella insistió, quería probar y asegurarse. Lo hice, pero ahí se perdió el encanto. Me di cuenta que las cosas no eran como me habían dicho siempre.
omar ¿Cuántos años tenías?
david Veintidós.
omar Veintidós.
david A punto de terminar de estudiar. Nunca me había dado oportunidad de saber realmente lo que quería. Me sentía… no sé cómo. No quería darme cuenta de cosas. De cosas que ahora sé.
omar ¿Te molesta saberlo?
david Por las noches me encuentro extraño, no me reconozco. Es el silencio lo que me hace pensar.
omar Por las noches yo te abrazo.
david Es lo que me da más miedo, que la noche se acabe y tengamos que soltarnos.
david abraza a omar, lo besa lentamente.
david Te amo.
omar Gracias por eso.
Escena tercera
Oscuro parcial, cenital a omar.
omar Tengo miedo al amor. Eso no es un misterio. Desde niño, siempre lo he pasado solo. Crecí en una buena familia: papá y mamá, un hermano. Todo como debía ser: escuela religiosa, primer lugar por alto promedio. Un día descubrí un libro, El guardián entre el centeno. Lo leí una sola vez porque me aterró, me sentí tan parte de esa historia que era como si me dijeran al oído todo lo que yo quería ser. Todo se derrumbó para mí en mi vida, como si todo lo sólido se desvaneciera en el aire. Mis dedos temblaron mientras mi cuerpo crecía. Las niñas dejaban de ser niñas, y eran amenazas, los niños dejaron de ser niños y fueron miedos aún peores. Vagaba en medio de la noche y no había mano a qué asirse. Todo esto pasaba en mi mente, porque siempre he tenido el terrible defecto de pensar demasiado. David es mi compañero, no es mío, sólo está aquí conmigo. No sabe lo que pienso, ni lo sabrá, porque ni yo lo sé. Hablo incoherencias, también las escribo, y vivo de eso. ¿Patético? Sí. Al mundo le entretiene que tenga un desorden en la cabeza. Supongo que mis libros se venderán bien cuando me muera.
Luz general.
omar Mentí.
Silencio.
omar Sí me gustan las novelas.
david Ya lo sé, siempre estás leyendo alguna.
omar Me gusta que las cosas tengan un orden.
david Las cosas lo tienen.
omar No es cierto. La vida es una interrogante inmensa. Nunca sabes qué pasa.
david Ya empiezas con lo mismo.
omar Nunca he dejado el tema.
david ¿Bukowski?
omar Si, compré un libro. Una especie de memorias; trae fragmentos de todas sus obras, de lo más autobiográfico.
david Deberías dejarlo. Siempre que lo lees te deprimes por días.
omar No podría evitarlo. Siento que tiene razón.
david Y terminó hecho mierda.
omar Siempre fue un mierda. Como todos.
david No puedo seguir teniendo estas discusiones contigo. Me cansan.
omar No las tengamos entonces.
omar toma una escoba y comienza a barrer, sólo mueve de un lado a otro la misma suciedad, sin recogerla.
david Ayer sentí mucho miedo.
omar ¿Dónde estabas?
david Con mis padres.
omar sigue barriendo sin levantar la mirada. Silencio.
david Tuve miedo de decirles que estoy contigo ahora.
omar Todavía suponen que eres un miembro respetable de la sociedad.
david Todavía suponen que busco esposa.
omar Habrá que dejarlos seguir sus suposiciones. No quieres problemas.
david Tengo que decírselos algún día.
omar ¿Tienes qué? Nadie te lo exige.
david Yo lo hago.
omar Y siempre te has exigido demasiado. Quieres darle gusto a la gente.
david No digas eso.
omar Aunque no lo diga, es cierto.
david No sé cómo tienes el valor de decirme eso y después besarme.
omar Te beso porque te quiero y te lo digo porque es cierto.
david Dices que me quieres.
omar Te quiero, pero quiero más a la verdad.
david toma la escoba de manos de omar, continúa con la tarea. omar se sienta y toma un libro, En el camino de Kerouac. Lo mantiene en sus manos, pero no lo abre.
omar ¿De qué hablaste con tus padres?
david De mis hermanos.
omar ¿Y de ti?
david No me gusta hablar de mí con ellos, siempre quedo como el idiota de la familia.
omar ¿Te extraña?
david Claro que no. Quieren que sea como ellos. No les gusta que sea un empleado. No les gusta que esté soltero.
omar ¿Y te vas a buscar esposa?
david interrumpe la tarea.
david ¿Qué carajo estás diciendo?
omar Te pregunto si vas a hacerles caso.
david ¡Claro que no! Sería una estupidez.
david sigue barriendo.
omar Estudiaste lo que ellos querían, donde ellos querían...
david Y me arrepiento.
omar Y ejerces la carrera que te arrepientes de haber estudiado.
david Porque no sé hacer más.
omar Si tú lo dices.
david No lo digo yo, lo dicen los trabajos que me rechazan porque no soy lo que piden.
omar Podrías seguir bailando.
david Ya no. He perdido práctica.
omar Y no haces nada por recuperarla.
david (Enojado) ¿Vas a seguir molestándome?
omar (Tratando de abrir el libro) Nada. No haces nada.
david Tú tampoco lo haces. Dices que odias escribir lo que escribes, pero no cambias tu estilo.
omar Es lo que vende.
david Es lo que te has acostumbrado a hacer. ¿No te molesta tener que usar un seudónimo porque no aceptas que esos libros son tuyos?
omar Un día voy a escribir lo que me gusta y le voy a poner mi nombre.
david “Un día.” Tampoco haces nada por lograrlo.
Silencio. omar deja a un lado el libro, que sigue cerrado.
omar Somos un par de frustrados.
david Tú puedes decir lo que quieras de ti, pero no me incluyas.
omar Estamos en esto juntos.
david No, no lo estamos. Nunca hemos estado en esto juntos, siempre me alejas, me rechazas. ¿Te das cuenta de que no conozco a ninguno de tus amigos? ¿A tu familia? Dices que no tienen problema con que seas gay, pero nunca vienen.
omar No tienen a qué venir, aquí no hay nada que les interese. Y no tengo amigos.
david Debes tenerlos. ¿Vas a decirme que sólo me tienes a mí?
omar Deberías saberlo ya.
david Nunca has sido abierto conmigo. Al principio sólo cogíamos y bebíamos vino. Me sorprendió mucho cuando me pediste que viniera a vivir aquí.
omar Es lo que quería entonces.
david ¿Ya no lo quieres?
omar ¡Claro que lo quiero! No estarías aquí si no.
david guarda silencio.
omar Sólo te tengo a ti.
david Omar, sabes que estoy contigo, pero no podemos seguir así.
omar ¿Así cómo?
david Atacándonos.
omar se acerca a david, toma la escoba de sus manos y la deja caer.
omar No nos estamos atacando. Sólo somos sinceros. Dices que no me abro, pues aquí estoy, lleno de defectos y fallas, frente a ti, desnudo por completo. Así es cómo quiero verte, como eres, no con todos estos adornos que estorban. Así no puedo verte.
omar le quita poco a poco a david los lentes, la corbata y el reloj. Le acaricia el cabello y trata de besarlo. david lo rechaza.
omar ¿Y ahora?
david No sé si puedo seguir con esto.
omar ¿Qué es exactamente “esto”?
david Esto. Tú y yo. Tú siempre aquí, encerrado; yo, en la oficina. Mis padres sin saberlo, los libros pesimistas, las conversaciones chocantes.
omar Creí que era lo que te gustaba de mí.
david Si, me gusta que seas enigmático. Pero no que lo seas conmigo.
omar No soy así contigo. Y si lo hago, no es para esconderme, es para mostrarme tal cual soy. No puedo ser de otra forma, aunque lo intente.
david Deberías esforzarte más.
Oscuro parcial, cenital a omar.
omar He tenido muy pocos amigos a lo largo de los años. Justo ahora tengo dos: David y Ernesto. Él vive en provincia. Hablamos poco, pero nuestra conversación es honesta, aunque también es incómoda porque es por medio de una pantalla. A David lo tengo en mis brazos y quiero ser con él tan auténtico como pueda. (Risa burlona.) Auténtico. Es divertido lo mucho que la palabra ha perdido su significado. Nada es auténtico, como nada es real. Todo está cubierto de un velo de apariencia. (Pausa) Cuando conocí a David yo estaba drogado y creo que él también. Quería pasarlo bien. Nunca imaginé que fuera a encontrarme con alguien que me tomara del brazo, me llevara al suelo, me hiciera sentir frío en mis pies y después me elevara de nuevo, como dos aves que vuelan. Él nunca lo ha entendido, cree que finjo, que trato de hacerme el interesante con él, que le escondo cosas. A él más que a nadie he mostrado todo y no ha sentido repulsión al verme destruido, porque tal vez él también lo está. Él es mi vicio, mi droga perfecta, me hace sentir bien, tranquilo; pero también me desespera, me acelera el corazón y va a destruirme un día. Pero es lo que quiero: prefiero morir despedazado, sabiendo que no hay más que hacer, que verlo irse y hacer su vida al dictado de sus padres. Quiero salvarlo, pero primero debo salvarme yo. O todo se va a ir al carajo. Todo se va a ir al carajo otra vez.
Luz general.
david Tengo miedo de mirarte a los ojos un día y ver un vacío.
omar Tengo miedo que me mires a los ojos y no veas nada.
david ¿Tenemos que vivir siempre con este miedo?
omar No lo sé, no quiero pensar en ello. Quiero que me tomes de la mano.
david Silencio. Escucha, allá afuera. Las aves pasan volando.
david toma de la mano a omar, miran por la ventana. Oscuro parcial.
Agosto 2014
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Eduardo Celaya Díaz (Ciudad de México, 1984) es actor teatral, dramaturgo e historiador. Fundó el grupo de teatro independiente Un Perro Azul. Ha escrito varias piezas teatrales cortas. Silencio, las aves pasan volando, texto cuya segunda escena reproducimos en exclusiva en Tachas, fue estrenado con elenco femenino en CUSI y con elenco masculino en Rombo Negro, ambos foros independientes de la Ciudad de México.