jueves. 18.04.2024
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Noviembre 2

Álvaro Márquez

Noviembre 2

Noviembre 2

Y le dije "¡Claro que estoy sentido! ¿Pues, quién no siente? ¡Caray! Habría que ser de cartón para no sentir nada y aun así tener que enfrentar el paso de la humedad. Tendría entonces que ser una piedra para sentir hasta que me rompieran e incluso así terminaría sintiendo. Ni que fuera tiempo, ni que fuera nada ¡Ni que tú no sintieras, caramba! Mejor dime que quieres sentir diferente, que quieres que te sienta de otra forma o por otro lado, ahí sí. Sí te entiendo porque tampoco yo estoy conforme y hasta no estarlo no me digas que no ande sintiendo todo, porque además no lo puedo evitar. ¿O qué? ¿Yo te ando diciendo que no sientas cuando estás triste o cuando estás de malas? No te pases, porque eso también es andar de sentido, ¿eh? [...]" Ya luego se acostó y no sintió nada más.   

Noviembre 3

Otra vez, ahí anda de malas. Ya me está cansando. Llevamos cuatro días aquí encerrados y no se para de quejar. Anda por ahí echando rabias como si fueran escupidas de fuego. Muy chingón él... o ella, ya no sé. Si pudiéramos salir a lo mejor se calmaría. ¿Quién sabe?

Noviembre 18

Se pasó. ¡Ahora sí se pasó! ¿De qué le iba a servir escaparse él solo si no me llevaba con él? ¡Se moría el cabrón! Ya vi que sí tiene pene. Tuve que esperar varios días pero al fin levantó la pierna y yo estuve listo para verle ahí. Está muy feo, todo chiquito y arrugado. 

Noviembre

Olvidé qué día es. No me da igual como a él pero sí creo que ya no sirve de nada esperar a que vengan por nosotros.

Noviembre (Casi estoy seguro de que sigue siendo noviembre)

Huele a sangre.

¿Noviembre?

Ayer se metió conmigo. Me engañó y se comió mis juguetes. Yo estaba guardando el ladrillo para jugar más tarde y cuando me descuidé, se comió mis muñecos. Estoy muy enojado con él y no le voy a hablar ya.

Diciembre

Comencé a contar los días sólo para saber en qué mes estábamos. Para que no se diera cuenta, dibujé en mi lado del cuarto letras en desorden y ya nada más las conté. Son 40 dibujos así que debe ser diciembre. No me voy a morir sin saber qué día es.

Diciembre 20

Me dijo que era el día 20 del mes en el que estamos. Parece que él también lleva una cuenta y no se desmaya tanto como yo así que supongo que no habrá otra manera de morir sin él más que trabajando juntos. 

Diciembre 20

Tenemos que morir juntos. 

Diciembre 21

Cayó enfermo. Yo le dije que haberse comido mis muñecos lo iba a enfermar. No sé desde cuándo exactamente esté enfermo pero sólo llora y se queja de la panza. (Eso le pasa por decirme sentido.)

Diciembre 22

He movido el ladrillo, la pared comienza a perder fuerza y  por ello se escuchan los sonidos de afuera. Es como un parque. Nunca he ido a uno pero supongo que así deben escucharse. Niños corriendo, riéndose y gritando. Hay muchos ruidos que no entiendo pero el más raro de todos se escucha como si una cosa chocara varias veces, como un rechinido. Me dio miedo y volví a acomodar el ladrillo. No creo que podamos salir de aquí, así que supongo que nos hemos de morir encerrados. Sigo sin estar seguro de que sea 22.

“Sin fecha”

Comencé a dibujar otra vez, pero en lugar de hacerlo en la pared lo hice en mi brazo. Así no se va a dar cuenta de lo que hago, sólo debo esconderme bien. ¿Qué día será?

“Sin fecha”

Comencé a leer mis notas anteriores. He corregido algunas, así que supongo que cuando alguien las lea, no sabrá en realidad lo que quieren decir los muñecos. Yo soy un niño bueno, no pienses mal. Hoy se levantó de nuevo, ya no soporto verlo feliz. ¿De qué se ríe tanto? 

Noviembre 3, 16:35 hrs.

He sido secuestrado. Al parecer mientras salía de casa algo, o alguien, golpeó fuertemente mi cráneo y al ser noqueado me trajeron aquí. Es muy extraño que no me hayan quitado nada: aún tengo mi reloj y mi ropa. Encontré aquí este cuadernillo que parece ser un diario. No sé qué tanto haya pasado pero al leer lo que ya estaba escrito, supongo que algo muy malo ocurrió aquí. Temo mucho que lo que haya pasado tenga que ver con el hombre que está acostado en el rincón con indicios de putrefacción, huele muy mal. Mi reloj sigue funcionando, así que por lo menos sabré la hora y el día. 

Noviembre 4, 16:00 hrs.

Me disculpo seriamente por no haber explicado mi situación el día de ayer, estaba muy confundido. Parece que estar encerrado aquí, sin ninguna razón aparente, hace que se te olvide cómo llevar un diario. Lo último que recuerdo es que salí de casa y algo muy pesado golpeó mi cabeza. Debo dejar muy claro que comencé a escribir el día noviembre 3 sabiendo que el día anterior iba camino a la universidad. Por lo tanto, sospecho que lo ya escrito aquí es incluso de otra época. He intentado escapar pero todos los muros están revestidos por ladrillos muy bien asentados.

Noviembre 5, 17:00hrs

Acabo de descubrir algo trascendental que podría cambiar el curso de este encierro. Este lugar fue construido para tenerme cautivo o bien atrapar a alguien. No hay puertas ni ventanas además de un hueco en la pared. Debieron traerme aquí antes de terminar de construir este lugar y una vez adentro lo sellaron, esto me hace pensar que estoy en (o soy un) experimento. La luz que entra por el agujero de la pared revela que estamos en invierno aunque aquí adentro no se sienta el frío inglés de Canterbury. Me he enfrascado en la lectura de las notas anteriores de este “diario” y por lo que puedo entender, parece que un niño escribió todo esto y que se esforzó en esconder detalles importantes como ese de “los muñecos”. ¿Qué serán? Ese rechinido que escuchó detrás de los muros de esta especie de cueva… ¿Cuál habría sido su motivación  y cómo hizo para quitar el ladrillo de la pared? Y si él quería morir aquí con “su compañero”, ¿para qué salir? 

Noviembre 6

El reloj dejó de funcionar. Ya no sé la hora pero al menos sé el día. Por lo que está en el “diario del niño” –así me referiré en adelante a las notas antes de las mías– a él le preocupaba mucho saber qué día iba a morir y estaba convencido de que el otro individuo en este lugar moriría con él. Hay una encrucijada muy interesante aquí. ¿Por qué sólo hay un cuerpo? ¿Estaré en presencia de un escenario de canibalismo? Pensarlo me tortura, así que he decidido esconder el cuerpo de ese hombre. El sólo verlo me atormenta. Probablemente sea la falta de alimento lo que está haciendo que ignore datos importantes del diario del niño, por ejemplo que estaban esperando ser rescatados. El día noviembre 3 de ese diario, menciona que han pasado cuatro días, así que el 31 de octubre debe ser el primer día que estuvieron aquí. Por otro lado, probablemente todo ese diario sea una broma de muy mal gusto que se le ocurrió al desgraciado que me encerró aquí. El deterioro del cuadernillo es igual en todas las hojas, así que difícilmente podría adivinar su antigüedad o la de los textos; por lo que sé, las notas del niño son de al menos un año antes de las mías. Quizá más tiempo.

Noviembre 7

Se acabó tu tiempo. Me hace enojar mucho que te refieras a mí como “el niño”. Solamente porque me acabas de decir qué día es hoy, esta vez no voy a romper tus papeles para darte algo más en qué entretenerte que en ponerme apodos. Voy a sacar a mi amigo de donde lo pusiste porque le duele estar debajo de tantas piedras. ¡Eres un desconsiderado! ¿Cómo se te ocurre enterrar a un niño? ¡Estás loco!

Noviembre 8

He pensado mucho en qué voy a hacer cuando llegue el día de morirnos, yo le digo a Carlitos que tenemos que esperar a que simplemente el día llegue. ¡Qué le hace que tengamos 200 años! Igual nos vamos a morir. Él dice que no, que tenemos que cortarnos la garganta pero yo le digo “Carlos, ¡no inventes!, no tenemos cuchillos” y, bueno, así de complicado es esto. Lo que sí quisiera saber es qué era eso que rechinaba detrás de la pared.

Noviembre 9

No sé cómo comenzar esta nota. Al despertar hoy, me encuentro con notas de los días 7 y 8 de noviembre que definitivamente yo no escribí. Revisé todo el cuadernillo y no hay una sola hoja escrita además de las notas que hay aquí. Comienzo a temer por mi vida. […] Me he desmayado por una o dos horas tal vez, pero sigue siendo de día. Me es complicado tranquilizarme pero no puedo concebir cómo llegaron esas dos notas aquí y lo que es peor es que el cuerpo que puse debajo de todas las piedras que encontré está otra vez en el rincón descubierto. Tengo que salir de aquí. Por otro lado, y aunque esto signifique considerar que los días 7 y 8 realmente fueron “escritos por alguien”, debo encontrar “el ladrillo” que al parecer se pueden quitar.

Noviembre 10

El día de ayer me sorprendió enormemente encontrar las notas del día 7 y 8 de noviembre. Realmente no puedo explicar cómo sucedió pero he decidido que lo importante es escapar de aquí. El hueco es demasiado pequeño y no puedo hacerlo más grande con nada. Estos ladrillos no son comunes, deben tener un tipo de tratamiento que los hace realmente duros y yo no soy fuerte. […] ¿Por qué no tengo sed?

Noviembre 11

¿Quieres que te ayude?

Noviembre 12

Escribo esto observando a mí alrededor. Ya no puedo negar la presencia de una persona más en este lugar cuando duermo. Sí eres real, por favor… no me hagas daño.

Noviembre 13

Claro que soy real. ¿Te ayudo o no?

Noviembre 14

¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo verte? ¿Cómo te llamas? ¿Cómo vamos a salir de aquí? Estoy aterrado…

Noviembre 15

Parece que el niño no respondió, es un sentido. ¿Será esto una especie de letargo? ¿Aquél que me encerró puede entrar aquí de algún modo? He decidido que no es posible la presencia de otra persona. Debí haber escrito todo eso yo mismo o simplemente alguien, de alguna forma, puede entrar. Encontraré ese ladrillo a toda costa.

Noviembre 15 en la noche

Si vuelves a llamarme “niño”, te vas a arrepentir.

Noviembre 17

Ayer decidí no escribir al leer “la respuesta” de la noche del 15. Me dediqué a buscar el ladrillo flojo y encontré uno que está arañado. Yo no pude dañar ninguno y ese tiene señales de arañazos. 

Noviembre 19

Ya no puedo concentrarme muy bien, estoy hambriento. Tengo que salir […] Me he lastimado al tratar de arañar el ladrillo que estaba ya dañado, me arranqué una uña. Salió mucha sangre. […] Ya no soporto más, debo comer algo […] Me he comido a “Carlitos”.

Noviembre 20

Necesito tu ayuda… tenemos que estar en contacto. Dime cómo salir, es el día 20 y sigo, seguimos, encerrados aquí.

Noviembre 21 

Estoy enfermo y él no quiere responder…

Noviembre 22

Hoy me he puesto a cantar una canción. “Esta niña tiene sueño / tiene ganas de dormir / tiene un ojito cerrado / el otro no lo puede abrir. Duérmete mi niña / duérmete mi sol / duérmete pedazo / de mi corazón.” Y cuando suena la trompeta tallo las mancuernas de mi camisa como un rechinido…

“Sin fecha”

Se acabó, todo está acabado ya […] Hay que bailar todos ¡Brincan los conejos! Me río con ellos […] 

“Sin fecha” 

Espero que puedas leer esto. Me llamo Ladrillo y en realidad no tengo muñecos, te mentí, tenía uno nada más que se llamaba Carlitos. No sé por qué siempre se lo terminan comiendo. En fin, a esperar a que otro venga por mí.

“Sin fecha”

Eres un sentido… maldito niño sentido…

***

Álvaro Márquez escribe para la publicación mensual de poesía y narrativa Los Idus de Marzo, de Lagos de Moreno, Jalisco. Contacto en Facebook para conseguir ejemplares en papel, aquí.

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