EL DICCIONARIO BIOGRÁFICO DEL FRACASO LITERARIO
Karl Pilcrow
Convencido de que estaba llegando el apocalipsis, Karl Pilcrow se construyó un arca.
Su arca, a diferencia de la más famosa de la Biblia, no estaba construida para albergar animales con los que repoblar el mundo sino que sólo contendría una cosa, “El libro de Pilcrow”, una larga tirada de aforismos, pensamientos y verdades que él sentía que había acumulado durante toda su vida como un vademécum que le daría guía espiritual y moral a los pocos que creía que habrían de sobrevivir el fin del mundo.
Los vecinos se quejaron de la inestable construcción que crecía en medio de ellos y que, a pesar de los métodos y materiales usados para su construcción, pronto alcanzó una considerable altura.
Los regidores del ayuntamiento hicieron su aparición y le ordenaron a Pilcrow que quitara el arca. Él se negó, pero teniendo que la destruyeran, decidió lanzarla al canal que pasaba por la parte de atrás de su casa.
El día de la botadura fue pasado por agua, a mitad de diciembre y en Inglaterra, con lluvia cayendo y cayendo y deteniéndose en el aire como sólo hace allí. El arca y su preciosa carga mecanografiada ya estaban empapados antes de que Pilcrow pudiera ni siquiera usar su Ford Fiesta para arrastrarla a la enmohecida agua verde.
Se hundió, por supuesto, de inmediato, y mientras el temporal arreciaba y arreciaba y extraños portentos aparecían en el cielo, Karl Pilcrow la siguió hasta el agua.