IR DE MUSEOS
El arte de la indumentaria y la moda en México
Gabriela Mosqueda
El trabajo que realiza Fomento Cultural Banamex me es familiar. He tenido la oportunidad de colaborar con un par de exposiciones de su acervo que se presentaron hace ya unos años en León, por lo que después de un tiempo resulta sencillo aprender a identificar ciertos elementos comunes a todas las exposiciones que gestionan. El primero sería el formato de diseño, que es siempre el mismo, hasta en la elección de la tipografía de las cédulas de obra; el segundo es que suelen tomar temas que reivindiquen la cultura mexicana, el arte popular o a los artistas nacionales.
Es por eso que esta exposición –una colaboración entre Fomento Cultural Banamex (una de las caras socialmente responsables del banco), la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, El Palacio de Hierro y Vogue México– me pareció un poco desconcertante y, a decir verdad, todavía no estoy muy segura de qué fue lo que vi, lo cual en sí mismo ya es un mal síntoma, porque las curadurías idealmente plantean una sola idea, un solo mensaje en el que confluyen todos los elementos en exhibición.
La exposición dice, un poco condescendiente, que “desde siempre, la vestimenta ha sido considerada un código a través del cual se pueden definir comportamientos, un cierto estatus social o la pertenencia explícita a un cierto grupo o cultura”, un hecho evidente. Y prosigue a intentar ejemplificar la evolución de la moda con un montón de maniquíes, lo esperado. Lo que realmente resulta chocante es que se hayan incluido (a los costados y sólo como referencia) los atuendos tradicionales de los pueblos indígenas –mezclados los de diferentes regiones y etapas de la historia– y se les haya señalizado como “la moda indígena”, para después dedicarse completamente a analizar la confección de vestidos dedicados en su totalidad a la clase alta y analizarlos por influencia, década y hasta por diseñador.
Intenté ver la exposición como lo que termina siendo, algo medio banal y medio entretenido, pero no logré sacudirme de encima la sensación de que al tratar de incluir un elemento fundacional de la identidad de los pueblos indígenas, como la vestimenta, y denominarlo “moda”, al ponerlo en la orilla, se le termina despreciando y se elogia a los diseñadores de las señoras ricas que de vez en cuando le ponen unas flores de alcatraz o poquito de chaquira a los vestidos para que se vea “autóctono.” Siento que es casi una representación de cómo en lo cotidiano se desprecia a los pueblos indígenas, aunque puede ser que me esté azotando. Pero si la intención era reivindicar, el lenguaje no fue el apropiado.
Si una tarde andan en Madero y tienen un hueco de tiempo, entren a verla, al fin que es gratis. Pero no recomendaría planear un fin de semana alrededor de la exposición.
El arte de la indumentaria y la moda en México 1940-2015
Mayo - agosto, 2016
PALACIO DE CULTURA BANAMEX º PALACIO DE ITURBIDE
Madero 17. Centro Histórico, Ciudad de México.
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Gabriela Mosqueda (León, Guanajuato, 1986) es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana León con Maestría en Museografía y Gestión de Exposiciones por el Instituto Superior de Arte de Madrid, España. Ha colaborado en museos estatales y federales, galerías y colecciones privadas en Guanajuato y la Ciudad de México, donde actualmente vive y trabaja.
