Es lo Cotidiano

La punta de una Yod [1]

Judah Leib Gordon

La punta de una Yod [1]

¿Mujer hebrea, quién conoce tu vida?
En la oscuridad vienes y en la oscuridad te vas;
tu dolor y tu alegría, el deseo que tú anhelas
se engendra en tu interior y muere dentro de ti.
La tierra y cuanto la llena, todo bien y satisfacción
a las mujeres de otro pueblo les es dado como herencia,
pero la vida de la mujer hebrea es servidumbre perpetua
de su dominio no puedes salir;
concibes, das a luz, amamantas, crías
cueces y cocinas, y en muy poco tiempo te consumes.

¿Acaso no fuiste agraciada con belleza y con un corazón sensible,
y te concedió Dios talento e inteligencia?
Pero la Ley es para ti insipidez, la belleza es para ti humillación,
todo talento es para ti carencia, (todo) conocimiento maldición.
Tu voz es vergüenza y tu cabello horror;
y ¿qué eres toda tú? ¡Odre de sangre y estiércol!
El veneno de la serpiente se derrama sobre ti desde entonces
y como a mujer menstruante tu pueblo te aparta y te arroja de la escuela, del Templo
y de los lugares de placer para que cargues con todos los lamentos.

Es bueno para ti que conozcas la lengua de tus padres
porque la casa de tu Dios te cerraron
pues ahora no tendrás que oír esa bendición humillante
"que no los hizo mujer", que rezan a diario.

Como a pagano y como a esclavo te consideran
permaneces como una gallina criando polluelos,
¿por qué una ternera (que da corcovos) en dehesa, una vaca lechera,
se te enseñó a ser?
¿por qué no se ocuparon de tu educación
y aquél que se propone ese plan recibe una maldición?

Incluso el fruto de tu vientre te niega Dios
pues se lleva a tu marido en plena juventud,
y en la flor de tu vida eres una prisionera
y hasta tendrás que atender al cuñado para quitarle la sandalia.
Por tu padre lloras más que tus hermanos
aunque a su muerte sólo ellos, no tú, heredan.
Pero no sólo los bienes de la tierra te arrebatan
también el rocío de los cielos apartan de ti:
 para ellos, mezquinos, destinan 248 preceptos[2]
a ti, la humillada, sólo te conceden tres.

¡Qué débil es tu corazón mujer hebrea!
Deseas aprender, vivir, pero no.
¡La semilla de Dios se pierde en un lugar seco
sin conocer el sol ni contemplarlo!
Suelo del mundo eres tú, fruto que da semilla,
pero tu barbecho no es cultivado, tu pelo dejas crecer libremente;
Aún no es prudente que seas una persona ilustrada
y ya fuiste entregada a un hombre y fructificas,
antes de aprender a ser hija de tus padres
te entregas y eres madre de tus hijos.

Te entregas ¿y acaso conoces al hombre al que te entregas?
¿lo amas? ¿lo miras cara a cara?
¿Amas? Desgraciada ¿todavía no sabes
que en el corazón de la hija de Israel no hay sitio para el amor?
A los cuarenta días de que su madre la conciba
ya dispone su jefe el enlace matrimonial
y ¿qué es lo que criticaría si lo viese ahora?
¿qué da, qué añade un amor tormentoso?
un amor como ése no conocieron nuestras madres
¿por ramera será tomada nuestra hermana"?

Cubre tu cabeza con el velo, cubre tu rostro,
y tus rizos por debajo córtalos;
respecto al que te toma en posesión ¿qué miras en él?
¿si es corcovado o débil, viejo o joven?
¡Una sola cosa hay para ti! Ciertamente no eres tú la que elige,
eligen tus padres, ellos te dominan,
como un objeto vendido pasas de una propiedad a otra.
¿Es que son ellos arameos para preguntarle su opinión a la muchacha?
La mano de tu padre te domina en tu juventud
y cuando sales de su casa te domina tu marido.

Tu marido tampoco creció con lozana juventud
ni plantó una viña, ni se construyó una casa;
cuando se agota su sustento, cuando se acaba la dote
y cuando se entretejen sobre él las ramas del olivo
entonces comienza a anhelar una vida activa y dinero
como hombre sin consejo, sin seso ni inteligencia,
y cuando ve que no hay nada, que toda esperanza se ha fugado,
huye y te deja agunah [3]…

Esta es la historia de toda mujer hebrea
esta es la historia de la hermosa Bat-Sua. [4]

***

Judah Leib Gordon (Lituania, 1830-Rusia, 1892) fue uno de los grandes poetas de la Haskalah o la “Ilustración Judía.” Estudió la Torah con los rabinos más doctos de Vilna, su ciudad natal en Lituania, y se hizo experto en literatura secular. Fue profesor y se dedicó en cuerpo y alma, armado de sus letras, a modernizar el judaísmo y dotarlo de nuevas perspectivas a través de la literatura. Su crítica al tradicionalismo a ultranza le valió críticas en su tiempo. Su sátira y su poesía destacaron por sus temas controversiales para la época y que sentaron una base ideológica importante para los inmigrantes judíos a Norteamérica.

[1] Yod: letra hebrea con difícil equivalencia en español. Los cabalistas consideran que esta letra contiene la creación en su totalidad. Como no puede nombrarse al Creador por ningún motivo, excepto por lo que se percibe de él según cada persona y su interpretación, los cabalistas designan la punta de la Yod como la manera de expresar la percepción personal de la deidad.

[2] En el judaísmo hay 613 mitzvot o preceptos que conforman la Ley. 248 son positivos y están encaminados a buscar la felicidad.

[3] Según el Talmud, “agunah” es un estatuto sobre las mujeres abandonadas por el marido o a quienes no se ha concedido legalmente un get, es decir un divorcio con todas las de la ley y, por tanto, se ve desamparada y en las sociedades más tradicionales y cerradas puede llegar a ser aislada o excluida.

[4] Bat-sua o Betsabé (“séptima hija” o “hija del juramento” según las distintas interpretaciones) fue una de las amantes del Rey David. Esposa de Urías el hitita al momento del amorío, quedó embarazada, lo que desencadenó una serie de infortunios: el asesinato de Urías, el pecado del Rey David, una guerra civil y la muerte del primer hijo de Bat-sua. Tras una vida de penurias, dio a luz a Salomón quien, sin embargo, se convirtió en el último gran rey de Israel. Bat-sua se convirtió en la Haskalah en un símbolo del tiránico trato a las mujeres por parte de los tradicionalistas y de algunos talmudistas.

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