Es lo Cotidiano

La semana mal empleada

Anónimo

La semana mal empleada

El lunes de una semana – salió a pasear la Inés;
me encontré con la inhumana – y dije postrado a sus pies:
–“Señorita, si me admite, – mi corasón la daré.”
Y me respondió la ingrata: –“Ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

Yegó el martes; silensioso – en su caye me paré;
la vi salir tan hermosa, – más bien ángel que mujer.
Alargué el paso y la dije: –“Señorita, lo de ayer.”
Y me respondió la ingrata: –“Ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

Yegó el miércoles, y, yeno – mi corasón de placer,
la vi con su madre al lado; – ¡ay de mí! si la hablaré.
Medio entre dientes la dije: –“Señora, doña Inés…”
Y me respondió la ingrata: -“Ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

Yegó el jueves y ansioso – desperté al amanecer;
me fui a su casa al punto, – serrada me la encontré;
volví por la tarde al punto; – al verme ella dijomé:
–“Cabayero, voy de marcja, – ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

El viernes, yo, con sentido – de hablarla con rapidés
y con fino amor, la dije: –“Señorita ¿me ama usted?
Si usted me ama, yo la adoro; – no me deje padeser.”
Y me respondió la ingrata: –“Ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

Yegó el sábado, que un siglo – se yegó a mi aparecer;
la saludé placentero – y me respondió cortés;
más, al yegarme a pedirla – un favor de no sé qué,
me respondió la ingrata: –“Ahora no puede ser.
            Mañana al anocheser.”

Yegó por fin el domingo; – contengo la fui a abrasar,
y me respondió la ingrata – con enfado singular:
–“Toda la semana entera – bien se puede hacer penar,
pero la Iglesia romana, – domingo no es regular.
            Cabayero, abur y andar.”

***

El poema La semana mal empleada fue escrito posiblemente en los años 1700 en Omán, ciudad de Argelia que fue ocupada por los españoles por siglos. Es un ejemplo de poesía sefardí, declamada (y luego escrita) en ladino, el idioma de los judíos españoles, de mayoría mallorquí, emigrados y afincados allí. De ahí que se respete la grafía de esa variación del español, con algunas palabras que contrastan claramente con los usos actuales. El poema es anónimo y relata la historia de un judío enamorado de una cristiana, una muestra no sólo del recuerdo del periodo de la Convivencia (en el que antes de la llegada de los Reyes Católicos convivían las tres grandes religiones abrahámicas en España) sino de las relaciones más o menos cordiales entre los sefardíes y otras culturas en Omán. La semana mal empleada fue recopilado primeramente por Manuel Álvar como parte de una muestra de la poesía tradicional de los judíos españoles.

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