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IR DE MUSEOS

Quizá las exposiciones que vemos han sido plagiadas

Gabriela Mosqueda

Quizá las exposiciones que vemos han sido plagiadas

Durante 2014 y la mayor parte de 2015 tuve la oportunidad de trabajar como curadora y coordinadora de exposiciones en Archivo Gustavo Casasola, una colección fotográfica en donde había una cantidad fantástica de imágenes antiguas: desde inicios de siglo, de la Revolución con casi todos sus héroes y villanos, de los años 30 y 40, de personajes famosos, actrices, cantantes, movimientos sociales y casi todo el espectro de las cosas que durante muchas décadas se consideraron dignas de fotografiar. En mi paso por el archivo conté siempre con la confianza de la familia Casasola en mi quehacer, por lo que estoy agradecida. Logramos llevar a buen puerto unas cuantas exposiciones hasta que dejé de trabajar ahí y fui encontrando otras oportunidades en dónde colocarme.

Recientemente me enteré que la Universidad de Guanajuato, como parte de las celebraciones de los 10 años del Fórum Cultural Guanajuato, en León, inauguró una exposición cuya imagen principal de difusión era una fotografía que se encontraba en un proyecto que tuve oportunidad de curar, sólo que los créditos en el trabajo de curaduría se otorgaban a alguien más. Tuve que esperar a verla para cerciorarme de que, efectivamente, una parte amplia de la exposición mostraba un trabajo de curaduría, selección fotográfica e inclusive digitalización de imágenes hecho por una servidora pero atribuido a Marcela Mena Barreto, persona a quien yo recomendé para que trabajara en Archivo Gustavo Casasola y quien quedaría en mi lugar al yo dejar de colaborar con ellos.

El trabajo de curaduría es un trabajo conceptual y es el núcleo central de una exposición: explora las posibilidades que un conjunto determinado de piezas tienen de poder contar una historia o enviar un mensaje. Es también un trabajo flexible en el que siempre habrá cabida para el intercambio de uno o varios elementos que ayuden a adaptar mejor la obra en exposición a un espacio determinado, sin que esto altere el discurso de la muestra. En este caso la exposición tiene el mismo discurso, muchas de las mismas imágenes y varias que, aunque no son las mismas, son bastante similares.

Al comentar la situación con colegas y amigos han surgido varias historias similares. Personas cuyo nombre se ha borrado de un plumazo o cuyo trabajo se ha tomado sin mencionarlos y se ha cambiado lo suficiente como para decir que es otro. Ésa es la ética laboral -o la falta de ella- con la que vivimos todos. Es una práctica caníbal que intenta reconocer lo menos posible y pagar lo menos posible, no sólo en el ámbito de la cultura sino que se extiende, tristemente, a casi todo.

¿Qué se puede hacer entonces y qué nos queda? Queda hablar. Escribir. Utilizar los espacios de los que podemos echar mano, como éste. He hablado con la Dirección General de Casasola México y han finalmente decidido otorgar los créditos que corresponden. He escrito también a la Universidad de Guanajuato para hacerlo de su conocimiento y se han tomado acciones al respecto, pero la muestra ya se inauguró, estuvo abierta al público e inclusive se desmontó para estas fechas, por lo que el reconocimiento se hará en las menciones futuras.

Pese a todo, espero que hayan tenido oportunidad de ver la exposición.

  • Vanguardias Femeninas
    05 - 30 de septiembre, 2016

UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO CAMPUS LEÓN,
FORUM CULTURAL GUANAJUATO
Prol. Calzada de los Héroes 908, Col. La Martinica
León, Guanajuato

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Gabriela Mosqueda (León, Guanajuato, 1986) es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana León con Maestría en Museografía y Gestión de Exposiciones por el Instituto Superior de Arte de Madrid, España. Ha colaborado en museos estatales y federales, galerías y colecciones privadas en Guanajuato y la Ciudad de México, donde actualmente vive y trabaja.

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