viernes. 19.04.2024
El Tiempo
Es lo Cotidiano

Our father

Karen Lee Galindo

¿Cómo se llamaba mi maestra de primaria?
¿Cómo se llamaba la muy canija?
 
Recuerdo sus apodos, pero no su nombre.
Eran muy buenos apodos, que, por respeto, no mencionaré aquí.
 
¿Cómo se llamaba esa que no nos enseñó nada?
Que nos dio la receta de la geografía para replicarla, no para cocinarla y que supiera rica.
Que dizque nos enseñó geografía pero nunca salía de su casa ni de la escuela.
 
Y, ¿cómo se llamaba ese país en la península?
Colindaba con… al norte… y con… al sur.
¡Qué estafa! Pero, ¡qué cara nos salió la primaria!
 
Gracias a dios mi hermana estaba ahí para enseñarme fotos del mundo.
De no ser por ella y mis papás, no hubiese salido del mapamundi en blanco y negro, sin
nombres, que compraba en las papelerías, para llenar el día del examen, y sólo recordar
el día del examen.
 
Pasé geografía con 10.
¡Bah! Pero si pasé todo con 10.
Lo que yo no sabía es que la vida calificaba en escala de 1 a infinito, situación que me
dejaba a mí y a mis irrisorios y patéticos dieces, en la reprobación total.
 
Algo siempre tiene que hacer el equilibrio.
Recuerdo a todos dormidos en la camioneta, mi papá manejaba y yo tenía que irme
fijando en los letreros y en un mapota a color. Nada que ver con el que llevaba a la
escuela.
 
-A ver, tú veme diciendo– me indicaba. Yo tenía que hacer acopio de mi poca
inteligencia práctica.
 
 -Creo que ahora tenemos que tomar la Interestatal 805, pa.
 
-¿Crees o estás segura?
 
-Estoy segura. ¡Venga,  a la derecha!– le respondía riéndome pero con cierto
nervio por equivocarme.
 
-¡Eso, mijita! De una vez prepárate para la siguiente, adelántate, siempre
adelántate.
 
Yo tenía que apresurarme, de mí dependía que llegáramos a San Diego. Me hacía sentir
importante. Siempre me exigía demasiado, pero me asignaba tareas importantes. Como
si la familia me necesitara. Yo sé que para él siempre he sido necesaria.
 
¡Qué grandes vacaciones!
 
Regresando de ese viaje, retomamos el año escolar con la misma bruja que quién sabe
cómo se llamaba.
 
Aprendimos el Padrenuestro en inglés y no sabíamos qué carajos significaba thy.
Thy kingdom come, thy will be done… lo cantábamos como operadoras de call
center, como vendedoras de seguros.
 
¿Padre nuestro?
Padre nuestro el que nos sacaba a correr cada domingo a mí y a mi hermana.
Padre nuestro el que nos enseñaba de la vida, desde la vida y para la vida.
El que cambiaba los focos en la casa, arreglaba todo, y preparaba las carnes asadas.
 
Y también el otro, pero no en inglés, y mucho menos en inglés antiguo.
 
¿Cómo se llamaba mi maestra de primaria?
¿Cómo se llamaba la muy canija?
 
Tanta colegiatura para que no pudiera ni hacernos recordar su nombre.

***
Karen Lee Galindo (León, Guanajuato, 1989) estudió Comunicación y se encuentra estudiando una maestría en Educación Artística. Sus diversas pasiones la han llevado por los caminos del teatro, la danza, la música y la literatura.

[Ir a la portada de Tachas 179]