De zombies y proyectos
Nada mal, llegar a casi fin del año intentándonos un poco de justicia sobre personajes con tal poder que pueden frustrar la mejor intención. Andrés Baldíos pone su parte y evidencia las desilusiones de El desilusionador.
Qué fue primero, ¿el gusto o la pedagogía? Esteban Cisneros descarta estas aparentes complicaciones y biografía un disco que importa, en Langley Schools Music Project. También en esta línea, Javier Morales i García entrega la segunda parte de su recuento sobre Los Cheyenes.
El segmento de ficción inicia con una obra que insufla vida a quienes jamás la tendrán, El Diccionario Biográfico del Fracaso Literario de C.D. Rose, siempre en la magistral traducción de José Luis Justes Amador. Para terminar con el año las entregas de esta obra, también ahora le recibiremos dos fichas biográficas, dos: Wendy Wenning e Ivan Yevachev.
En el segmento poético asomemos Delante del armario de los libros, de Jaim Bialik.
Tony Ortiz entrega la segunda parte de su libreto para Lo que la vía calló ese primero de enero.
Jesús Abraham Suárez, bienvenido a este Tachas 184, propone notar la existencia de Un filósofo guanajuatense.
Los Disfrutes Cotidianos de Fernando Cuevas asoman ahora al cine y traen Zombies para todos, en tanto que José Luis Pescador y Víctor Hugo Mondelo le tunden a una conocida franquicia.
Gabriela Mosqueda sigue yendo de museos y nos regala su reseña sobre La XVII Bienal de fotografía en el Centro de la Imagen.
Y la Guía de lectura de Jaime Paqueva nos lleva hoy al Hotel en Shangri La, de Octavio-Escobar.
Proyectemos.
